11- Conociéndose un poco más

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Con ese beso, Flor pudo confirmar todo aquello que hasta ese momento creía que le pasaba y hoy es algo real.

Nunca sintió dentro suyo una sensación así. Tampoco pensó alguna vez que esto se lo iba a provocar una mujer. Aunque en su vida habia salido con pocos hombres, siempre tuvo la idea de que una persona se puede fijar en otra, más allá de su sexo.

No le desagradaba el hecho de pensar que Jazmín podía ser todo aquello que ella había estado buscando en un hombre.

Por ahora era sólo su amiga, pero le brindaba una protección y una seguridad que nadie le daba. El sindrome de tourette siempre le resultó a Flor un problema al querer relacionarse con la gente, pero eso con la cocinera no le pasaba. Ella era muy comprensiva, haciéndole entender que cada persona tiene cicatrices en su vida, y eso hace que llegues a ser quién sos.

Luego del paseo, cada una tuvo que volver al hotel. Javo le había pedido a Jazmín que lo cubra para la cena y Flor ayudaba a Vir en la oficina, ordenando papeles y demás.

Después de un par de horas, ya se hizo la medianoche y Florencia se encontraba extremadamente agotada. Todavía quedaban cosas por hacer, entonces le ofreció a Virginia ir a la cocina para traer dos cafés y así poder continuar.

Necesitaba tomar el café, pero esto también le servía como excusa para hablar con Jaz de lo que había pasado aquella tarde.

Cuando entro en la cocina, ella ya no contaba con su vestimenta de trabajo y tenía cargada su mochila, lo que era señal de que estaba a punto de retirarse.

- Hola Jaz, veo que estás por irte, yo sólo venía a servirme café para mi y para Vir.

- Yo te lo sirvo Flor, no hay problema.

- Nono, pero si ya estás yéndote, yo me lo puedo servir tranquilamente.

- No te lo voy a servir como Jazmín cocinera, sino como una amiga que tiene ganas de charlar con otra amiga.

- Vos querés, mmh, hablar sobre lo que paso hoy?

- Flor, vos me gustas, mucho.

- Se viene el 'pero', no? RABA IMPACIENTE

- Mira Flor, yo hace mucho asumí mi sexualidad y no me fue nada fácil con mis padres porque no eran personas de mente abierta precisamente. Aunque siento que a las dos nos pasa lo mismo, nose si vos estás preparada para asumirlo.

- Es cierto, no es fácil esto para mi. Nunca sentí algo así por una mujer. Pero estoy dispuesta a intentarlo.

Las dos se miraban con un sentimiento que estaba a flor de piel, imposible de ocultar.

- Tranquila, lo que menos quiero es presionarte. Sólo que sepas que contas conmigo en este proceso. Yo voy a estar acá acompañandote en tus dudas y escuchando tus miedos como lo hice hasta ahora.

Sin dudas, Jaz era perfecta. Tenía todo aquello que muchas personas buscaban en otra para ser feliz. En ella podías encontrar la fórmula de la felicidad.

Con pocas palabras, pero con todo el amor del mundo volcado en ellas, Flor contestó:

- Sos todo lo lindo de este mundo.

Las horas pasaron como agua y Flopi se dió cuenta que había dejado sola a Virginia en la oficina.

- Gracias por esta charla Jaz, gracias por todo. Yo tengo que terminar trabajo con Vir, creo que vos deberías ir a tu casa también, ya es muy tarde, perdón por robarte tu tiempo.

- No me pidas perdón, yo me quise quedar y valió la pena. Nos vemos mañana?

- Obvio, nos vemos mañana. Avisame cuando llegues por favor.

- Dale, te mando un mensajito a penas llegue a casa.

Se despidieron con un leve beso en los labios y cada una siguió su camino.

Mientras Flor seguía con Vir en la oficina, casi por finalizar, le vibra el celular y se produce una sonrisa automáticamente en su rostro.

De: Jaz

Flor ya estoy en casa, quédate tranquila. Me gusto mucho la charla de hoy, y también el beso de esta tarde. Que descanses, te quiero.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por su hermana, que la miraba, asombrada y curiosa:

- Epa epa epa, se puede saber a qué o, mejor dicho, a quién se debe esa sonrisita?

No hay manera de perdernos • Flozmin •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora