Narra GokuEl timbre sonaba insistentemente. Abrí los ojos con pereza. Tenía las cortinas corridas por lo cual no sabía siquiera si había amanecido o no, ni cuantas horas había dormido. El timbre volvió a sonar. Retiré las mantas y me levanté. Salí al pasillo. La puerta de Milk continuaba cerrada, por suerte para ella, aún dormía.
Bostecé involuntariamente cuando vi en el reloj de la sala que aún eran las diez y media de la mañana. Sólo había dormido seis horas. El timbre de la puerta sonó de nuevo.
-Voy - abrí la puerta de un tirón.
-¡Vaya!... ¡buenos días!
Una chica bajita con el cabello negro despuntado para cada lado me observaba desde el rellano de la puerta. Alzó una perfilada oscura ceja y me miró desde los pies hasta la cabeza, y ahí es cuando me di cuenta de que sólo vestía el pantalón de algodón de la pijama. Me sonrojé levemente.
-Debo suponer que eres Goku. Milk me ha hablado de ti.
La morena entró y pasó a la sin ningún tipo de problema(s). La seguí.
-Soy Ami - la chica se presentó y me tendió la mano.
-Encantado - tomé su mano - al parecer, tú ya sabes quién soy.
-Desde luego.
Nuevamente, la mirada que Ami dirigió a mi pecho desnudo hizo que me sonrojara de forma leve. Luego, se quedó largos minutos, por lo menos para mí, observando mi rostro. Yo miré sus suspicaces ojos miel.
-Bueno - dijo, parecía que ya había acabado la inspección - ¿está Milk?
-Supongo que aún duerme en su cuarto - bostecé involuntariamente.
-Oh, lo siento, ¿te he despert...?
-¡Ami! ¡¿qué haces aquí?
La Milk durmiente había llegado a la sala. Aún llevaba la ropa de anoche, que estaba totalmente arrugada, y el cabello revuelto. Venía frotándose el ojo derecho. Se veía totalmente adorable. Vaya, parece que ya pensaba como una chica. Ufff...
-¡Milita! - la morena se lanzó a abrazarla.
Gruñí internamente, ¡yo también quería!
-¿Por qué estás así? - Ami miró a Milk de arriba abajo.
-¿y tú qué haces aquí tan temprano?
-Venía a hablar contigo y este adonis me recibió.
Me sonrojé y Ami me miró de nuevo sonriendo. Entonces, Milk se percató de mi presencia y vi como operaba un cambio en su rostro. Pasó del rosa suave al rojo escandaloso. No sé si recordaría algo de la noche anterior. Sin embargo, me asusté cuando todo su rostro, y digo todo su rostro, incluido el cuello, se sonrojó. Se acababa de dar cuenta de mi pecho. Y no soy vanidoso, pero tenía un buen torso.
-Bu...u...Buenos días, Goku.
-Hola, Milk - le sonreí - bien, ahora las dejo para que hablen tranquilas, me vuelvo a la cama - eché mi cabello hacia atrás - encantado de haberte conocido, Ami.
-¡Un gusto! - la morenita me gritó de vuelta.
Me fui directo a mi habitación y no sé si fue mi subconsciente, pero me pareció oír un par de suspiros.
Narra Milk
Reí cuando las dos terminamos de suspirar a la vez. Me volví de nuevo a Ami.
-De verdad, ¿qué haces aquí?
-¡Vengo a saber de tu cita, desagradecida! Y por como vas vestida, diría que... ¿estás acompañada?
-¡No! - me horrorizé, nunca me acostaría con un baboso como Eliot - es largo de explicar, ¿me ducho y salimos por un café?