«No...
No soy ella.
No soy quien despertó en ti cosas tan bellas.»
Todo estaría bien, si es que esas marcas en el cuello de Tom las hubiera hecho él.
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𝐧𝐨𝐭𝐚𝐬:
-𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞𝐬 𝐦𝐚𝐲𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐞𝐝𝐚𝐝.
-𝐬𝐨𝐧𝐠𝐟𝐢...
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Golpe.
Otro golpe.
Las mejillas de Marco se llenaban de golpes y para variar también daban alojo a las lágrimas que pasaban por allí a causa del dolor.
Un dolor tanto físico como sentimental.
Esta vez no era Tom el que estaba haciendo estas bofetadas. Era él, el mismo Marco se estaba abofeteando por el echo de no ser igual a Star. Por el hecho de ser un mal novio para Tom o por lo menos eso era lo que pensaba el castaño.
—Dime, ¿que te da el derecho para compararme?
Solo eran palabras a la nada, aunque era seguro que en su mente estaba imaginando la figura de ese demonio. Las gotas de agua que salían de la regadera pegaban con violencia a su cuerpo y se confundían con sus saladas lágrimas que parecían no detenerse nunca.
—No busques en mí lo que perdiste en otra parte.—sollozó por unos momentos y se dejó caer con lentitud hacia el suelo de la ducha.
Se acomodó como si fuera un ovillo y ocultó su ahora deprimente rostro entre lo que pudo.
