La semana siguiente falté a clases y la siguiente igual, incluso cambié de número de celular y agradecí al mundo por aquello ya que sentí que al menos pude respirar con tranquilidad durante esos días que se tornaron más que largos, para mi madre solo me sentía mal y la había tratado de convencer que era porque me encontraba en semanas previas a mi periodo, por lo visto lo había creído porque cada noche había subido a mi habitación con una bebida caliente.
Así iba a permanecer hasta que acabase el semestre ya que solo faltaban unos días para que eso sucediera por lo que debía ahora rendir los exámenes restantes.
¿Otra vez te enfermaste?-preguntó la maestra Tzu mientras me miraba.
Si –susurré entrando al aula- estoy algo adolorida.
Supe que la maestra no se lo había creído cuando me vio sentarme lo bastante lejos de ella, su mirada escéptica me puso nerviosa por lo que me distraje abriendo mi mochila para sacar mis útiles, la vi acercarse con las hojas de exámenes y se detuvo a algunos centímetros de mi carpeta para verme.
Se lo dijiste ¿No es así?-preguntó en un tono delicado.
Solo asentí bajando la vista, recordando que la sola mención de ello me había hecho regresar a mi etapa de solitaria. Había hecho un esfuerzo increíble por levantarme esa mañana para ir a regularizar los exámenes por lo que estaba ahí, batallando con aquellos sentimientos que ahora me resultaban inoportunos e incomodos.
No lo he visto mucho esta semana –susurró- y oí que van a traer un reemplazo, no sé si es para él o no pero creo que esto se está saliendo de control.
Miss –susurré mientras la miraba- por favor, no quiero hablar de eso ahora.
Entiendo Ariel –intentó sonreír- sé que vas a recuperarte y que vas a saber sobrellevar esto.
Gracias miss –sonreí débilmente y miré las hojas frente a mí.
Colócate los audífonos y oye algo de música para que no te aburras –susurra- voy a corregir algunos exámenes también.
Asentí mirando hacia mi mochila, busqué los audífonos blancos que tenía en la mochila y los conecte a mi teléfono, mi último playlist había sido uno bastante deprimente con canciones tristes.
La vi retirarse y me di cuenta que tenía razón, iba a saberlo sobrellevar porque así había sido durante todo ese tiempo. Si bien había estado en silencio en mi habitación sin hablar con nadie, también había sido ese un signo para mi de progreso, ahora podía al menos hacer el esfuerzo por seguir adelante y continuar, ahora al menos podía estar más tiempo sin llorar y podía distraerme fácilmente, la primera semana había sido horrible porque sencillamente todo me lo había recordado incluso cuando salía de casa. Tontamente había creído que aparecería en su moto para buscarme o que me lo encontraría en la puerta de mi casa como aquella vez, mi subconsciente me pedía verlo y eso me atormentaba, incluso el gatito que estaba sobre mi cama y que alguna vez él me había regalado ahora reposaba en la bolsa de cosas que debía retirar de mi habitación, habían muchas cosas que habíamos hecho juntos y cosas de las que ya no quería recordar pero era difícil.
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Sweet Candy ➽ Oh Sehun
Fanfic"Una golosina exquisita que se termina como todas pero que deja un vacío como ninguna" ➽ Capítulos cortos. ➽ Basado en hechos reales.