Parque de atracciones (p.m)

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Hola, gracias por leer. Siento mucho haber tardado tanto en actualizar. Me disculpo, también si hay errores en el escrito.
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El frío del invierno era más notorio conforme anochecía. Midoriya, no era muy bueno con las bajas temperatura, así que muy pronto estaba tiritando de frío. Al llegar su turno, para subirse a uno de los compartimientos de la noria, Izuku ya estaba casi temblando. Una vez dentro, Todoroki notó como su acompañante trataba de aumentar su temperatura, y esto frotándose las manos. Se sentaron frente a frente, colocaron sus peluches junto a ellos. La atracción empezó a moverse lentamente, sin embargo, el movimiento no duro mucho, se detuvo para que las siguientes personas pudieran entrar.

Poco a poco, la su compartimiento fue subiendo. Cuando la atracción estuvo completa, el movimiento se volvió continuo y lento, lo cual resultaba muy agradable. Aunque el frío no dejaba que Midoriya lo disfrutase completamente aquel momento, empezaba a temblar y se aferraba un poco a su peluche.

-Izuku, ¿Está muy helado? - Preguntó preocupado Shôto.

-Tran...Tranquilo, estoy bien. Es solo que no soy muy bueno con el frío. -Respondió tratando de no tiritar.

-Ya veo. -El de ojos bicolor meditó un instante. -Bien, dame tu mano.

-En serio, estoy bien. -Afirmó el contrario.

Todoroki se apresuró capturo las manos del contrario entre las suyas, colocando la mano derecha arriba y la izquierda abajo. Usando así su kosei para calentar un poco su acompañante.

-Es agradable.

-¿Lo es? Siempre he pensado lo contrario.

-Shôto, ya te lo hecho dicho antes, es tu poder. -Respondió en tono severo. -Me hace sentir cálido.

-¡Oh!

Fue lo único que alcanzó a decir, las palabras de Midoriya siempre lo hacían pensar y/o sentirse extraño. Era especial, los sentimientos que evoca el peliverde le precian indescriptibles.

Mantuvieron una charla amena, al tiempo que estaban tomados de la manos del otro. Cada instante se acercaban más a la cúspide de aquella atracción. Los nervios de Todotoki Shôto iban en aumento, tiempo atrás decidió confesarle sus sentimientos a su mejor amigo, e ideo que el momento más adecuado sería cuando mirasen el ocaso desde la cúspide de la noria.

-Izuku, aun pareces tener frío.

-Solo un poco.

-Ven acá estarás mejor.

Halo a Midoriya a su lado, y utilizo su mitad de fuego para que el lugar fuese más cálido.

-Te molesta ¿Si? -Interrogó el pecoso.

-¿Si? -Repitió con duda el más alto.

-Esto. -Replicó, pasando su brazo derecho por el izquierdo de Torodoki.

-Es... esto. -Por primera vez, Izuku escucho a Shôto trabarse al hablar. -No, no molesta.

Ambos estaban sonrojados y evitaban el contacto visual. Todo era nuevo y diferente para ambos, sin duda alguna, el más sorprendido con todo aquello el de ojos heterocraticos. Luego reino el silencio por unos instantes, aunque el silencio era ameno.

-Es una vista hermosa, ¿No crees? -Dijo Midoriya, acabando así con el silencio.

-Es realmente hermoso. -Sentía algo revolotear en el estomago. -Sabes desde algún tiempo quiero decirte algo.

-Hmm, sabes que puedes decirme lo que esa. -Respondió con un tono un tanto inocente.

-Sin embargo, no sé cómo decirlo.

-Es algo malo. Suena como si fuera preocupante.

-No creo que lo sea. Aunque no estoy completamente seguro si así.

El silencio volvía a rodearlos, estaban sumidos en sus pensamientos. Midoriya se preguntaba que podría ser aquello que Todoroki quería decirle. Por otro lado Todoroki unía mentalmente las palabras, buscando la mejor manera de empezar.

-Todoroki...

-Espera, déjame hablar. -Respiró hondo, se pauso un instante meditando como empezar. -Quizá no lo sepas del todo, pero mi infancia no fue algo envidiable. Nací únicamente con el propósito egoísta de mi padre, que me volviera el héroe número 1, quién superaría a All Might.

