"Entrégate"
Cómo te atreves
A mirarme así
A ser tan bella
Y encima sonreír
Mía, hoy serás mía por fin...Ámbar
¿Qué pensaba al proponerle eso a Simón?
Espero que no hayan sonado tan comprometedoras mis palabras.
Aunque no sé por qué me he puesto nerviosa y sentía el rostro tan rojo, supongo que por la fiebre que me estaba dando a causa de pasar tanto tiempo bajo la lluvia. No lo sé, pero cuando aceptó mi ritmo cardíaco se aceleró. Comencé a guiarlo por las calles del barrio, una sensación de paz invadió mi ser, quizás se debía a que me encontraba abrigada por su gabardina que tenía impregnado el aroma de su perfume, era tan delicioso... tan... relajante. Inconcientemente una sonrisa dilatada apareció en mi rostro.
El viaje al complejo de apartamentos se me hizo de lo más lento, a pesar de estar cerca del parque, aún así, me sentía bien estando ahí... con él. De pronto el auto se detuvo, y abrí los ojos para saber qué pasaba, fijé la vista al frente, y efectivamente ese era el lugar que le había indicado a Simón.
-"¿Es aquí?".- preguntó mientras recargaba sus brazos en el volante y miraba el edificio.
-"Sí, aquí es".- le respondí en voz baja, viendo a través del vidrio.
-"Le preguntaré al guardia si tiene una sombrilla para que no te sigas mojando. Espera aquí, por favor".- pidió Simón mientras salía del vehiculo rumbo al vestíbulo del edificio.
¿Por qué demonios tenía que ser tan irremediablemente atento? Le iba a decir que no había problema en eso, ya estaba toda mojada; un tramo más no me haría daño, pero fue más rápido él en salir, así que sólo vi como se dirigía al lugar. Todavía en mi mente me seguía preguntando ¿qué era lo que realmente quería Simón Álvarez de mí? ¿De verdad quería ser mi amigo? ¿Por qué le importo? ¿Por qué le importa tanto acercarse a mí si es que realmente es como los demás idiotas?
La puerta de mi lado se abrió y ahí estaba él con una sombrilla cubriéndolo, aunque también estaba mojado por la ida y sus cabellos estaban pegados a su rostro. Pequeñas gotas caían de sus mechones y resbalaban por sus mejillas de piel bronceada... sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos de mí, además de que podía sentir la cara enrojecer en ese mismo momento. El calor subía en mí, y se agolpaba en mi estómago como una extraña explosión.
Una mano tibia se posó en mi frente y regresé la mirada a la persona que esperaba afuera de mi puerta.
-"¿Te sientes bien?".- su voz me trajo de vuelta a la realidad y creo que si me pusieran junto a unos tomates me confundirían con uno. Aparté su mano de mi frente, pero fue peor, ese contacto hizo que me estremeciera más, como si un cubo de hielo bajará por mi espalda... o peor, por otras partes.
-"Sí estoy bien, gracias".- traté de sonar lo más amarga posible, no quería que notara que estaba nerviosa por sus acciones. Suspiró y me extendió la misma mano para que saliera del coche. No me quedó otro remedio más que aceptarla, y otra vez esa sensación de nerviosismo se apoderó de mí. Me puse bajo la sombrilla que sostenía en alto y caminamos hasta el vestíbulo del edificio. En cuanto entramos me separé de él, puesto que la cercanía con su brazo me estaba volviendo loca. El guardia del edificio nos sonrió y Simón le devolvió el paraguas.
-"Buenas tardes señorita, ¿se encuentra usted bien?".- ¿por qué todo el mundo me pregunta eso?, ¿acaso soy tan obvia?-"¿A qué departamento van a ir?".- nos preguntó con algo de suspicacia, pues seguramente conocía a todos los habitantes del edificio.
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FRÍA COMO EL VIENTO |SIMBAR|
Fanfiction"Fría como el viento, peligrosa como el mar, dulce como un beso, no te dejas amar, por eso..."? ✨Esta maravilla de historia pertenece a Ángel Zafiro. Yo solo me dedico a adaptarla, espero que les guste!.✨