FRÍA COMO EL VIENTO |SIMBAR|

Capítulo Seis.

"Tengo todo excepto a ti"

Me sobra juventud
Me muero por vivir
Pero me faltas tú

Simón

¡Mierda!

¿Quién demonios interrumpió el momento más importante y glorioso de mi vida?

¿Quién osó a interferir con mi felicidad?

Miré por la ventana del copiloto y la reacción de Ámbar fue aventarme bruscamente a mi asiento mientras se arreglaba el cabello con ayuda del espejo retrovisor. Seguía sorprendido y frustrado por saber quien arruino mis planes.

La puerta se abrió al tiempo que una mano se extendió desde el exterior para sacar a Ámbar del coche, y fue que mi curiosidad surgió y yo también baje del vehiculo.

-"Hola hermano, que sorpresa tan grande, ¿qué te trae a Buenos Aires?" –dijo Ámbar un tanto nerviosa al sujeto que estaba con ella.

-"¿Se puede saber qué hacías con este mocoso, enana?"

Y me di cuenta de quien podría ser el tipo, ¿quién más me llamaba mocoso? Nada más y nada menos que...

-"Vaya vaya, pero si es Pedro Smith".- dije mientras tomaba la misma posición que él, de brazos cruzados e imitando su mirada altanera.

La luz de la casa hacía un poco difícil saber quien le hablaba al hermano de Ámbar así que tuvo que enfocar bien su mirada aunque ni así me reconoció.

-"¿Quién rayos eres tú?" –preguntó con su buen humor característico.

-"Que rápido olvidas a la familia, cuñado"

Los hermanos se sorprendieron por la palabra que había empleado mientras me acercaba a donde estaban ellos para que pudiéramos apreciarnos mejor.

Pero era verdad, Pedro estuvo a nada de ser mi cuñado, pues al igual que Ámbar y yo, Pedro y mi hermana Delfina se conocen desde pequeños, con la diferencia claro, de que ellos eran inseparables. Estudiaron en las mismas escuelas, aprendieron a tocar el piano juntos; la pintura y la cocina fueron también de las habilidades que desarrollaron ambos en diversos cursos.

Mi mamá estaba encantada, ya que pensaba que cuando ambos fueran lo suficientemente grandes se comprometerían para casarse, pero ese día nunca llegó; Delfi optó por estudiar Relaciones Internacionales, mientras que Pedro – al ser el heredero mayoritario de la industria automotriz de su padre – estudió Diseño y Arquitectura. Aunque eso no impidió que la amistad con mi hermana se viera afectada, y a pesar de que ahora el mayor de los hermanos Smith vive en el otro extremo del mundo, sigue habiendo una constante comunicación.

Sin embargo, supongo que no entendieron que me refería a la relación que Pedro mantiene con mi hermana, y no la que yo mantengo con Ámbar.

Aunque por mi parte estaría más cerca de lo que creen, si tan solo ella me dejara... pero ese sería otro de mis grandes sueños.

-"¿Y se puede saber qué haces con mi hermana, mocoso?".- espetó lo más altanero posible.

-"Fuimos a pasear".- contesté de la misma forma.

-"Pues yo no vi eso".- arrastró las palabras, retándome con la mirada.

-"Es porque nadie te invitó a la cita; simplemente por eso".- mascullé, sosteniendo la mirada.

Ámbar también participaba en este juego de miradas desde atrás de su hermano. Pedro tenía la mirada muy pesada, sus ojos aceitunados mostraban enojo y por un momento me comenzó a doler la cabeza... este hombre tenía poderes psíquicos... de eso no había duda, pero si fueran potentes, mi cerebro ya habría explotado en mil pedazos y se hubiese escurrido por mi nariz y por mis orejas... y... y...