Florencia Estrella, una mujer con entereza y muy apasionada. Sin embargo, aún con 30 años nunca pudo encontrar la felicidad completa, ni en el ámbito laboral ni en el sentimental.
Jazmin Del Río, podría decirse que ella nació para triunfar: Chef in...
Hacia unos días ya que Jazmín había aceptado ser la chef del hotel, en compañía de su amigo, Javier Valdéz. Se notaba que los dos se conocian el uno al otro en la cocina.
Flor y Jazmín habían formado una linda amistad. Se llevaban muy bien. Pocas veces Florencia se sintió tan cómoda con alguien.
Pero la tranquilidad estaba por acabar.
Hoy se iba a realizar una fiesta temática en el hotel. El objetivo era atraer clientela extranjera.
Lucía se estaba ocupando de darle difusión al evento en redes sociales.
Carla daba órdenes, como siempre.
Virginia, Miranda y Flor se ocupaban de la decoración y demás.
En un momento, Miranda se dirige a Florencia.
- Flopi, no le vas a preguntar a Jaz si se copa cantando unas canciones hoy? Seguramente logremos el mismo éxito que fue para la inauguración.
- Bueno, dale. Ahi le aviso.
Mientras se acercaba poco a poco a la cocina, una imagen desde la ventanita le rompió el corazón a pedazos.
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Nuevamente, veía muy cerca a Jazmín junto a su asistente de cocina.
Es cierto que Flor era su amiga, y si la cocinera se estaba relacionando con alguien y era feliz, debía alegrarse por ella, pero no era así.
La sensación de tristeza invadía todo su cuerpo y no podía disimularlo.
Inmediatamente salió corriendo a su habitación sin dirigirle la palabra a nadie. Sus hermanas se quedaron perplejas por su actitud, no entendían que le pasaba, por qué se fue de esa manera.
La siguieron hasta su habitación, intentando muchas veces hablar con ella, pero no había caso, Flor no quería ver a nadie.
Pero llegó el momento de la fiesta. Todas las dueñas debían estar presentes.
Como toda persona que está triste, Florencia decidió volcar toda su angustia en el alcohol.
Empezó tranquila por un campari. Luego, siguió por un fernet. Hasta llegar a hacer una ronda de tequilazos, donde ya le estaba costando mantenerse de pie.
Un chico muy atractivo se acercó a ella para sacarla a bailar. De mala gana, Flor aceptó. No estaba sobria, por ende se le dificultaba mucho tomar decisiones.
Un lento empezó a sonar y los cuerpos de Florencia y el chico cada vez se acercaron más y más. Hasta que en un impulso, él le robo un beso a Flor. Al estar completamente inconciente de lo que estaba haciendo, ella se lo siguió.
Y lamentablente, desde la cocina, se encontraba Jazmín viendo esta acción. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Se quedó quieta en el lugar, sin saber qué hacer.
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Allí estaba su amigo Javo, que se dio cuenta de lo que pasaba y fue hacia Jazmín, intentando consolarla sin obtener un resultado satisfactorio.
Dos veces en el mismo día, las dos se habían dejado engañar por la confusión.
Flor pensaba que Jazmín tenía una relación con el asistente de cocina, mientras que Jaz se guardaba lo que sentía porque estaba convencida de que Florencia era heterosexual y no le quería confesar sus sentimientos, por miedo de que la bella amistad que habían formado, se terminará abruptamente.
Las dos no se daban cuenta de que el amor había tocado sus puertas y no se estaban jugando por vivirlo. Porque era amor. Y cuando llega, no pide permiso. Simplemente esta ahí, esperando el momento para hacer su aparición.
Y era un hecho. Se estaban muriendo de amor una por la otra, pero tontas y reiteradas confusiones las estaban alejando cada vez más.
