14.

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—Amor

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—Amor... perdón por esta discusión.—el demonio limpió mas sus ojos con sus dedos.

Su voz sonaba como a punto de entrecortarse. En cambio el castaño casi ni podía articular alguna palabra.

Marco sollozó nuevamente, haciéndolo aún mas sonoramente. Notó como los pies de Tom se acercaban hacia su posición y se vio retrocediendo a cada paso que daba Tom.

—No soy ella... no soy quien despertó en ti cosas tan bellas.—es lo que Marco pudo articular con todo los sollozos que su voz quería dejar salir. Lo dijo mas un arrullo o algo parecido.

No sabía si Tom le había escuchado o no, aunque realmente no le importaba que fuera así. Marco aún tenia sus pequeñas manos sobre su rostro, así que no podía verlo ni tampoco quería verlo, y solo escuchaba sus pasos y voz.

Las cejas del demonio se alzaron un poco por la sorpresa que le dio haber escuchado aquello.

No la comparaba, no podía compararla con ella. Marco siguió escuchando los pasos de Tom acercándose a su cuerpo. El de ojos rojos le habia tocado el hombro.-No te comparo con ella.-susurró el demonio en el oído de Marco.

El castaño se alegro un poco por eso, pues ahora estaba seguro de que Tom lo quería.

—Ella no tiene comparación.

No soy ella │ TomCoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora