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Al despertar vio unas pequeñas ojeras bajo sus ojos. No había logrado dormir bien por lo ocurrido la tarde anterior.

Había besado a Chaeyoung.

-Bueno... "beso".

Fue una situación muy extraña y para nada romántica como para poder llamar su primer beso.
Aun así no podía evitar avergonzarse cuando pensaba sobre ello.

Si se llegará a enterar Jeongyeon jamás le creería que no hay nada entre ella y la castaña.

Porqué así era no había nada entre ellas y tampoco estaba segura si eran amigas o simplemente conocidas.

Nuevamente tenía que ir a la universidad, se levantó hizo todo lo que solía hacer, pero sin ánimo.
No quería encontrarse con la más joven.
No sabía como debía actuar frente a ella, o si sería incomodo.
Sus preocupaciones fueron a un lado en el momento en que vio a Jeongyeon en la entrada.
No dudo en acercarse.

-¡Hola! ¿Esperas a alguien? -le pregunto al verla mirar constantemente a su alrededor.

-Algo así.

Últimamente habia sido capaz de sostenerle la mirada. Sentía que estaba avanzando.

-Chaeyoung me explico que en realidad no había nada entre ustedes. Lamento si te hice sentir incomoda con alguno de mis comentarios.

-No te preocupes, en serio. -intento animarla, la más alta se veia realmente apenada.

-¡Ah, ya llego! Lo siento, hablamos más tarde.

La vio correr fuera de la entrada de la universidad, pero no alcanzo a distinguir a la persona misteriosa.

Se sintió de alguna manera ignorada así se dio vuelta y siguió su camino a su salón tal vez hoy no sería un buen día.
Intento ponerle atención al maestro pero no tuvo resultado, solo espero a que la clase terminara.

La pelirroja se sentía relajada de no haber visto a Chaeyoung pero también se sentía un poco curiosidad de saber que estaba hablando, al parecer se había acostumbrado a hablar con ella, se dirigió a donde siempre, su árbol.

La castaña estaba con sus audífonos afirmando su espalda contra el tronco de la gran planta. Solo la quedo mirando, no iba acercarse.

Cuando decidió ir a su siguiente clase algo le llamó la atención, Jeongyeon había llegado junto con la chica del otro dia, la morena, las dos se sentaron junto a la más baja, distrayendola de sus pensamientos.

Al verla de esa forma, compartiendo felizmente con ellas, sintió deseos de irse, pero sus pies no querían moverse de su lugar.

Ella también queria ser capaz de sentarse así y hablar con Chaeyoung.

Olvido la verguenza que sintió en la mañana, o que se encontraba también aquella chica que tan mal presentimiento le había dado la primera vez que la vio hablando con Jeongyeon.

Se acerco a paso seguro hacia ellas llamando su atención.
La desconocida se encontraba entre las otras dos, por lo que decidió sentarse junto a la rubia para mantener distancia.

Le perturbaba como aquella callada chica podía ser tan bonita.

-Nos vemos de nuevo. -saludo Jeongyeon cuando se sentó a su lado.

-Si...

Aun estaba un poco resentida por su encuentro en la mañana.

-¿Te duele mucho?-La morena se dirigió a Chaeyoung apuntando su labio.

-No, ya no.

-Me alegro de que no te hayan hecho algo más...-La rubia soltó.

Las dos chicas ya sabían lo que había pasado el día anterior.
Pues todas se quedaron en silencio hasta que Nayeon decidió romperlo.

Say YesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora