Capítulo 34: "Un día de noviembre: parte 2"

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SAM

Desperté por el sonido de un teléfono, mire a mi alrededor y Gabriel aún estaba dormido, así que me levante y miré la pantalla del celular, había un mensaje de Jack diciendo que si podía recogerlo, así que le respondí, realmente no creo que le moleste que yo vaya por él. Tomé mi chaqueta y salí de la habitación tratando de no hacer ruido, caminé hasta la puerta del búnker y salí del lugar, caminando después hasta el auto. No estaba realmente seguro de cuál era la dirección del lugar, así que le envié un mensaje a Jack nuevamente, y una vez que me respondió, comencé a conducir.

La noche era bastante fría y oscura. La nieve caía sobre el parabrisas mientras que el cielo era oscuro. No había ningún otro auto, probablemente era la única persona lo suficientemente estúpida como para salir con ese clima, pero prefería hacerlo yo a que Gabriel fuera, después de todo él había trabajado más duro estas últimas semanas, tratando de que la boda fuese algo completamente perfecto. El silencio me había comenzado a cansar, así que encendí la radio, en búsqueda de algo que pudiese distraerme, lo primero que salió fue "Let it Go" de James Bay, subí el volumen y seguí conduciendo. Esa canción realmente te hacía pensar en la vida, de un segundo a otro comencé a sentirme extraño conmigo mismo, pequeños recuerdos comenzaron a invadir mi mente, y me hicieron pensar en lo que pasaba a mi alrededor. Si bien estaba feliz con mi vida en ese momento, no había pensado en el hecho de que Dean estaba a punto de tener una familia real, se iba a casar y tenía a dos chicos, que aunque no fuesen sus hijos biológicos, eran parte de la familia. Y yo, estaba con Gabriel, y eso era asombroso, pero no tenía ningún compromiso real, no era suficiente, siempre había querido tener la familia que no pude tener, así que tal vez era tiempo de dar el siguiente paso.


CLAIRE

Las cosas se tornaron algo serias después de aquel beso, ella no dijo nada, y yo tampoco lo hice. Me separé de ella y la miré, ambas lo hacíamos, una pequeña sonrisa apareció en sus labios, y después una apareció en los míos. No podía creer lo que acababa de hacer, no podía creer que después de todo ese tiempo las cosas pasaran de este modo. Es irónico como una boda puede unir a más personas además de los novios.

─Eso fue lindo -dijo.

─Sí que lo fue -le respondí, luego ambas reímos. Reímos como dos mejores amigas que se acababan de besar en medio de la noche. Reímos como si nada hubiese cambiado entre nosotras, y tal vez así fue.

─Creo que deberíamos dormir, mañana tendremos un día realmente largo -dijo, yo solo asentí, ambas nos deseamos buenas noches y dormimos, ¿felices? ¿Confundidas?, no, satisfechas.


Dean.

Ambos estábamos recostados mirando las fotografías pasar alrededor de las paredes, reíamos al ver algunas de las que ni siquiera teníamos memoria. Sin duda no podía pedir nada más en ese momento. ─Sabes, podría pedirte matrimonio cada día de mi vida, solo para ver tu reacción ─le dije, luego él río.

─Y yo aceptaría cada día de mi vida esa propuesta -dijo. Me acerqué a él y lo besé, luego le sonreí.

─Eres tan adorable, ¿lo sabías? -acaricié su mejilla mientras él solo trataba de alejar mi mano de él con un golpe.

─Dean, somos dos adultos y, aunque no lo quieras admitir, ya estamos grandes como para que me digas cosas así -dijo con un rostro serio, pero no pude evitar reír.

─Bien, primero que nada, no somos tan grandes, o al menos yo no -me golpeó- okay, okay, lo siento. Segundo, no hay nada en que te diga que eres adorable, porque simplemente lo eres, con tus enormes ojos azules llenos de confusión la mayor parte del tiempo -le dije, mientras trataba de no reír demasiado.

Libres para ser Tu y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora