Un día más

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  No puedo creer que me haya quedado hasta las cinco de la mañana charlando. No me acuerdo de la mitad de las cosas que hablamos. En serio, casi nada me quedó de esa charla, pero eso si, fue muy divertida. Aunque ahora tengo muchísimo sueño, igual creo que lo valió. No me acuerdo cuando fue la última vez que lloré tanto de risa como ayer. "Un ratito más" decíamos y nos quedamos hasta las cinco, Dios. Cada vez que esté mal me voy a acordar de esto y me voy a reír tanto a como de lugar, o al menos me gustaría.

  Agarré mi celular para ojearlo, resulta que tenía un par de mensajes. Me gusta levantarme y tener mensajes, no sé, me hace sentir querido. La persona que me dejó mensajes no fue nada más ni nada menos que: Foxy. Me decía que había perdido la apuesta, que me había dormido primero. Obvio le dije que no, porque no había sido así. Comenzamos a discutir, cada uno con sus razones, aunque sin ir a ningún lado. Una de esas clásicas peleas amistosas que de fuera pareciera que nos matamos aunque nada que ver.

  A eso de las doce del medio día tocaron la puerta. Corrí a abrir, ya sabía quien era.

-Hola~ perdón si tardé en abrir, estaba cocinando.-Dije sonriente sosteniendo la puerta.-¿Comiste?

-Nop, para eso vine.-Dijo sonriente la rubia, entrando a mi casa.-Me gusta como cocinas.

-Jeje, gracias, Joy.-Le respondí cerrando la puerta para así volver a la cocina.

-Por cierto ¿Qué cocinas?

-Milanesas de carne con puré de papas.

-Que rico~-Dijo poniéndose a mi lado en la cocina con una gran sonrisa.-¿Y esas ojeras?

-Me quedé hasta tarde.-Dije cocinando otra milanesa-Meg no se equivoca cuando dice que pareces mi mamá.

-Jeje, lo sé, pero es porque te quiero, Bon~

-Lo sé, no me estoy quejando Joy, jeje.-Saqué la milanesa del aceite, la puse en el plato con papel de cocina.-Me alegra que puedas estar aquí.

-Me gusta estar aquí, nos hacemos compañía mutua.-Me despeinó un poco.-Voy a poner la mesa.-Me dijo ya yendo a por las cosas.

-Esta bien, hago el puré y comemos.

  Ya con todo servido, habíamos empezado a comer. Pusimos música de fondo, aunque ninguno de los dos le prestó atención al aparato.

-¿Entonces..?-Le pregunté a Joy alzando una ceja.

-Entonces nada..-Suspiró para seguido comer un bocado.

-¡Vamos Joy! ¡Sé que puedes!

-Bon... cuando te enamores, hablamos...

-Auch...

-Es que no te lo puedo explicar, sólo alguien que lo viva lo entiende. No es contra ti ni nada, me gusta que me apoyes. Me hace sentir mejor pero... no sé.

-Supongo que es verdad, pero nada me va a frenar al apoyarte moralmente y en batalla, si es necesario.-Dije sacando pecho orgulloso.

-Gracias y que comida tan rica.

-De nada y gracias. Cuando me enamore te voy a contar, no te preocupes.

-Je... me gustaría verte, seguro estarías muy tierno.

-Nah.-Le saqué importancia con la mano.

-Hablemos de otra cosa, ¿qué estuviste haciendo para quedarte hasta tarde?

-Me quedé hablando con Foxy.

-¿De verdad?

-Si si.

-Wow.-Sonrió la de ojos celeste acomodandose el pelo.- Y... ¿Qué onda?

-Intentamos ser amigos.

-¿Por qué "intentar"?

-Porque... no estoy seguro, pero es mejor que nada.

-Me alegra que hagas más amigos, je.

-Siempre serás la primera, Joy.-La despeiné sonriente, sin embargo ella automáticamente se lo acomodó bien.- A Meg y a ti no las reemplazaría por nadie.

-Gracias, aunque no lo decía como reproche, en serio me alegra, jeje.

-Oh, jeje, perdón.-Me rasqué la cabeza con algo de vergüenza.

-No te preocupes.

-Piensas que.. ¿podremos ser amigos?

-Claro~ hasta más~

-Em... -La miré un poco extrañado.-Y.. ¿A Meg le molestará?-Se me escapó un poco el nerviosismo.

-Creo que no le importa mucho lo que Fox haga o deje de hacer, en lo absoluto. Igual, si hay problemas hablamos los tres, yo la convenzo.-Dijo guiñandome a la vez que sacaba un poco la lengua, sonriente.

-Gracias...

-No hay de qué, puedes contar conmigo tanto como yo contigo.

-Lo sé y lo agradezco. Hablando de otra cosa.. ¿Quieres postre?

-Me encantaría, jeje.

-Igual, supongo que... es mi vida y hago lo que quiero, ¿no?-Me levanté a buscar titas de la heladera.

-Si, pero andá a decirle eso a tu papá.

-Deja de golpearme tan bajo, Joy.-Hice un puchero agarrando las ya mencionadas de un rincón de la heladera, estaban escondidas.-Aparte tampoco le interesa mucho.

-A él no le interesa mientras no "arruine su imagen" o "te hagas más femenino". No me gustan como son nuestras familias. -Suspiró bajando el tono de voz.

-Pienso lo mismo...-Susurré sentándome junto a ella.-al menos nos tenemos entre nosotros.-Le dije entregándole la tita en mano.-Más fieles que un perro.

-Nunca mejor dicho.-Chocamos las titas en forma de brindis.-¡Por nuestra amistad!

-¡Por nuestra amistad!-Dijimos y modismos la golosina al mismo tiempo.- ¡UHM! -Sonreí viendola a ella devolverme el gesto, con todos los dientes chocolatosos. Nos reímos y seguimos comiendo.

  Joy se fue a eso de las cinco de la tarde, me gustaría que se hubiera quedado a dormir, pero suficiente que se quedó todo este tiempo. Tiene una vida. Bueno.. hagamos algo productivo con nuestro tiempo libre, escribamos. Me fui a mi pieza, después de haber limpiado todo, encerrandome agarré lo necesario. Sonreí escribiendo cosas buenas de hoy por un lado y las malas por el otro. Al terminar lo releí para así marcar palabras importantes, esas palabras las cambié de lugar. Les hice oraciones propias aparte. Estuve un rato largo escribiendo, cosas al azar con esas palabras, mañana las leería de nuevo para ver que quedó bien. Ahora ya está, basta por hoy. Sólo...

-Ah... necesito hablar con alguien...-Agarré mi celular poniendome a revisar con quien podía charlar un rato.-Creo que.. mejor no, no quiero molestar.-Suspiré tirándome a mi cama.-Todos tienen una vida aparte. Seguro les interrumpo o algo.. mhm...

  Las horas fueron pasando, se hizo tarde y mi papá no llegó. Creo que hoy no vuelve. Siempre hace lo mismo. ¿Será mi culpa? ¿o del alcohol? ¿Volverá..? Mi celular empezó a sonar como loco, asustándome, por ello, sin querer, casi lo mando a volar. Después eso lo busco con el tacto en la oscuridad. Al encontrarlo, lo prendo, cerrando los ojos como reflejo, el brillo repentino me hizo mal. Abrí el chat, el mensaje era ni más ni menos que un tecladaso. Le pregunté que si estaba aburrido. A los siete minutos me respondió, "perdón, me dormí con el celular en la mano". Me reí un poco, contestandole que no se preocupara. Charlamos un poco, hasta que noté que se había dormido. Entonces puse mi celular en la mesita de luz, me acosté bien y me dispuse a dormir. Hablar con Foxy así antes de dormir es algo que no me importaría si se volviera cotidiano. Me agrada.

Algo//FonnieBon//FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora