TEEN WOLF I:SUN

C A P I T U L O 3

~LICANTROPOS~

Stiles~

—Fue increíble, pero extraño a la vez, era como si todo en mí hubiera mejorado, mi visión, tenía mejores reflejos, pero, podía escuchar cosas que no debería, oler cosas a distancia.—Dijo Scott mientras caminaba por el bosque conmigo detrás.

— ¿Oler cosas?, ¿cómo qué?—Pregunté lleno de intriga.

—Como el chicle de menta que está en tu bolsillo.

—Yo no tengo menta en mi...—revise mi chaqueta encontrando en mi bolsillo una menta—Todo comenzó con la mordida.

— ¿y si es una infección? Y... ¿y si muero?—Dijo Scott dramático.

—Deja el drama Scott—Dije dedicándole una sonrisa sarcástica, de pronto alguien cae desde la colina, quedando en frente de nosotros tirada en el suelo.

—Hola—Hablo aquella chica tirada en el suelo, por lo que me agaché y la ayude a levantarse.

— ¿Qué haces aquí Maya?—Hablo mi amigo con una sonrisa.

—Oigan, no los estaba siguiendo, bueno no al principio, salí de la escuela, Mckenzie tenía que hacer una investigación así que decidí venir aquí, estaba caminando y de repente los vi, así que empecé a seguirlos porque es raro ver personas merodeando por aquí. —Sus manos se movían excesivamente así que la sujete de las muñecas y la mire a los ojos con una sonrisa.

—Deja de exagerar, créeme, de los dos eres la más normal—Solté sus muñecas y regrese a la conversación.—Sabes Scott Creo que escuche de una infección, es comúnmente conocida como Licantropía—Maya me observo incrédula, no tenía la más mínima idea de donde había surgido la idea, sin embargo burlona respondió.

—Stiles, Scott no se cree un animal, míralo, no actúa como uno, así que no puede sufrir de Licantropía Clínica, tú sufres de Licantropía Clínica, ¿no es así animal?—Su sentido del humor era lo que más me llamaba la atención, era una chica muy diferente a otras, y en tan solo un día ya parecía que nos conociera de toda la vida.

—Me refiero a la luna llena—Hable mientras Aullaba como lobo.

—Deja la estupidez y busquemos ese tonto inhalador—Dijo Scott buscando entre las hojas.

—Yo también sufro de asma ¿Sabes?— Scott la observo con una sonrisa y regresó su vista al suelo.

—¿y el cuerpo?, estaba aquí—Hablo mi amigo algo extrañado aún buscando su inhalador entre las hojas.

—tal vez lo movió—Dije.

—si fue así, espero que haya dejado mi inhalador, esa cosa cuesta como ochenta dólares.—Comentó Scott soltando una pequeña risa mientras continuaba buscando con ayuda de Maya.