¿Otro frío invierno? [TodoDeku]

Dudas

— Izuku, ¿te puedo ayudar en algo?

— Shôto-chan∼, ven conmigo.

— Midoriya, estás raro. ¿A dónde iremos?

— A mi habitación.

— ¿Qué haremos allí?

— Shôto-chan∼, no preguntes esas cosas. No hay que decirlo.

— Dime que te sucede, Izuku.

— Ven entra, así estarás más cómodo.

— ¿Tu habitación no estaba llena de posters de All Might?

— ¿Qué dices? Eso ya no es importante.

— Midoriya, explícame que hago aquí.

— Shôto-chan∼ pervertido. Sabes perfectamente que haremos, ¿no?

— No, no tengo la menor idea.

— Entonces te mostraré. —antes de poder decir algo los labios de Izuku estaban sobre los de Todoroki.

— Detente, ¿qué crees que haces? —reprochó Shôto.

— Lo que tanto quieres. Creo que te gustará más si me quito esto. —recito mientras se quitaba su camiseta dejando ver su musculoso torso.

— Espera, espera…

    Antes de poder ver el cuerpo totalmente desnudo de Midoriya, Todoroki abrió los ojos.

— ¿Estaba soñando? —se preguntó a sí mismo. — Eso fue bastante extraño.

Desde que se dio cuenta que amaba a Deku, empezó a investigar sobre “el amor y estar enamorado”, sus síntomas coincidían con los descritos en los foros de internet, y una cosa llevo a la otra. Inicio leyendo historias de personas enamoradas, luego a ver películas de romance; algunas con escenas pasadas de tono, y uno que otro libro de romance. Vio toda clase de contenido, mangas y animes de romances perfectos.

Solo existía un problema que no lo dejaba avanzar. Ningún romance que haya visto o leído trataba de dos hombres. Acaso existía algún material de este tipo que ayudase a su “investigación” sobre el amor.

Trato de conversar el tema con Fuyumi, le escribió unos cuantos mensajes. Pero su hermana, tras darse cuenta de que su hermanito estaba experimentando el amor por primera vez se preocupo haciéndole preguntas insoportables como: “¿te habla? ¿No la acosas cierto?” y una vez supera la etapa de preocupación inicio con más preguntas innecesarias: “¿Es Yaoyorozu? Es la única chica que sé que te habla” o “¿Cómo se llama la des/afortunada?”. Sabía que si le decía podría iniciar una investigación y al mismo tiempo no estaba preparado para decirle que era un chico. Y menos, teniendo en cuenta que se trataba el pupilo del rival de su padre, tendría resultados catastróficos.

No sabía qué hacer o a quién recurrir, su familia estaba fuera de discusión, tenía pocos amigos y uno de ellos era de quien estaba enamorado, tendría que seguir investigando solo.  Sin embargo, la mayoría de romances que vio le parecieron absurdos, las cosas no podían ser tan perfectas y las personas no se aman para siempre. Es solo una ilusión, ¿no? Asimismo, gran cantidad de historias de romance entre personas del mismo sexo no terminaban bien, luego de la declaración la otra persona se alejaba. Perder a Izuku no era una opción.

    Sumado a todo lo anterior, debido a todo lo que había visto, tenía sueños constantes con Midoriya. Los mismos, variaban los lugares o lo que hacían –siempre en locaciones de alguna película o manga-, de igual forma lo que hacían. Algunas veces sus sueños se tornaban indecentes, y esto lo hacía sentir como un enfermo. Conocía el cuerpo del peliverde, habían compartido baño varias veces. Y cada día que despertaba con recuerdos de este tipo, era incapaz mirar los ojos esmeraldas de su amigo.

    Todoroki Shôto, estaba hecho un manojo de problemas. Sin tener ayuda, ni con quién desahogar lo que sentía, era realmente frustrante estar así. No quería ocultar más sus sentimientos, pero tampoco quería perder a Deku. No hallaba la manera de cumplir todas sus metas de manera correcta.

Además, había comprado ya el regalo para la fiesta de navidad, no era nada especial ni sorprendente. Quizá era demasiado simplón para el gusto del su amigo. Las dudas seguían invadiendo su cabeza, más y más de ellas, no dejaban de aparecer. ¿Si no le gustaba el regalo? ¿Si era muy simple? ¿Estaba bien darle eso?, nunca se sintió así antes. Era molesto y se encontraba enojado consigo mismo, aunque cada vez que veía la sonrisa brillante de Midoriya Izuku, pensaba que todos aquellos molestos sentimientos valían la pena.