Me encuentro acostada en la cama, con las luces de la habitación apagadas, la única luz que hay proviene de mi celular.
Me intriga saber cómo se lo está pasando Ethan, ¿Se están llevando bien todos? Me preocupa el que no esté disfrutando del momento con su papá y que se vuelva un caos la cena.
Ethan lo quiere mucho, el dice que todos los recuerdos que tiene junto a su papá son buenos, pero después de que se divorciaron sus padres no lo volvió a ver y muy pocos era la veces que lo llamaban. El sintió un abandono, y de ahí le tiene mucha rabia.
En cambio Apolo, no recuerda nada sobre su papá. Para el su papá es su tío. Y aunque la Sra Sharon tiene actualmente una pareja, los chicos lo ven como eso, su pareja.
Mis párpados cada vez pesan más, siento ya mis ojos algo irritados por la luz que proyecta el móvil. Así que lo mejor que me queda por hacer es apagar el móvil y dormir de una buena vez.
Al dejar el móvil en la mesita coloco mis manos en mi barriga, acariciando esta con pequeños y grandes círculos.
Tenia pensado esperar a Ethan, pero el sueño me venció. Voy a tener que esperar a la mañana para que me cuente que tal le fue.
Sin necesidad de abrazar a alguien, me quedo rendida.
Al cabo de un rato –no sé cuánto– Siento como el otro lado de la cama se hunde haciéndo que yo reaccionará, girando mi cuerpo hacia el, abriendo los ojos. Veo como el apuesto hombre, el cual todavía se está posicionando a mi lado, me sonríe con ternura. Cierro los ojos y extiendo mis labios, regresando el gesto, pero con pereza.
Posiciona su mano en mi cadera atrayendo su cuerpo algo frío, al mío que ya se encuentra más calentito.
Sus ojos me penetra con una pizca de paz, alegría y algo de alivio, alivio de estar aquí conmigo. Me planta un pequeño beso en la frente.
—Duerme ya —susurra.
Le hago caso y vuelvo en lo que me había desviado.
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La consciencia vuelve a mi, despertado cada extremo de mi cuerpo. Abro mis ojos poco a poco, dejando que se adapte a la luz del sol.
Tengo ante mis ojos a Ethan dormidito. Es algo que no veo todos los días, ya que el que se levanta primero.
Su cabello está revuelto, donde algunos mechones caen en su frente; sus ojos descansan muy pacíficos, sus mejillas, una apoyada a la misma almohada que estoy yo, sus labios entre abiertos, con un tono rosa pálido. Luego se encuentra su garganta con su manzana, aunque no se note mucho, su torso desnudo, abrigado por las sábanas y cobijas.
Esta muy entretenido el paisaje.
Repaso una y otra vez la mirada por su rostro detallando todo de el.
Un gran suspiro entra por su boca y sale por su nariz, abriendo levemente sus ojos. Su mano se remueve en mi cadera, verificando el que sigo ahí en la cama.
—Buenos días —con una grave voz me saluda, acompañado de una peque sonrisa.
Se estira levemente, cerrando por un momento sus ojos y para terminar suelta un bostezo.
—Buenos días —susurro, mostrando una gran sonrisa— Es maravilloso verte dormido.
Este ensancha más sus labios. Sus hinchados ojos me observan con alegría.
Llevo una mano a su mejilla acariciando su pómulo con mi pulgar, el abraza el torso de mi mano con la suya.
—Para mi es un placer verte todos los días despertar, comer, pestañear... ver crecer la barriga —acaricia mi barriga—. En pocas palabras, es un placer estar a tu lado siempre que puedo.
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¿¡UN BEBE!?
Teen FictionMuchos se molestan porque las cosas no suceden como ellos esperan que sucedan, que no entiende a la vida, ¿por qué me suceden cosas como estas? Yo también me hacía esas preguntas, aún nose que espera la vida de nosotros o nosotros que tenemos que es...