Cap 22

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AVISO
LEERLO HASTA EL FINAL .

ETHAN

Salgo del hospital, el fuerte viento de enero golpea con ansias mi cuerpo. Tiene toda la pinta de que va a llover, pero tanto las nubes como yo aguantamos las ganas de expulsar aquellas aguas.

Todo en mi mente es un caos, nada esta bien, nada.

La idea de que Nathalya, no estará para decirme, que debo levantar la ropa que dejo tirada;  regañar cual madre se tratasé, ya sea por que dejo un desastre, cuando cocino, por que no cocino como debía ser.

Una leve sonrisa se asoma por la comisura de mis labios, llena de nostalgia.

Ay Nathalya.

Deslizó mis dedos por mis ya largo cabello, hasta llegar al cuero cabelludo, templando de este con todas mi fuerzas; descargando en el toda mi furia.

Esto no es verdad. Todo esto debe ser una maldita mentira de los doctores.

De seguro no la atendieron bien cuando llego... O cuando estaba en la sala de parto. Suspiro. Esto tampoco tiene sentido...

Que desgracia la mía.

Voy caminando alejándome de hospital, con grandes zancadas, como si alejarme del hospital iba a deshacer todos mis putos problemas.

Cada vez más intensificó mi agarre en mi cabello.

No me importa quedar calvo, ya nada importa, igual la vida es una total y completa basura.

Pensé que Nathalya era la indicada, aunque le faltara una ferretería completa, la quería conmigo, que ella cuidara de mi, y yo cuidara de ella. Pero ya veo que eso no sucederá... La vida,  el universo, Dios, como lo quieran llamar, tomo la decisión de alejarla de mi. Ellos pensaron que lo mejor era separarnos, llevarse a Nathalya de nuestra vida; DE MI VIDA.

Cuando todo me comenzaba a salir bien en la vida, cuando por fin encontré aquello que carecía, la vida decidió darme una patada por el culo y mandarme a la mismísima mierda.

No se con quien estoy tan molesto, pero de una u otra forma, quiero desahogarme con alguien. Quiero gritar, patalear, golpear, como todo un niño pequeño; a lo mejor lo siga siendo y lo escondo en esta imagen de adulto.

Aprieto mis puño con tanta fuerza, que mis nudillos deben estar blancos. Tenso la mandíbula, sin poder evitarlo, la rabia se apodera de mi.

¿Que voy hacer? Me repito una y otra vez. Tengo en mi cargo tres bebes, recién nacidos, los cuales no se merecen un padre tan descuidado como yo.

Veo todo a mi alrededor, encuentro en el un solitario banco. Decido ir a sentarme. Trato de llegar hacia el; pero, en mi memoria van pasado flashback de cada momento que marco mi vida gracias a ella, por sus niñerías, sus regaños, su risa, sus mejillas rojas, su pequeña nariz, sus pestañas las cuales eran muy largas (con ellas, recordé cada momento en que me pedía algo, por más bobas que fueran), pero sobretodo sus hermosos ojos grises, que cuando de se enojaban, obtenía un torno verde, pero si se contentaba y se volvía azules; o cuando estaba cansada, siempre me gustaba ver como se iban cerrado poco a poco.

*Flashback

Ella gira la manilla de su departamento para introducirse en el, y yo le sigo el paso.

—¡Me quiero morir! —Grita escandalosa, acostándose en el mueble de su mini sala.

Cierro la puerta a mi espalda, con seguro. Me dirijo a su lugar y la encontró dormida en el mueble. Me sorprende la rapidez, con la que logra dormir.

¿¡UN BEBE!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora