Capítulo 26 ➽ Verdadera Envoltura

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Todavía seguía mirando la pantalla de su teléfono, ahí estaba la imagen de Sehun con su novia. Me limpiaba las lágrimas que brotaban y continuaba cambiando de imágenes mientras leía también las traducciones de cada una. Todo me resultaba increíble, él se había comportado de manera tan perfecta que me sentía tan enojada consigo misma por no haberme dado cuenta antes de que tanta perfección señalaba también algo.

Giré mirando el techo y volví a sostener el celular en mi mano, me rehusaba a creer que la mentira hubiese llegado tan lejos y curiosamente no había sabido nada de él desde el día anterior porque por fotos me había enterado que habían tenido un pequeño almuerzo por fin de curso.

Finalmente me armé de valor y presioné la tecla de llamar luego de escoger su nombre de contacto. Pegué mi oído al teléfono esperando que no contestara porque no me podía mentir, estaba deseando que nada fuese cierto.

Sin embargo, cuando oí su voz me quebré y no tuve de otra más que taparme la boca mientras lo oía totalmente normal.

¿My Dear?-preguntó.

Hola –susurré con un hilo de voz.

¿Te pasa algo?-oí que preguntó preocupado.

Claro que me pasaba algo pero no iba a decir más nada, iba a hacer de cuenta que nada pasaba y cuando finalmente lo encontrara le estallaría la bomba en la cara, era lo mejor.

¿Podemos vernos?-susurré y luego de eso me mordí la parte interna de las mejillas.

Si dear, dime la hora e iré a verte...

Veámonos cerca de la playa, por favor –acoté rápido.

Está bien –contestó- te llamaré cuando haya terminado aquí mis actividades.

Bien –susurré.

No esperé una despedida, ni una palabra de adiós, ni siquiera algo cariñoso, solo colgué y me tapé la cara como si sintiese vergüenza de mi misma por llorar, por momentos esperaba despertar de aquello pero luego caía en cuenta de que era real cada que miraba la pantalla de mi teléfono táctil y pasaba las fotografías una a una.

¿Por qué mentir?

Me pregunté una y otra vez mientras daba vueltas en mi cama tratando de pensar en una excusa para su comportamiento, estaba en un estado tan miserable que había empezado a buscarle justificaciones a lo que había hecho, en definitiva, estaba perdiendo la cabeza.

Y ahí estaba, esperándolo, porque no esperé a ver una llamada más en mi teléfono, me rehusaba al solo hecho de leer ya sea en voz alta o voz baja porque me hacía daño. Estaba muerta de frío y con ganas de llorar, el silencio de la noche no me ayudó mucho por lo que cuando giré para ir hacia la máquina de chocolate del mal que estaba a una cuadra, lo encontré bajando de la moto.

Sweet Candy ➽ Oh SehunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora