12- Un viaje innesperado

926 50 3
                                    

Las nubes se estaban desplazando lentamente, dándole su paso al sol, anunciando el comienzo de un nuevo día en el Estrellas Hotel.

En la habitación 'Tita' se encontraba Flor, desperezandose de a poco. Tenía la sensación de que su cabeza estaba por estallar y las piernas le pesaban horrores. El arduo trabajo que tuvo con Virginia hasta tarde en la oficina le estaba pasando factura.

A eso se le sumaba la pregunta incómoda realizada su hermana, la cual no obtuvo contestación, ya que, los tics nerviosos de Florencia la invadieron por completo.

Aún no se sentía preparada para contar lo que le pasaba con Jazmín a sus hermanas.
No quería que nadie la juzgará. Sabía que lo que a ella le estaba pasando era algo hermoso, pero lo tenía que tomar con calma.

Una persona tan espectacular como Jaz se había fijado en ella y además, no la apuraba, le brindaba todo el tiempo necesario para poder redescubrirse.

Aunque pensaba: hasta cuando la cocinera iba a soportar que la oculte? En algún momento se cansaría de esperarla?
Miles de preguntas sin respuestas perturbaban la cabeza de Flor.

Luego de unos minutos, decidió levantarse para dejar de pensar. Quería empezar de la mejor manera su mañana, asi que se dirigió directo a la cocina con la intención de darle los buenos días a su persona favorita.

                                     -

Por el lado de Jaz, se acostó con una sonrisa y amaneció de la misma forma. No cabía en su cuerpo toda la felicidad que sentía por lo que estaba pasando con Flor.

Si bien no iba a ser todo tan fácil, porque Florencia aún no era abiertamente lesbiana, sabía que mientras haya amor de por medio, todos los obstáculos se iban a poder superar.

Lo primero que hizo al despertar fue darse una ducha rápida. Luego desayunó un jugo de naranja con dos tostadas y así emprendió su camino hacia el hotel.

Por ahora el panorama parecía muy tranquilo. Era temprano y los huéspedes todavía no habían despertado.

Empezó preparando algunos muffins de su especialidad acompañados de café, como primera opción. La segunda eran frutas variadas para los que prefirieran desayunar algo más light.

En eso, siente su celular sonar. Al figurar como número privado, prefiere cortar. No le gustaba atender llamados desconocidos. Pero volvió a sonar y pensando que podía ser una urgencia, atendió.

- Si? - Dijo tímidamente, esperando la respuesta del otro lado.

- Jazmín, te habla Gerónimo. Disculpa que te moleste tan temprano, pero es un asunto que no puede esperar.

- Hola, como estás Gero? No me asustes, decime qué pasa.

- Mira, recibí un llamado desde New York, donde esta uno de tus restaurantes. Me informan que tienen poco trabajo debido a la gran competencia que hay y, en consecuencia, muchos empleados se están yendo y haciendo juicios por el atraso que tienen con sus sueldos.

- Cómo?! Y recién ahora se les ocurre informarme de esto? Soy la dueña, no entiendo como no me mantuvieron al tanto de toda esta situación. - El tono de voz de Jazmín iba aumentando cada vez más.

- Más tarde hablamos de los detalles, lo que te quería avisar es que te necesitan allá mañana, lo más temprano posible. Se estima que la situación se podría resolver como mínimo en 6 meses. Durante ese lapso de tiempo, te necesitan ahí.

Justo en el mejor momento de su vida, sintió que todo su castillo de arena se estaba desmoronando. Desde que comenzó a trabajar en el hotel, había dejado un poco de lado su cadena de restaurantes, convencida de que su gente de confianza iba a poder ocuparse de todo, pero no fue así.

No hay manera de perdernos • Flozmin •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora