S O B R E N A T U R A L

Capitulo 28: El Adiós

No es fácil aceptar esto, para nadie lo es.  Pero así es la vida, ¿no? Aceptar y afrontar los golpes que esta te da.

La muerte de teresa no fue en vano, ella sabia por quienes tenìa que luchar...que era por lo que amaba. Su muerte nos uniò mas, a cada uno de las sede y quienes no eran parte de ella.

-Jack....-Era Santiago sacandome de mis pensamiento.-

-Hola.-dije fingiendo o intentando fingir una sonrisa que no llego ni a media mueca.- Como sigue tu pierna?

-Bien...se recuperara pronto.

No habìa muchos temas de conversaciòn, y si los habian solo era respecto a Teresa.

Santiago carraspeo incomodo, tratando de romper el silencio.

-¿Me quieres decir algo?.-Le preguntè.-

-Si...era, era sobre lo de hoy mmm...sera en 10 minutos.

-Cierto. Han pasado los dìas tan rapido, como si el tiempo no existiera, como si no  hubiera algo que haga del tiempo algo para distinguir los dìas o "disfrutarlos". Santiago...

-Dime.

-Nunca debì dejarla sola. Nunca! Nunca! Nunca!

-Jack, hey...basta. Crees que tampoco estamos afectados por esto? Lo estamos pero no fue culpa de nadie. Tienes que convencerte que fue por decision propia de teresa que decidio enfrentar a Erick solo. Y no le estoy hechando la culpa, lo hizo para defendernos.

-Lo seee!!.-Las lagrimas no salìan de haber llorado tanto, lo unico que salia eran gritos y rabia.-Lo se...pero acaso no penso en nosotros por las consecuencias? No penso en su papa...en mi si es que tanto nos amaba.

- Basta Jack, ya discutimos esto asi que basta...

Nick entro de repente, agitado y sobre todo con prisa.

-Vamos! ya va a comenzar.

El papà de Teresa va a tirar sus cenizas del acantilado donde ella muriò. No se si soportaria un ùltimo adiòs. 

-Ya vamos.-contesto Santiago.

Solo mire a Santiago y respire hondo, tenìa que hacerlo o jamas me lo perdonarìa.

Me levante con pesadez y avanzamos. A medio camino nos topabamos con todas las personas que irian a la ceremonia de despedida, todos le cogieron mucho cariño a Teresa y sobre todo respeto, por defender esta sede como nadie lo habia hecho. Para nadie era facil esta despedida.

Llegamos y poco a poco fuimos acercandonos a pequeño jarron que se encontraba encima de una mesa en la cima del acantilado, a lado se encontraba el papa de Teresa, mirando el jarron, paciente como esperando que algo fuera a suceder en el.

Ya estando presente toda la sede, el lugar quedo completamente en silencio, excepto por unos cuantos murmullos. 

-Primeramente.-empezó hablar Shion.- gracias por estar presentes, significa mucho para mi y Teresa....-Decía mientras miraba el jarrón.- Ella nos enseño el verdadero significado de la unión y la fuerza. Teresa era y siempre será una sobrenatural, tanto en lo físico como en lo espiritual, por su gran altruismo que...que, gracias a ello estamos todos presente, pudiendo así sacar adelante a la sede y todos su habitantes.

Shion dejo de hablar y dirigio su mirada hacia mi. Se acerco con el jarrón y me lo entrego.

-Tuve el honor en hablar de ella, ahora tu ten el honor de esparcir su cenizas.

Mis manos temblaban y sentía que en cualquier momento iría a soltar el jarrón pero al mismo tiempo mis pies comenzaron a andar hacia donde antes se encontraba parado Shion.