Capítulo 35: "Tiempo"

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"El tiempo es solo una ilusión", dijo alguna vez alguien muy inteligente. Pero el simple hecho de pensar en que todo lo que hacemos, pasamos y vivimos no es más que una ilusión de tiempo te hace reflexionar en que si realmente vale la pena hacer... - ¿qué demonios estoy escribiendo? -arrancó la hoja de papel de la libreta en la que escribía y la lanzó hacia el suelo. Tomó una hoja nueva y comenzó a escribir nuevamente. El tiempo que he pasado a tu lado ha sido el mejor de mi vida, y estoy seguro de que... -Maldición, ¿de qué estoy seguro? -Arrancó nuevamente la hoja de papel y la lanzó hacia el mismo lugar. -Bien, debes escribir algo que tenga sentido, y tienes aproximadamente veinte minutos para hacerlo, tu puedes -se dijo a sí mismo y comenzó a escribir nuevamente. Desde la primera vez que te vi, supe que haríamos muchas cosas grandiosas juntos, pero nunca me imaginé que llegaríamos hasta este lugar. Pero aquí estamos, y sé que nunca creí en el amor o en el matrimonio, pero podría jurarte que el primer pensamiento que tuve al verte fue justamente que el casarse y tener una familia sería algo hermoso. Sé que en este punto de nuestras vidas las cosas no han salido como hubiéramos querido del todo, y sé que nos hemos caído muchas veces, pero tengo la certeza de que mientras estemos juntos, podemos caer y caer, pero siempre nos levantaremos una y otra vez, porque estaremos el uno para el otro, siempre. Tú me enseñaste una nueva perspectiva del mundo, tú me enseñaste que todos podemos enamorarnos y que todos podemos ser felices. Te amo, y quiero pasar el resto de mis días contigo, quiero pasar mi vida a tu lado, y espero que luego de mi muerte tú seas mi paraíso.

Ya lo sabías, todos lo sabían. Las cosas no son perfectas nunca, pero si encuentras a alguien que te haga sonreír cada día de tu vida, eso será perfecto para ti. Sea real o no.

Noviembre 30, aproximadamente 14 horas antes de la boda

Supongo que en algún punto de la noche ambos nos quedamos dormidos, no estaba seguro de que habíamos estado haciendo pero sin duda tenía esa calma en mi pecho que me hacía saber que todo estaba bien. Cas estaba recostado sobre mí, lo cual era extraño, pero me mantenía cálido a la misma vez. Estiré mi brazo tratando de buscar mi celular, pero encontré el de Cas en su lugar; mire la pantalla para ver la hora y me di cuenta de que era algo tarde, además había muchas llamadas perdidas de Gabriel, lo que sin duda significaba problemas. Dejé el celular sobre el suelo y mire a Cas, necesitaba despertarlo, pero realmente no tenía intenciones de hacerlo, así que comencé a besar su cuello para que se despertara por sí solo. Para mi suerte, Cas comenzó a reírse debido al tacto, lo cual mostraba evidentemente que había despertado.

-Buen día -Él sonrió.

-Buen día, Dean-

-Es hora-

-Lo sé -realmente lo sabía.

Nos pusimos de pie y recogimos las cosas del suelo antes de salir del lugar, y por supuesto antes de llamar a Gabriel. Esa mañana no era tan helada como las anteriores, de hecho el clima era agradable tomando en cuenta que estábamos a, literalmente, horas de que Diciembre llegará. Conduje hasta el búnker en silencio, ninguno de los dos sabía que decir realmente, porque ¿qué se dice el día de tu boda? Aparentemente ninguno de los dos lo sabíamos.

Estacioné el auto afuera y ambos bajamos, antes de entrar mire a Castiel y me asegure de que ninguna "marca de amor" fuese demasiado visible, hecho eso entramos. Mientras bajábamos las escaleras pudimos notar que el silencio del lugar era abrazador que daba algo de miedo, pero decidí pensar que tal vez todos estaban ocupados -como probablemente nosotros también deberíamos estar-

Ambos caminamos, -tomados de las manos, por cierto- hasta llegar a la biblioteca, donde encontramos a un Gabriel algo molesto que miraba fijamente la pared en silencio, mientras que Sam estaba sentado en una de las sillas mirando su computadora mientras tecleaba algunas cosas. Caminamos hasta quedar frente a Gabriel, y mantuve a Cas detrás de mí. Gabriel me miro con el ceño fruncido y se separó de la mesa en la que estaba recargado y se acercó a mí hasta quedar a tan solo centímetros de distancia. Mantuvo su mirada fija en mis ojos unos segundos hasta que inesperadamente me empujó tan fuerte que me hizo llegar hasta el otro lado del lugar, Sam se puso rápidamente de pie y caminó hasta Gabriel, mientras que Cas fue conmigo y me ayudó a levantarme.

Libres para ser Tu y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora