Say Yes

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Habría sido como cualquier otro día en el que se saltaba clase tras clase, vagando por los alrededores de la universidad, de no ser porque uno de sus profesores la encontró intentando huir de esta.

Maldijo su suerte y como ahora estaba obligada a entrar a esta cuando podría estar dibujando en cualquier otro rincón del edificio. Realmente odiaba esa clase. Además, extrañamente el profesor se encontraba muy interesado en que entrara a clases, a esta en específico.

Seguramente era para regañarla por haber faltado casi todo el semestre, la chica de cabello castaño se sentía fastidiada por la mirada de sus compañeros hacia ella, escuchando uno que otro comentario no muy agradable.

−Bien, silencio. Daré a conocer las calificaciones del trabajo... ¿Recuerdan en que consistía? No quiero reclamos así que se los recordare. Primero, era en pareja. Segundo, la calificación de esta valía el 60% de la nota final del semestre, o sea que si la calificación no es suficiente tendrán que repetir.

− ¿Voy a repetir? –pensó Chaeyoung.

No le hacía ilusión esa noticia. Saber que tendría que volver a cursar esa clase le disgustaba bastante, pero en el fondo sabía que se lo merecía. Fue su propia iniciativa la culpable de que se encontrara en esta situación ahora mismo y en cierta forma ya se lo esperaba.

Ya se estaba resignando a la idea.

Alumno tras alumno fue recibiendo su calificación, la mayoría logro la nota mínima para pasar, en cambio otros no contaron con la misma suerte.

Durante unos minutos mantuvo su mirada fija en su cuaderno esperando escuchar su nombre con aquello que ya sabía, pero esto no ocurría.

Jamás pensó que aquel anciano podría ser tan cruel como para alargar más su espera.

−Debo felicitar a quienes hicieron este magnífico trabajo, me gustaría poder quedarme con el. Señorita Im y Son, felicitaciones.

La chica comenzó a darse pequeños golpes en el oído, tal vez su oído no había escuchado bien ya que la han llamado para recibir la calificación más alta de la clase junto con una chica con quien nunca hablo.

−Son Chaeyoung, ¿no vendrás a ver tu trabajo?

− ¿Ah? S-sí.

La chica de cabello rojo evitaba mirarla y la contraria se preguntaba porque había hecho tal cosa.

No recordaba haber hablado con ella, o si quiera que estuvieran en la misma clase.

−Me alegra ver como decidiste esforzarte en esta ocasión, señorita Son. –le hablo el profesor en un intento de ser amigable.

−Muchas gracias. –y ella fingió una sonrisa mal hecha.

−Me sorprendió mucho escuchar que trabajarías con Nayeon, no creí que se conocieran.

−A mí también me tomo por sorpresa. –contesto mirándola de reojo. Pudo notar como se tensaba ante sus palabras.

Las clases habían terminado y Chaeyoung fue una de las primeras en salir, decidió esperar a su compañera de trabajo para preguntar el por qué había hecho eso.

También pensó en que tenía que agradecerle, la chica la había salvado de estar otro semestre con el anciano de sus pesadillas.

Nayeon salió rápidamente.

Chaeyoung tardó en reaccionar. Cuando la chica ya estaba lejos corrió hacia ella, pero la otra apuro el paso, se podía notar que no quería que Chaeyoung se acercara.

Siguieron así hasta que Chaeyoung se aburrió de esto y decidió perseguirla en serio.

No tardó mucho en alcanzarla, la otra chica no parecía tener una gran condición física.