Narra Milk
-¡Te queda genial! - fue lo primero que dijo Ami cuando me monté en su Porsche amarillo canario y me quité el abrigo mostrando el vestido - ¡el azul oscuro queda perfecto con tu piel!
Ami me dio una sonrisa satisfecha y alisó su falda color salmón sobre sus muslos antes de arrancar. Estaba preciosa con esa falda y el top verde mar con adornos barrocos en los hombros.
-Me sigue pareciendo increíble que no me hablarás antes de él, ¿sabes? - le solté mientras Ami daba un frenazo ante un semáforo en rojo y yo me agarraba con fuerza al salpicadero. A pesar de que Goku conducía a más velocidad que Ami, me sentía más segura con él - por cierto, ¿cómo dijiste que se llamaba?
- Black - contestó risueña sin prestar atención a mi cara de pánico ante su estilo de conducción - y es tan maraviiiiilloso - pisó el acelerador.
-Espero que su amigo tenga una buena conversación, porque estoy segura de que me vas a dejar sola muy rápido -.
-No lo conozco. Black sólo me dijo que es su mejor amigo y que estudia medicina - Ami se encogió de hombros y giró a la derecha - ¡hemos estado tan metidos en nosotros!
-¿Medicina? ¡Como Goku! Al menos, tendré un tema de conversación con él, diciéndole que mi compañero también estudia eso. A lo mejor lo conoce.
-Por cierto, ¿hablaste con él por lo de su actitud? - preguntó Ami mientras empezaba a buscar un sitio donde aparcar.
-Sí, esta mañana, pero me mintió en toda mi cara, ¡mal de amores me dijo! - me exasperé - que había tenido un problema con un tipo.
Ami frenó levemente ante un sitio libre, pero antes de empezar a maniobrar para aparcar, me lanzó una mirada suspicaz. A los segundos, agitó la cabeza y empezó a aparcar.
-Al menos, he disfrutado hace un rato - sonreí enseñando todos los dientes posibles - él también iba a salir y estaba en el baño afeitándose. Entre con mi bata celeste y le dije que me iba a duchar mientras tanto.
-¿con la celeste? - Ami me miró con la boca abierta - ¿esa tan cortita?
Asentí - y él estaba para comérselo. Estaba tan duro y tonificado y con el cabello húmedo - suspiré. Estaba segura que tenía una expresión de tonta soñadora.
-¿Y qué has hecho? ¿Sentarte en el wáter a esperar que acabase? - Ami terminó de aparcar, pero no salió del coche. Se giró a mirarme para saber mi respuesta.
-¡Oh, no! Me quede de espaldas a él, me quité la bata y entré en la bañera. Le di una buena panorámica de mis posaderas - la sonrisa se me iba a salir de la cara. Ami abrió la boca por segunda vez en la noche.
-¡Esa es mi chica! - chocamos los cinco - ¡estoy tan orgullosa de ti! - se quitó una lágrima imaginaria.
Antes de bajar del coche, Ami comprobó su peinado y retocó sus labios con una barra rosa, que me ofreció. Lo rechacé. Con los ojos remarcados en negro y los labios con una capa de labial hidratante tenía más que suficiente.
Salimos del coche y fuimos caminando hasta la puerta. Un hombre, enfundado en un traje negro y suéter de cuello alto también negro, tapaba la puerta. Había unas cuantas personas rondando alrededor del hombre, pero éste tenía un portafolio, que miró, y luego, negó con la cabeza al pequeño grupo.
Ami se acercó resuelta, haciendo sonar sus tacones negros y agitando su pequeña cartera a juego, y le dio un par de toques al hombre en la espalda, que era a lo máximo que le llegaba. Ami parecía una diminuta gnoma al lado de ese hombretón.
-¡Ami! - el hombre se giró, alzó a Ami del suelo en un medio abrazo y le dio una sonrisa - creí que no llegabas, tus amigos están dentro.
-¿ya están dentro? ¡genial, Yon! - Ami se alisó el abrigo cuando el tal Yon la dejo en el suelo - Ella es mi amiga Milk- me acerqué a estrecharle la mano.