Capitulo 3

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ADVERTENCIA: Este capitulo contendra lemon, aviso para aquellas personas que sean menores de 15 años o que no les guste este tipo de cosas

Ambos saiyajines se besaron tiernamente por varios segundos. Despues salieron de la casona y se dirigieron a la casa de Kakkarotto. Una vez que llegaron ahi, Kakkarotto cargo a Vejita estilo princesa y entro a su casa

-No sabia que pudieras ser romantico- dijo Vejita sonrojada

-Solo con mi princesa- dijo Kakkarotto

Kakkarotto siguio caminando hasta que llego a su habitacion para despues bajar a Vejita de sus brazos y vendar sus ojos

-Kakkarotto, no veo nada- dijo Vejita

-Ese es el chiste- dijo Kakkarotto

Unos segundos despues, Vejita pudo abrir sus ojos y vio que la habitacion estaba decorada para la ocasion. En el piso habia un camino de rosas con velas en las orillas, y en la cama habia un corazon de con las letras "K y V" en medio junto a un tazon de fresas (La fruta favorita de Vejita)

-Kakkarotto...- susurro Vejita sorprendida

En ese momento, Vejita sintio unos brazos que la rodearon por la cintura mientras algo se posaba en su hombro. Poco a poco se volteo y, al quedar frente a Kakkarotto, lo abrazo por el cuello y comenzo a besarlo tiernamente; algo que el correspondio abrazandola por la cintura mientras introducia su lengua en su boca. Varios segundos despues, ambos se separaron por la falta de aire (Puto oxigeno XD)

-Vejita... ¿Permitirias a este soldado tocar por primera vez su cuerpo?- pregunto Kakkarotto acariciando su mejilla

-Desde que tu y yo aceptamos casarnos... Mi cuerpo y mi alma te pertenecen- respondio Vejita

-Lo se... Pero quiero hacer las cosas bien, por eso quiero pedirte permiso antes de hacer las cosas- dijo Kakkarotto

-De acuerdo, sera como tu quieras- dijo Vejita

Kakkarotto y Vejita volvieron a besarse mientras comenzaban a quitarse sus trajes. Poco a poco caminaron hacia la cama hasta que cayeron en ella. Kakkarotto tomo una fresa y la mordio para despues derramar el jugo en el cuello de Vejita y quitarlo con su lengua

-Ka-Kakkaroto- dijo Vejita nerviosa

-¿Que pasa, mi amor? Pense que te gustaban las fresas- dijo Kakkarotto "inocentemente"

-No es eso- dijo Vejita aun mas nerviosa

-En ese caso...- dijo Kakkarotto

Kakkarotto tomo otra fresa y la coloco en la boca de Vejita

-Veamos que tan resistente eres, intenta no partir la fresa con tus dientes- dijo Kakkarotto

Kakkarotto volvio a lamer el cuello de Vejita mientras, con sus manos, desabotonaba su sosten y masajeaba sus pechos. Miro hacia el rostro de Vejita y vio como le temblaban sus labios mientras sus mejillas se tornaban de color carmesi

-¿Te gusta?- susurro Kakkarotto

Vejita solo asintio levemente con la cabeza; lo cual hizo que Kakkarotto sonriera de lado y comenzara a lamer sus pechos. Esa fue la gota que derramo el vaso para Vejita, ya que termino por morder la fresa

-Veo que no pudiste resistir a mis encantos- susurro Kakkarotto

-Callate- dijo Vejita sonrojada

-Tranquila, esto apenas comienza- dijo Kakkarotto

Pero antes de que Kakkarotto pudiera continuar, Vejita logro rodar en la cama y dejarlo debajo de ella

-Veo que te gusta ser el dominante- dijo Kakkarotto

-Cierra la boca y disfruta- susurro Vejita

Vejita se acerco al cuello de Kakkarotto y comenzo a lamerlo mientras, con sus manos, tomaba una fresa y (Con su jugo) la embarro por todo el pecho de Kakkarotto

-Vaya que te gustan las fresas- susurro Kakkarotto

Vejita sonrio de lado mientras comenzaba a quitar el jugo de la fresa con su lengua. Poco a poco comenzo a descender por su abdomen pero su cabeza fue tomada por las manos de Kakkarotto; quien la llevo hasta su rostro y la beso apasionadamente mientras rodaba en la cama (Quedando nuevamente encima de ella)

-¿Que pasa? ¿No te gusta?- pregunto Vejita confundida

-Al contrario, me encanto. Pero yo tambien quiero hacerte disfrutar- respondio Kakkarotto

-Entonces hazlo- dijo Vejita apenada

Kakkarotto se acerco a Vejita y volvio a besarla mientras quitaba sus calzoncillos, dejandola completamente desnuda. Ambos rompieron el beso y Kakkarotto se levanto un poco para mirarla fijamente

-Realmente eres una belleza, mi amor- susurro Kakkarotto

-Pero no quisiera ser la unica sin ropa- dijo Vejita

-En ese caso...- dijo Kakkarotto

Kakkarotto se levanto de la cama y se quito la ropa hasta quedar en ropa interior. Estaba a punto de quitarse el boxer pero fue detenido por Vejita

-Todavia no te los quites, te ves muy apuesto asi- dijo Vejita

Kakkarotto tomo sorpresivamente a Vejita y la estampo contra la pared para despues besarla apasionadamente; algo que primero la sorprendio bastante pero despues correspondio mientras enlazaba sus piernas en su cintura

-Vejita... Te amo- dijo Kakkarotto con la respiracion agitada

-Yo tambien... Kakkarotto- dijo Vejita de la misma forma

-Vejita... Necesito estar dentro de ti- dijo Kakkarotto

-No tan rapido- dijo Vejita

Vejita bajo de los brazos de Kakkarotto y lo empujo hasta la cama para despues recostarlo y sentarse encima de el

-¿Que piensas hacer ahora, mi amor?- pregunto Kakkarotto

-Tu solo disfruta- susurro Vejita

Vejita tomo el boxer de Kakkarotto y comenzo a quitarlo lentamente hasta que estos se encontraban en el suelo. Despues se posiciono encima de su miembro y comenzo a sentarse encima de el; lo cual provoco que diera un pequeño quejido

-¿Te encuentras bien?- pregunto Kakkarotto preocupado

-Si, tranquilo, es normal si me duele la primera vez- respondio Vejita acariciando su mejilla

-Al menos ya esta completamente adentro- dijo Kakkarotto

-Eso quiere decir que soy completamente tuya- susurro Vejita

-Para siempre... ¿Puedo moverme?- pregunto Kakkarotto

-Claro que si- respondio Vejita

Kakkarotto se sento en la cama e hizo que Vejita se aferrara a su espalda mientras comenzaba a moverse; lo cual provoco que ella gimiera en su oido. Al parecer esto le gusto, ya que se movio aun mas rapido

-Vejita... Creo que voy a...- dijo Kakkarotto entre jadeos

-Yo tambien... Kakkarotto- dijo Vejita intentando sujetarse de su espalda

Unos segundos despues, Kakkarotto se aferro fuertemente a la cintura de Vejita al momento de llegar al climax

-Vejita... Eres increible- susurro Kakkarotto

-Tu lo eres mas... Kakkarotto- dijo Vejita

-Oye... ¿Quieres una fresa?- pregunto Kakkarotto

-Claro que si- respondio Vejita

-Bueno... Vamos a la piscina y ahi comemos unas cuantas- dijo Kakkarotto

-Me parece perfecto- susurro Vejita

Un amor de saiyajines puede ser eternoWhere stories live. Discover now