Cap 2

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El doctor me echa una crema extraña en mi vientre. Coño que la crema estaba fría, se me eriza la piel de lo frío que está esa crema. Luego de que me echa la crema, me expande con el aparato.

Todavía no me lo creo, voy a ser mama, voy tener un hijo, a tan poco tiempo de terminar el instituto, tenía toda mi vida planeada y ahora me vienen con esto de que estoy embaraza, eso no estaba en mis planes. Claro que quería ser madre, pero no a esta edad.

La voz del doctor me sacó de mis pensamientos.

—Tienes 3 semanas... —Se detiene, viendo un poco sorprendido la pantalla. Veo su cara y luego dirijo la mirada la pantalla y no entiendo nada de lo que se ve en ella— Son dos...

Ya va...

¡¿QUE?!

SON DOS BEBES

La madre de Karen y Karen quedaron igual de sorprendida que yo. Más sorprendida que yo imposible, yo estaba en estado de shock.

No me lo puedo creer si ni siquiera ha entrado en mi cabeza que estoy embaraza, menos va entrar que estoy embarazada de DOS bebés, es enserio....

—¡¿Qué es enserio?! —Karen se acercó a intentar ver en la pantalla, mientras que yo me quede estática, en la camilla.

Me quedé mirando al piso, preguntándome

¿Cómo puede ser posible que yo esté embarazada?, no de uno si no de do... ¿Eso es imposible?.

—Usted tiene algún familiar que tenga gemelos —pregunta el doctor, mirandome a mi, yo subo mi mira esta el, pero no respondo.

—Sí, ella tiene hermanos gemelos —Responde la madre de Karen, la cual se acerca a mí y pone su mano en mi hombro, como apoyo, aunque eso no me salvaran del regalazo que me va a dar mis padres. 

El doctor me siguió, haciéndome preguntas. Preguntas a las cuales las respondieron la madre de Karen y Karen. Yo no me sentía con ganas, ni de hablar y ni de escuchar nada, tan solo quería llegar a casa...

¡MIS PADRES! Tengo que contarles que estoy embarazada, ay yisus aiudame por favor

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Estuve todo el camino de vuelta a casa, callada y eso es muy raro, ya que yo hablo más que un loro, mi madre hasta me manda a callar.

Llegue a mi casa y me despedí de Karen y la madre. Karen me abrazo muy fuerte, ella se dio cuenta de que no me sentía nada bien. En verdad ese abrazo me ayudó a reanimarme un poco, lo necesitaba.

Suspiro y abro la puerta, me encuentro con mis hermanos, que viene qué dirección a mí, a abrazarme.

Ya llegaron mis padres

—Hola hija ¿Cómo las has pasado todos estos días que no estuvimos? —pregunta mi madre abrazándome—Te noto extraña, ¿Quieres hablar conmigo? —Suspiro asiento.

—También quiero hablar con papá —Esto promete.

Mi madre mando a mis hermanos a su cuarto. Los cuales reprochaban, pero a la segunda advertencia, decidieron hacer caso.

Nos sentamos en el sofá, yo me quedé mirando el piso, encontrando las palabra perfectas para poder empezar. No sé cómo comenzar, de verdad no sé cómo empezar. Nunca me imaginé estar en esta situación.

—Ayer...Me desmaye y me llevaron al hospital —Estaba jugando con mis dedos de lo nerviosa que estaba, pero sin despegar la mirada del suelo.

—¿Estas bien mi amor? —pregunta mi padre preocupado.

¿¡UN BEBE!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora