¿¡UN BEBE!?

Cap 3

POV ETHAN

Acaricie su mejilla, ella cerró los ojos, se ve tan tierna, con sus mejillas rojas, eso labios carnosos, que me encanta y...

—¡Corte! —Grita el director.

Y se fue todo a la mierda

Esa chica sí que es una buena actriz, porque para convertirse en una persona tan adorable, sensible, cariñosa; cuando no le llega, ni a los talones al ser amable. 

—Oye, te invitó a comer un helado, o lo que tú quieras  —Se acerca a mí de forma sexy. retrocedí unos pasos, desviando la mirada hacia otro lado. 

Pero no resisto y mi mirada se regresa al cuerpo de esta, tiene unas nalgas, que uffs, esos pechos que no jueguen, son perfectas... Me relajo, no valla hacer que me de una erección, por estar de pervertido. 

Ella podra ser una modelo, con todo ese cuerpazo, pero no la soporto y no voy a gastar más mi paciencia en ella. Estuve con ella en una relación formal, pero solo por la grabación y por qué las personas decían que nos veíamos muy bien juntos,  pero no la soporté más; cada día estaba peor que el anterior.

—Tengo muchas cosas que hacer se para luego  —Me volteo, dejándola sola y me voy.

Si tengo muchos planes, como por ejemplo llegar a mi casa agarrar un bote de helado y acostarme en mi cama a ver Netflix... Son todos mis planes. Pues es mi dia libre, no lo voy a desperdiciar.

—Bueno chao. —Grita mientras que yo me limito a responder, siguiendo con mi camino 

Salí del estudio, estaba lloviendo. Así que decidí esperar a que escapé. No traje paraguas y no me pienso mojar.

Solo espero que...

—Hey te acompaño a esperar a que escampe.  —Su voz se escucha tan angelical, pero es todo lo contrario.

No me queda de otra, que irme bajo la lluvia. Sin decir nada más, me fui lo más rápido de ay. 

Y mi carro no esta nada cerca.

Cuando estaba a nada de mi carro. Me choque con alguien. Caigo enésima de esa persona, abrí mis ojos y... vi a la misma chica de la fiesta.

—Quítate que nos aplastas.— La chica rodó un poco y me tiro a la calle, fuera de la sera, yo caí en un charco, me embarre todo de lodo.

Estoy tan dolorido, esa caída fue dura... adios a mi cuello costilla, y todo lo que se haya quebrado a través de mi caída.

Espera estoy en la calle, donde, cualquiera persona me puede ver... Y en cualquiera, entra los paparazzis. Me levanté rápidamente y me subí a la será, donde estaba la chica. Ella trata de pararse, así que como el buen caballero que soy, la ayude. Cuando la estoy ayudando ella suelta una risa burlona.

—Estoy guapo¿No? —Ella asiente, sin dejar de reir.

Yo soy hermoso hasta con lodo, todo se adapta también a mi. Ella se ve tan bella, sonriendo.

—Oye, cuando nos vimos por primera vez no me dijiste, cómo te llamabas y quiero saberlo  —Ya  me lo sé, pero igual quería preguntárselo. no quiero parecer un acosador, antes de establecer cualquier tipo de relación con ella.

Me lo se gracias al que el día después de la fiesta, encontré en el piso su cedula de identidad.

—Nathalya. —Responde algo incómoda

Nathalya María Smith Cocks... si me lo aprendí, hay algún problema.

—¿Cuál era el tuyo? —Indaga inclinando un poco la cabeza.

¡¿Qué?! Esto es una broma, cómo puede olvidar mi nombre, es imposible que olviden mi nombre.

—Es una broma ¿No? Es Ethan ¿Cómo se te puede olvidar? —Respondí algo ofendido. 

Ella solo se limitó a inclinar un poco la cabeza.

—Ethan Howland, el cantante, modelo y actor ¿No te suena? —Puso su mano en la barbilla pensativa —Bueno no importa...Y esas maleta —Señaló a las dos maletas que tenía tiradas en el piso.

—Es...Por qué me estoy mudando a un departamento que queda lejos de aquí, así que tengo que seguir mi camino, antes de que me agarre otra vez la lluvia —Levantó sus maletas y casi se iba pero yo la detuve.

—¡Yo te llevo!...Claro si tú quieres —ella se quedó pensando por un segundo y luego asintió.

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Ahora que lo pienso mejor ella dijo algo como «Quítate, que nos aplastas»

Es «Que me aplasta» o «Que nos aplastas» debí de haber escuchado mal. Dejemoslo hasta, yo me enrollo más que una persiana.

Mi madre siempre me a dicho que sirvo para ser un detective, siempre le doy vueltas a las cosas.

—Hey avanza, ya la luz cambió a verde —Me saca de mis pensamientos con su dulce voz, yo acelero.

—Oye... ¿Por qué cuando caí encima de ti, dijiste «Quítate, que nos aplastas» —Indago sin dejar de ver el camino. Dejo de ver por la venta para verme con esos ojos grises...

—Bueno porque nos aplastabas —Su respuesta fue tan obvia.

Creo que debo ser mas directo.

—¿Nos?... —Fruncí el ceño— ¿No eres solo tú?

Ahora que lo digo en voz alta, tiene coherencia...

¡ESTA EMBARAZADA! Puse mis ojos como plato, ella hace una mueca, mira al piso del auto y asiente.

—No estás un poco joven, como para tener un bebé —ella me vuelve a ver, sus palidas mejillas ahora está un poco rojas.

—Es que no es uno —fruncí el ceño— Son dos —Declaró apenas audible.

—Wow, enserio —Estaba tan impresionado, que no me lo creía —Y el papa lo sabe... —ella tan solo suspiro y volteo a ver por la ventana— Ahh...Lo siento, no quería que te sintieras incómoda, en verdad.

—No, no es eso, si no es que... No sé quién es el padre. —Solo se quedo admirando el paisaje, se le veía algo melancólica.

Volteo a verla ya que estaba en un semáforo en rojo. Veo como ella tiene puesta su mano derecha posada en el hombro izquierdo. Como su cabello negro tapa una parte de su rostro, su piel pálida, sus labios carnosos arrugados, su nariz roja del frío, esos ojos grises, tiene sus ojos hinchados como si hubiese llorado, su mirada apagada, sus pestañas mojadas, como si fuesen hojas de árboles a lo cuales le cayeron agua... 

No lo pensé dos veces y le ofrecí mi abrigo, a de tener frío por la lluvia. Saco de la parte de atrás del carro mi abrigo el cual se encuentra tirado en el piso, al tocarlo siento como el calor del abrigo se sumerge por mis dedos, para luego calentar el frío cuerpo de esa chica la cual, llena de tristeza esta. 

Me sacan de mis pensamientos unos pitos de los autos.

Nos quedamos en silencio, en todo lo quedó de camino, hasta que llegamos al departamento de ella, la ayude a bajar sus maletas y llevarlas hasta el depa.

—Esta es... —Dice deteniéndose enfrente de una puerta.

Nos paramos enfrente de la puerta en silencio.

—Mmm...Gracias en verdad por traerme hasta aquí y traerme mis maletas —Ella se ve tan penosa, es como si me estuviera estorbando, cuando en verdad no es así, ella no me estorba, todo lo contrario.

—No es ninguna molestia —La miró directamente a los ojos, quedándome sumergido en el gris de sus ojos.

Ella despega su mirada de la mía y busca en sus bolsillos su llave abriendo la puerta de su departamento.

—Oye que tal si me das tu número de teléfono y yo otro día te invito a comer un helado o algo por el estilo y nos vamos conocemos  —Ella lo pensó por un momento y luego accedió.

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