Con tus respiraciones aceleradas, con tu pelo ensortijado en el interior de mis dedos, con tus palmas rodeando mi cuello y mi ser besandote de manera ansiosa.
Tu conteniendo tus deseos porque sabes que no quiero ir mas lejos, sabes que muy en el fondo solo estoy jugando con éstas nuevas sensaciones que inundan mi cuerpo, pero te satisface saber que eres tu el que provoca que mi boca explote de fascinación.
Llevas tu mano derecha hacia el borde de mi cintura, aunque mi sentir me indica que son los ángeles aquellos que me elevan a través de los placeres más mundanos y me reciben multitudinariamente en una puerta hecha de nubes.
Luego, abro mis ojos y me separo ligeramente de tus labios...
Que se queden los ángeles con sus nubes. Yo me quedo aquí, contigo.
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En casa
PoésieNo es descriptible cuando el sentimiento gobierna al lápiz y al papel, cuando la razón colabora con esas pizcas de sabiduría. Quien lo aprecia tuvo dos caminos, o conoce al autor, o conoce todos aquellos sentimientos que éste nombra en su obra. Un l...