7- Llegó la hora de confesar

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Flor se levantó con una jaqueca terrible. Sentía que su cabeza estaba a punto de explotar. Su estómago era un huracán, una mezcla de bebibas alcohólicas revueltas a punto de hacer erupción.

No tenía ganas ni fuerzas, pero al ver que ya eran las 11 am decidió levantarse.

Primero decidió darse una ducha para refrescar sus ideas. No recordaba nada de lo que había pasado anoche, lo cual le daba miedo. Sabía que ella en estado de briedad podría haber hecho cualquier cosa.

Al salir del baño y ya sintiéndose un poco mejor, revolvió el armario y agarró lo primero que encontro para ver como era el panorama del hotel el día de hoy.

Bajó por el ascensor y a la primera que se cruzó de sus hermanas fue a Virginia.

- Flor! Que carucha, me parece que alguien bebió hasta el agua de los jarrones anoche jaja.

- Callate, BOLUDA. Gracias que pude levantarme hoy y menos mal que todavía no llegaron Carla y Lucía. Se nota porque hay mucha tranquilidad ARGOLLUDAS INFUMABLES.

- No te hagas la tonta y contame que onda el pibe de ayer, los vi muy juntitos bailando eh

- Eh? De qué hablas? Preguntó Flor, desconcertada sin saber sobre quién estaba hablando Virginia.

- Dale Florencia, no te acordas? Te vió todo el hotel apretandote un pibe anoche.

- Como que me vió todo el hotel? - Claramente Flor hacia referencia puntualmente a una persona.

- Sí, fue el chisme de la fiesta Flopi - un gritó interrumpió la conversación entre ellas, era Leo anunciando la llegada de Ignacio, marido de Vir.

- Perdón Florcita, te tengo que dejar. Te recomiendo que te tomes un cafecito para que levantes un poco, te va a hacer bien.

Flor asintió y se dirigió hacia la cocina, con la intención de hacerse un café bien cargado.

Aunque cuando se lo estaba sirviendo, sintió la presencia de alguien atrás suyo.

- Ey Jaz, perdón. No te ví que estabas ahí parada.

- Todo bien Flor, contestó Jazmín de una manera cortante. Se notaba cierto tinte de tristeza en su mirada. No era normal en ella que se caracterizaba por contagiar a todos siempre con su buen humor.

- Te pasa algo? Mmh, te noto rara, preguntó Florencia. Tratando de investigar el motivo de su mal estado de ánimo.

- No Flor, no me pasa nada, deja. Su voz estaba quebrada, intentando esconder algo que hacia un gran esfuerzo por salir.

- Algo te pasa, dale. Contame por favor. Me parte el alma verte así Jaz, necesito saber si puedo ayudar para que alivies ese dolor que llevas dentro.

- Es que me da mucha vergüenza Flopi, nose como decirte esto.

- Entre nosotras no tenemos secretos Jaz, RABA MENTIROSA. Intenta hablar conmigo, no sientas vergüenza, de verdad.

- Bueno, esta bien. Voy a intentarlo. Ayer te vi, te vi besandote con un chico. En realidad todos te vieron. Pero yo, emm, pero yo no, no pude evitar sentir celos. Flor ya no puedo ocultar más esto. Te quiero decir que yo...

- Qué vos qué Jaz?! Florencia esperaba con ansias que la cocinera terminará la frase.

Las dos se miraban. No dejaban de mirarse. La tensión se podía sentir en el aire. Sin dudas, necesitaban decirse de una vez por todas lo que les pasaba. Lo que sentían a flor de piel y ya no tenían forma de ocultar.

Pero, una voz sonora que venía desde el deck cortó con ese clima tan especial.

- Florencia! En 5 minutos te quiero en la oficina. Reunión de hermanas ya.

Carla y su necesidad imperiosa de dar órdenes, esta vez irrumpiendo en el momento menos indicado...

No hay manera de perdernos • Flozmin •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora