Capítulo Tres.

3.2K 239 19
                                    

"Remembranzas"

Te recuerdo así
Jugando a enamorar
Vanidosa, caprichosa ideal.

Simón

Volví a mi casa esa tarde después de haber comenzado -por fin-, el proyecto de Diseño.

Entré a mi habitación evitando el interrogatorio de mi hermana y el de mis padres, porque mi Santa madre se encargó de contarle los detalles a mi padre cuando éste regresó del trabajo.

Me tumbé en mi cama con la vista al techo; como la había visto a ella esa tarde, no podía dejar de estar confundido. Mis pensamientos empezaron a divagar en los sucesos de los últimos años de mi vida. Y es que desde hace un tiempo al día de hoy no he tenido la oportunidad de analizar mi situación.

Fue cuando mi mente aterrizó en mis años de secundaria, al lado claro, de la siempre indiferente Ámbar Smith.

Flash Back

Estábamos en segundo año de secundaria. Ese día me encontraba en la cafetería con el equipo de fútbol; algunas de las novias de los integrantes del equipo, que por cierto eran las animadoras durante los encuentros, nos acompañaban en varias oportunidades.

Nuestra mesa era la más grande; donde muchos de los alumnos del cuerpo estudiantil quisieran estar. Yo era el capitán del equipo, por lo que era más acosado por un sin fin de chicas y para colmo "El club de fans OFICIAL de Simón Álvarez".

Adolescentes que no tenían nada que hacer y se la vivían mandándome cartas estúpidas de amor, dulces, chocolates y, en mi cumpleaños; ositos de peluche, fotografías, y llaves de sus casas para "que las visitara a la hora que quisiera".

Chicas descerebradas que sólo querían que las calentara en la cama por un par de horas...

Si tan sólo me conocieran...

La plática era siempre la misma, cuando estábamos solo los chicos nos contábamos de nuestras conquistas, sobre alguna chica y cosas así, siempre tonterías de machos que no tenían nada más que hacer que contar con el orgullo pintado en sus estúpidos rostros, cuanto había gritado de placer la chica de turno.

Eran unos idiotas... ¿cómo podían ser así?

Esa mañana el lugar estaba a punto de reventar de gente; de repente la puerta se abrió y todo el mundo guardó silencio, incluso los cocineros dejaron de servir y atender a los alumnos.

¿Y como no? Si ahí hacía acto de presencia la persona, tal vez después de los maestros, más odiada y a la vez envidiada por todos.

En especial por las chicas...

Ámbar Smith se fue acercando a la fila de alumnos que esperaban ser atendidos, con su semblante tan característico, frío e indiferente; cada par de ojos en la cafetería miraba cada movimiento de la chica. Ella tomó una charola, no esperó a que la sirvieran, ni siquiera se formó, se sirvió un poco de espaguetti a la boloñesa y tomó una soda.

Creo que no mencioné el hecho que estudiábamos en una de las secundarias más prestigiosas de Buenos Aires. Por lo que servían comida algo fina para un simple almuerzo.

Se sentó en la única mesa que sobraba y empezó a comer... sola.

Como siempre...

Todos la observábamos a la expectativa de que hiciera algo, pero sólo comía; así que poco a poco regresaban las pláticas en cada una de las demás mesas.

-"Esa chica sí que tiene mal genio".- dijo Nico. Sí, adivinaron, a él también lo conozco desde antes.

-"Pero sí es muy hermosa... está caliente... ¿no creen?"- dijo Benicio, un chico algo despistado pero buena onda. Seguramente lo decía en chiste, imitando a los demás.

FRÍA COMO EL VIENTO                                          |SIMBAR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora