15 DÍAS, UN VUELO Y UN CAFÉ. ( 2 temporada de bullying joel pimentel)

Día 8

Me encuentro sentada en la sala de espera del aeropuerto, mientras mi padre lleva el equipaje para que lo revisen. Tanner se sienta a mi lado y sonríe como si fuera una situación chistosa.

- Se te dañaron los planes con Pimentel – dijo en tono de burla. Y ese pequeño comentario fue suficiente para explotar en rabia.

- Fuiste tú ¿verdad? Claro me seguiste y le contaste a mi padre. Pensé que tal vez era más importante nuestra amistad y que eras lo suficientemente inteligente para ver la realidad de las cosas - dije y el simplemente guardo silencio.

Tome mi celular y le envié un mensaje a Joel "nos vemos en la cafetería".

- Padre voy al baño, ya sabes cosas de chicas – le avise y el asintió.

Salí del aeropuerto lo más rápido que mis pies me permitieron. Tome un taxi, por suerte tenía dinero a la mano.

Mientras el auto avanzaba me apoye en la ventana, el aire jugueteaba con mi cabello, en otro momento esto me hubiera molestado pero ahora tenía más cosas en que pensar. El cielo estaba algo opaco, pero así lo encontraba hermoso. Pasamos por un parque habían niños jugando y corriendo por todas partes se les veía tan felices que desee volver a ser la pequeña niña de 5 años que salía a jugar con sus amigos al atrapado, que temía jugar al escondite en la noche pero alguien le decía que todo iría bien y ella le creía porque los amigos no mienten, o eso pensaba.

Ojala hubiera tenido siempre presente que las personas entran y salen de tu vida, no puedes aferrarlas a ti o tal vez tu no debes aferrarte a ellas. Debes ser independiente y tus secretos guardártelos solo para ti, no buscar un lugar para depositarlos, solo contigo están seguros.-eso hubiera sido útil- pensé. Pero "hubiera" hace referencia al pasado y ya no lo puedes cambiarlo, ya no hay forma de retroceder, lo hecho esta hecho...

El taxi se detuvo y enseguida Salí de mis pensamientos y baje del auto, estaba a una cuadra de la cafetería así que camine. El aire era frió tan intenso que sentía que me helaba hasta el último hueso. Cruzaba al otro lado de la calle, iba en la mitad cuando escucho un grito me gire y vio a una niña de unos 10 años, pelirroja y delgada, estaba tirada en el piso, a su lado estaba otra niñas y dos niños más, al parecer todos de la misma edad. La niña que estaba de pie tomo el bolso de la pelirroja y arrojo todo lo que contenía, uno de los niños pisaba y pateaba las cosas, lanzándolas muy lejos y el otro niño la golpeaba... la golpeaba a ella, la pelirroja lloraba y trataba de gritar.

Me quede perpleja, una lagrima me corría por la mejilla, era como si me estuviera viendo a mi hace tres años, tirada en el piso con Joel y sus amigos golpeándome. Sabía lo que debía estar sintiendo esa niña, quería hacer algo pero no podía, algo me detenía, no podía avanzar, de pronto escuche - ¡ten cuidado!- Era una voz con desesperación, mire hacia un lado y vi un auto a toda velocidad, venia directo a mi sonando la bocina y en menos de un segundo sentí el fuerte impacto y Salí disparada por el aire, no alcance a tomar un respiro más cuando choque contra el suelo y todo se puso negro.

NARRA JOEL.

Recibí el mensaje de ____ , fui hasta la cafetería y me senté en la misma mesa de siempre, tome el celular para mirar la hora 3:15 pm. – No tarda en llegar- pensé.

Mire la vitrina repleta de postres, todos demasiado provocativos. Me fije en que todas las miradas se dirigían hacia afuera. Sentí curiosidad y mire por la ventana. Vi un auto negro atravesado en la mitad de la calle, casi es chocado por otro que venia a toda velocidad pero por suerte este alcanzo a frenar. Más allá de los autos había un círculo de personas con sus cabezas mirando hacia el piso. Salí de la cafetería y me dirigí hacia ellos, me abrí paso entre la multitud como pude.

- No...no...no ____ - grite al verla tirada, con sangre saliendo de su cabeza y su ropa un poco rasgada. Estaba inconsciente y se veía tan frágil, escuche el sonido de las sirenas. - ya viene la ambulancia, todo irá bien- dije, pero me di cuenta que solo en mi interior.

Llegamos al hospital, la bajaron rápidamente y corrieron con la camilla por los pasillos.

- Joven ya no puede seguir – me dijo una enfermera.

- ____ - tome su mano – prometí que nos encontraríamos, prometí que te esperaría y... eso es lo que voy a hacer, aquí estaré esperándote. Tranquila todo irá bien... todo irá bien – lo último lo dije más para mí que para ella.

Me senté en una silla azul de las que habían en el pasillo y llore. Llore porque la vida es injusta, ella no merecía estar ahí, ya ha sufrido demasiado. Estos tres años que estuvo lejos de mí no le pasó nada, pero en cuanto la encuentro de nuevo, todo empeora, se vuelve un caos. – no Joel, no es tu culpa- decía mi subconsciente.

- Si, si la es – grite esta vez en voz alta y llame la atención de las personas que pasaban por allí, pero eso no importa, ya nada importaba más que ella.

y es que, es sorprendente como la vida puede dar un giro y poner todo patas arriba, por que hace unas horas ella estaba sentada en una sala de espera aguardando para abordar su vuelo y ahora yo estaba en una sala de espera desean que como dije, todo vaya bien.