-Sé eso, sin embargo... -Volvió a ser interrumpido.

-Aun no he terminado. Pase desde niño con duros entrenamientos para volverme fuerte, esta cicatriz. -Se tocó el rostro. -Me la hizo mi madre, no la culpo. Luego de eso, mi padre la obligó a internarse a un centro "especial", donde según él se curaría. Desde entonces, la casa se volvió un lugar callado y frío, muy frío. La calidez de mi madre, nos hacía sentir bien. Sin ella nada era igual. Endeavor, pasa muy ocupado con su ocupación de héroe. Crecí únicamente von el calor de mi hermana, ambos nos brindamos el cariño y la compañía que se nos fue negada.

-Lo siento, no sabía que fuera así. -Dijo suave y con voz profunda.

-Nunca pude jugar con los niños, y siempre tuve la educación en la casa. Conocía a Yaoyorozu, debido a que nuestros son conocidos. Debido a eso no soy muy al socializar, suelo decir cosas que ofenden a los demás y también soy apático con todos. -Decir todo aquello no era fácil, o mejor dicho lo que empezaría a decir iba a ser lo más problemático. -Sin importar todo eso, una persona se abrió paso en mi mundo. Se acercó cada vez más a mí, sin importarle lo serio o apático soy, según dicen.

-¿Oh, en serio? Es la persona, la cual antes me dijiste, que crees que amas. -Preguntó curioso, con cierto aire de inocencia.

-Izuku, algunas veces resultas ser muy ingenuo. Tú eres muy importante para mí. -Midoriya, simplemente observaba al contrario, no quería interrumpirlo de nuevo. -Llegaste a mi vida siendo alguien que no tenía meritos. Al principio, parecías solo alguien con un kosei sobre el cual no tenía un control total.

-No lo tenía. -Afirmó Deku con un poco de vergüenza.

-Sin embargo, no hablamos de eso ahora. -Shôto le brindó una sonrisa reconfortante. -De repente entraste en mi mundo de una manera que nunca llegue a imaginar. -El peliverde, al darse cuenta que de quien hablaba Todorroki era él, un tono carmín se apoderó de su rostro. -Tú fuiste el único que me dio el valor para utilizar el poder que heredé de mi padre, y me dijiste que era mío. Nunca antes había pensado así, todos me miraban expectantes al ser el hijo "perfecto" de Endeavor.

Midoriya sólo escuchaba anonadado, sin tiempo suficiente para procesar lo que sucedía.

-Me hiciste tu amigo, ayudándome así a integrarme más a los demás, al mismo tiempo que siempre te dirigías a mí con esa hermosa y cálida sonrisa tuya. Me aceptaste, y cada vez te metías más en mi mundo. Sería casi imposible apartar la mirada de alguien como tú. -Respiró profundo, para hablar de nuevo.

Tomó las manos de Izuku y de forma cariñosa las acercó a su rostro. Las besó. Ni en sus más locos sueños se imagino llegar a tal punto de descaró. Por otro lado Midoriya se encontraba rojo a más no poder.

-Todo... Todoroki-kun. -Fue lo único capaz de articular en forma de respuesta.

-Estas manos, me salvaron y ellas aún guardan la marca. Detesto recordar que estas cicatrices son debido a nuestro encuentro, aunque las amo. Son un recordatorio de que tu eres el héroe quien me salvo, al tiempo que me llenabas de calidez. -Las volvió a besar. - Quizá estoy yendo muy lejos, al hacer esto. Pero realmente me gustas.

Deku mostró una expresión de confusión, tenía demasiadas ideas rondando su mente. Y las últimas palabras pronunciadas por su amigo le cayeron como agua fría.

-Tú eres el único capaz de confundirme tanto, de hacerme sentir celoso, confundido. Te amo, amo cada parte de ti, tu cabello, tus ojos esmeralda, tu sonrisa, tus cicatrices... realmente te amo.

-Es... espera... Todoroki-kun. -Hizo una pausa, haciendo temblar a su compañero. -Da... Dame un momento para procesar todo.

¿Otro frío invierno? [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora