Tessa, una joven de 17 años que vivía en Los Ángeles, se muda a Canadá por la empresa de sus Padres. Y su vida cambia cuando conoce a Dylan un chico malo, que lo único que hace es salir con miles de chicas.
Ya han pasado dos años, desde que salgo con Jon, y desde luego, ya tengo 20 años, sip soy muy mayor. Ahora vivo con Jon en una gran casa, que pagamos los dos, ya que ambos trabajamos en la Empresa de mi Padre. Él que gentilmente nos dejo ese puesto para nosotros dos. Estos dos años fueron los más felices de mi vida. Evan se mudo con Kendall, he incluso se casaron. Ese día fue el más lindo de mi vida, en especial porque Evan estaba muy feliz. Y yo obvio, como su hermana, estaba orgullosa de él. Claro que él también trabaja con nuestros Padres, y en un rango muy, pero muy, alto, y casi todos nos esforzamos, por hacer lo mejor en la Empresa.
-Oye, Tess- escuche que me llamaba Jon.
-¿Qué sucede, amor?- pregunte.
-Pues, solo quería decirte que te invito a cenar esta noche. Solo tengo que decirte algo importante.
Me quede viéndolo, para ser sincera, no parece nada convincente lo que dice, así que yo solo asentí. Él me sonrió, y fuimos hasta nuestra nueva casa, ya que la anterior resulto ser un tanto incomoda para ambos. Cuando llegamos a nuestra casa, él busco entre sus cosas un maletín, y salió para la Empresa, pues estaba vez a el le tocaba trabajar en la tarde, a mi me tocaba tan solo el turno tarde. Para mi suerte solo me tocaba el turno mañana, solo eso. Para mi bella suerte, me queda solo dos meses de trabajo, ya que después salgo de vacaciones así de fácil. Mi casa nueva es así.
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Como iba a estar sola en la casa, invite a Evan, ya que Dylan esta trabajando. Y como Evan hoy tiene día libre, pensé que podría vine y hablar. Cuando el llego me saludo con un abrazo.
-¿Cómo estás con Kendall?- le pregunte.
-Pues, vas a ser tía- dijo riendo.
Yo casi me desmayo, lo abrace y le dije felicidades.
-¿Por qué no viniste con ella?- pregunte.
-Pues, hoy fue con su hermana, para el doctor- dijo- Voy a ser papá no lo puedo creer.
-Ni yo, voy a ser tía. Si es niño lo voy a malcriar mucho, y si es niña la voy a malcriar en doble.
-Me parece bien, ¿Y si son gemelos?- pregunto.
-Pues a los dos por igual- sonreí.
El se sentó en mi desayunador, y yo le pase un vaso de agua, como el me lo pidió. Lo veía un tanto nervioso, y creó que es por lo del bebe.
-¿Estás bien?- le pregunte.
-Claro, estoy bien, y también nervioso. ¿Y si no resulto ser un buen padre?
-Lo serás, a mi siempre me cuidaste Evan- dije- Fuiste un buen Hermano/Padre.
El sonrió y bebió un poco del agua. Pasamos toda la tarde hablando de las cosas que queríamos hacer, y de los grandes proyectos para la empresa. Después de unas horas, me llego un mensaje de Jon que decía así.
