Un 16 de Diciembre

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Pasaron varios meses desde que la guerra se llevó consigo a miles de demonios y dioses de la muerte. La paz al fin había reinado en ambos mundos, pero los despachos de todo el mundo aún luchaban contra la falta de personal, por lo que la pérdida de memoria de William no era realmente una prioridad para sus superiores. A penas se había recuperado lo habían enviado de vuelta a realizar sus labores de siempre, no sin antes darle unas vagas instrucciones. 

A pesar del estrés de tener un trabajo relativamente "nuevo" con exageradas horas extra y poco tiempo libre, William estaba feliz de tener algo con lo que distraerse. Había pasado mucho tiempo sintiéndose inútil por no poder recordar su pasado y no poder hacer nada al respecto, el ser capaz de realizar una actividad que lo mantenga ocupado era un verdadero alivio.

Se había acostumbrado a recibir visitas diarias de Grell a su oficina y a comer a su lado durante el almuerzo, el pelirrojo ya era parte de su rutina y en parte le gustaba tenerlo a su lado. Grell era la única persona que conocía en todo el despacho dejando de lado algunas pocas excepciones y, aunque le resultara extraño, también era el único en quien sentía que podía confiar. Se había tomado el tiempo de conocer nuevamente a sus compañeros, pero no lograba sentirse realmente integrado con ninguno de ellos. Ronald Knox era el único que intentaba acercarse a él constantemente, pero a pesar de sus esfuerzos William no podía evitar sentirse extraño estando con el rubio, le costaba entender por qué alguien tan energético querría juntarse con alguien tan poco interesante como él. 

Después de firmar unos papeles decidió descansar por un momento, aunque no estaba seguro de que fuera buena idea darse ese privilegio. Imágenes del examen final se presentaron en su mente y no pudo evitar recordar con cariño sus últimas memorias antes de perderlo todo. Pensaba en Thomas, en el mes que tuvo que decidir si debía morir o no, en las peleas...en Grell. Le parecía increíble que alguien pudiera cambiar tanto físicamente con los años, aunque realmente el pelirrojo no había cambiado tanto como persona. No tardó en enterarse de los sucesos de Jack el Destripador y de todas las tonterías que el carmín había hecho, era obvio que aún era  egoísta y engreído, pero a pesar de todo le había guardado cierto cariño. Grell podría ser una persona terrible, pero también era apasionado, cariñoso y divertido. Le gustaba su forma de ser tan extravagante, tenerlo cerca y pasar tiempo juntos, Grell le gustaba mucho. 

Trató de decirse a sí mismo que aquellos pensamientos eran erróneos, que sólo estaba confundido, que estaba mal, pero entonces unos pequeños golpes se escucharon en la puerta, la cual se abrió dejando ver el rostro de su eterna perdición. El pelirrojo se hizo paso por la oficina haciendo resonar sus tacones con cada pisada para acabar arrojándose a sus brazos como siempre. En ese instante lo supo, al encontrarse sus miradas, al sentir el aroma a rosas de su rojizo cabello, se había enamorado otra vez de esa terrible persona y no tenía intensión de alejar ese sentimiento. 

-Hey, Will.- dijo el carmín energéticamente.- ¿Qué te sucede? Me miras de una forma extraña. ¿Pasó algo malo?.- cuestionó con preocupación.

-Nada, no pasa nada. Estoy bien.- respondió el moreno después de unos segundos que para Grell se hicieron eternos.- Estaba pensando en algo.

-¿Se puede saber en qué?.- preguntó el menor curioso.

-En nosotros.- dijo desviando la mirada con algo de vergüenza. Expresar sus emociones aún era un verdadero desafío para él, definitivamente tenía que trabajar en eso si quería decirle a Grell lo que sentía.

-Vaya casualidad, yo también pensaba en eso.- dijo soltando una pequeña risita.- De hecho de eso quería hablar contigo, quiero llevarte a un lugar muy especial cuando termines con tu horario.

-No estoy seguro de que pueda salir en mi horario de siempre por un tiempo, no dejan de darme horas extra sin parar, creo que me están explotando.- dijo decepcionado. 

Las Espinas de la muerte (Grelliam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora