Despierta con el sonido del tambor, amor mío.
Escucha como el son retumba entre las altas y fuertes palmeras. Cómo, el cuero de ternero resuena por toda la playa que recorrimos descalzos. Fíjate en el sonido potente que estremece las arenas que el viento ha recibido. Sé que, en medio de esas sábanas blancas- aquellas que recorren tu cuerpo magistral-puedes cerrar los ojos y ver aquel hombre que toca, con brazos fuertes y lágrimas en los ojos, el sentir de su alma.
Toca con emoción latente, con el ritmo de las olas chocando en la orilla. Sufre en su corazón lo que su tambor a alaridos canta.
Los callos de sus pies están envueltos en la arena, esa que lo vio nacer.
Despierta amor mío, con el tambor que en la playa, llora con corazón malherido, sonatas y tristes baladas.
Despereza tus piernas, estiralas hacia el suelo y siente la madera del piso, siente como el frío de la misma logra trastocar tu valiente alma y a pasos lentos, se acerca a la ventana.
El tambor sigue sonando, y ahora sus pesadas manos son las protagonistas de tu pensamiento. Las yemas de los dedos tocan con suavidad profunda aquel instrumento que vive de la intensidad en las caricias. Logra sutiles movimientos alzando su mano e imprimiéndole la suficiente fuerza, para que hasta el más lejano ser se vea reflejado en sus pesares.
Gime, gime con fuerza aquel tambor de mar. Gime con tristeza, tal vez algo de furia. Ruge como aquél león que ha perdido dominio en las praderas de la esperanza.
Tus manos ya están en el marco y estás recordando, como las olas envolvian nuestros cuerpos a la vez que nos llenabamos el uno al otro.
Tan prohibido.
Tan perfecto.
Tan tú.
Ahora amor mío, llora en la palmera de nuestros corazones, porque aquel cantante de la playa, ha visto el destino cruel y advina:
Nuestros cuerpos ya no estan complaciendose en lo negado por todos.
Ahora yo estoy con ella y tu estas con él.
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En casa
PuisiNo es descriptible cuando el sentimiento gobierna al lápiz y al papel, cuando la razón colabora con esas pizcas de sabiduría. Quien lo aprecia tuvo dos caminos, o conoce al autor, o conoce todos aquellos sentimientos que éste nombra en su obra. Un l...