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Título Original: SUN
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Maya~
Caminaba por aquel oscuro bosque, cada vez me acercaba con gran rapidez a la casa Hale, la desesperación de la última vez aún rondaba por todas partes, el fuego empezaba a causar miedo en mí, esa sensación de no poder hacer nada me invadía, intentaba correr pero me era imposible, mis pies parecían no estar conectados con mi cerebro, ellos solo pensaban en acercarse, era tanta la curiosidad por saber con exactitud qué ocurría, que prefería acercarme.
—Casa... Bosque... Fuego... Fue...Fuego...el...No ¡NO! ¡¡¡NOOO!!!—Desperté atónita, mi respiración era agitada, cada vez que me acercaba aquel extraño hombre de negro parecía clavar su mirada en mí, Decidí respirar con lentitud para que la calma llegara a mí, tenía que tranquilizarme, tan solo había sido una pesadilla, una de tantas, solo tenía que recostar nuevamente mi cabeza en la almohada, e intentar dormir, de pronto la respiración empezó a fallarme, saqué el inhalador de mi mesa de noche y lo puse en mi boca antes de que fuese tarde.
Ok, está bien sé que solo me tomaron tres Segundos observando el techo como estúpida para saber qué no dormiría de nuevo, ya podía respirar mejor, pero los trastornos del sueño ya eran comunes.
—¡Agh!, ¡A QUIEN ENGAÑO!, ¡ESTO ES DEMASIADO PARA MI!, ¿¡QUÉ CARAJO QUIERES DECIRME ESTUPIDO CEREBRO!?—lancé mi cara sobre la almohada para evitar que lágrimas empezaran a rodar por mi rostro.—Al parecer no dormiré esta noche—Levanté mi cabeza de la cama y busqué entre mis cosas aquel cuaderno de cuero negro, lo apoyé en el escritorio y dejé que mis manos empezaran a dibujar, al principio parecían cosas sin sentido, líneas y un círculo, pero poco a poco la figura de un lobo aullando a la luna se hizo presente, era como en esas viejas historias, aquel Lobo parecía estar buscando a su manada, según leyendas un lobo nunca está solo y aúlla para encontrar a su manada, para llamarla, cuando se siente solo o indefenso.
Empecé a darle color a aquella imagen hasta quedarme dormida sobre el mismo, estaba segura de que no había dormido nada cuando de repente el despertador sonó.
— ¡ES ENSERIO!, ¿¡QUE DIABLOS TE HICE MUNDO!? Solo te pido un día, ¡SOLO UN DÍA DE POR DIOS!
— ¡MAYA BAJA A DESAYUNAR!—Mire el reloj y lo lance en dirección a la puerta, tome mis cosas y camine a la ducha con el intento de opacar aquel insomnio de esa maldita noche. Una vez vestida aún sin saber si lo que llevaba me lucia.
Camine a la puerta del baño, pero como soy tan desafortunada en esta vida la puerta parecía estar trancada pues no lograba abrirla, di unos pasos hacia atrás para dar un golpe a la puerta sin embargo lo único que conseguí fue que las cosas cayeran en mi cabeza y terminara con dolor de brazo.
