Capítulo 19: "Castiel"

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Castiel se sentía decepcionado, no sabía qué hacer si Dean no estaba con el, era muy difícil pasar la noche solo y más con el frío de febrero llegando tan rápido. Gabriel ya no dormía en la misma cama con Sam, ahora dormía en el pequeño sofá que estaba junto a la cama de Sam. Castiel se sentía incómodo al ver a su hermano dormir allí los últimos dos días así que se aventuró a decir algo entre ese incómodo silencio.
-Sabes Sam..., creo que debería ir a...- no pudo terminar de hablar ya que Gabriel lo interrumpió desde la pequeña mesa.
-Encontré un caso- dice Gabriel con un tono gracioso, luego aclara su garganta- es en Brooklyn, NY. Aquí dice "Las personas están regresando de la muerte, este joven Alexander Collins regreso de la muerte después de que un camión se estrellara con el, testigos afirman que pudieron ver al joven con el cuello roto y después simplemente lo arreglo..., creemos que la muerte está tomándose unas vacaciones."- Gabriel hizo una pausa y cerró la pantalla de la computadora de Sam y se levanto de su silla así y de se dirigió hasta al pequeño sofá. -Vaya..., sí que es algo raro, creo que es asqueroso también. No me imagino a una persona con en cuello roto y caminando por allí, asqueroso- comenta Gabriel con un gesto gracioso en su rostro.
-Cierra la boca Gabriel, Cas estaba hablando- comenta un poco enfadado Sam.
-No importa- dice Castiel al mirar como Sam había reaccionado. -Creo que deberíamos de ir a revisar, es lo que Dean hubiera querido- dice levantándose de la cama y dirigiéndose hacia su gabardina, la cual estaba colgada en un perchero a la entrada de la pequeña habitación.
-Como quieras- dice Sam levantándose y tomando sus cosas, después de unos minutos, los dos ya estaba en la carretera, dirigiéndose a Brooklyn, NY.
Esa noche los tres hombres solo querían salir de ese lugar en el que Dean no estaba. Solo querían distraerse por un tiempo.

Castiel solo quería que Dean regresara con él, y quería que estuviera bien con Anna.

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La mañana llego, la luz entraba desde la ventana de la habitación, una brisa fría provocó que Dean se despertara.
Y ahí se dio cuenta de lo que había hecho.
No recordaba la razón por la que lo hizo, ni siquiera sabía que estaba pasando, Anna estaba entre sus brazos y los dos privaban de ropa, solo estaba cubiertos por una delgada sabana color hueso, y estaba pegajoso a consecuencia del sudor que se había secado en su piel.
Fue ahí cuando pensó en Castiel.
Se levanto rápidamente, pero intentando no despertar al ángel, se dirigió a su maleta con ropa, tomó su celular y luego fue al baño para ducharse, y comenzó a arrepentirse de sus actos.

Ya en el baño, abrió la llave de agua caliente y entro rápidamente para limpiar su cuerpo. Se sentía sucio, no por el hecho de estarlo físicamente, si no, por sus actos.
Sabía que Cas no se merecía eso, sabía lo mucho que lamentaría el perderlo. No podía permitirse estar lejos de la persona que más amaba en el mundo, pero había cometido un error, sabía las consecuencias de sus actos, estaba dispuesto a afrontase a las consecuencias.
Cas iba a salir lastimado, y sí que lo haría, pero Dean sabía que, tal vez, lo perdonaría. Pero nada sería igual, y Dean lo sabía. Eso era lo que más temía.

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Castiel estaba en la carretera, era un momento de lo más incómodo, no sabía qué hacer. Solo quería estar con Dean, y aunque parecía tonto, quería que su hermano se arreglara con Sam, eran bastante felices hasta que Gabriel fue sincero con el. La tensión era mucha.
Cas en el asiento trasero, Sam conduciendo y Gabriel de copiloto. Era más malo de lo que parecía en realidad.

Hacía mucho tiempo que el menor de los ángeles no usaba sus alas, comenzaba a extrañar la sensación del aire recorriéndole la espalda, y el dulce movimiento de las emplumadas por el aire, por el cielo. Estaba decidido iría a volar un rato.
-Chicos, iré a estirar las alas- es lo único que pudo decir.
-Hermano, ¿cuáles son esas expresiones?- dice Gabriel con un tono gracioso.
-Hace tiempo que no uso mis alas, y quisiera volar un rato, si esta bien para ustedes- dice por segunda vez el ángel, pero esta vez Sam lo loro por el espejo.
-Claro Cas, has lo que desees- dice el más alto con un tono de voz cariñoso. Y dicho eso, el ángel desapareció de ese lugar, dejando a los dos hombres en ese auto, llenos de un completo silencio incómodo para ambos. Pero Sam decidió hablar.
-¿Por qué haces esto?- pregunta con un tono cansado.
-¿Hacer qué?- pregunta confundido el arcángel, después mira a Sam.
-Venir conmigo a "cazar", y ayudarnos con Dean-
-Yo no vengo a cazar, y mucho menos lo hago por Dean...- hace una corta pausa, y mira hacia el camino. -Lo hago por ti- finaliza recibiendo una mirada de Sam. Después de eso el auto se detiene, y Sam toma al arcángel por la camisa y lo besa apasionadamente por unos minutos.
-¿Eso a que se debe?- pregunta Gabriel terminando con el beso.
-No se, solo...- dice Sam, y después solo sonríe. -Me gustas, y no puedo estar enojado contigo- dice, y recibe otro beso por parte de Gabriel.

-Tu también me gustas pequeño- dice Gabriel terminando el corto beso que le robó a Sam, después continuaron el camino, felices. Los dos habían sacado a la luz lo que sentían, y sobre todo, se correspondieron.

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Mientras tanto, Castiel estaba a mitad de su vuelo, pero algo lo detuvo. Su celular estaba sonando. Así que se detuvo y bajó cerca de un pequeño parque que estaba en el camino, Dean lo llamaba.

- Hola Dean- dice feliz Castiel, su corazón comenzó a latir con rapidez al escuchar la voz de la persona que más extrañaba en ese momento.

- Hola Cas..., cómo estás?- dice Dean con un tono de voz un poco bajo. Pero Castiel no presta mucha atención a ello y sigue,

- Bien, feliz de escuchar tu voz. Qué tal va el viaje con Anna?- pregunta curioso el ángel, un un corto silencio se hace presente en la llamada.

- Mal- dice Dean con un nudo en su garganta, Castiel era la persona que más amaba en el mundo además de a su hermano, y no podía creer que le iba a decir lo que había hecho.

- Por qué?- preguntó Castiel un poco confundido, pero estaba una respuesta como: "Por que te extraño" "Porque no estas aquí conmigo". O algo por el estilo de Dean. Pero solo recibio un largo silencio.

- Me acosté con ella- suelta sin ningún aviso previó, lo cual provoco una gran sorpresa en Castiel, y un gran enojo invadió su juicio.

- Qué?!- respondió con toda la ira que tenía en ese momento, y su enfado se mostraba en sus ojos, en su voz. Sus emociones habían cambiado por completo.

- Lo siento- Dean rompió en llanto, pero no pudo decir nada más. Castiel había terminado con esa llamada. Todo había terminado.

Llamada finalizada

Libres para ser Tu y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora