Capitulo 9

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Parte 2:

El silencio se hacia cada vez más grande, Dean y Castiel solo miraban a Sam, ninguno de los tres sabía que debía decir, no sabían si hablar sobre el pequeño "escape romántico" o si debían de hablar sobre Sam y su "encuentro con en alcohol". Cuando parecía que alguien iba hablar, el silencio se hacia más notorio, tanto que Dean no pudo soportarlo y se levanto de la cama en la que estaba sentado a un lado de Castiel, y salió, pero segundos después regresó con dos cervezas en su mano, le dio una al ángel y se quedo con la otra, regresando a su lugar.

-Esto es una estupideces- dijo Dean bebiendo su cerveza.

-¿Qué es una estupidez?- pregunto Sam.

-Esto... Este silencio incomodo, estas miradas- dijo Dean.

-¿Y por que seria una estupidez?, supongo que nadie tiene nada que decir, o más bien tiene muchas cosas pero no sabe como decirlas- dijo el ángel,

-Tienes razón... Me gustaría comenzar con, ¡¿Qué demonios, Sam?!- cito Dean con un tono furioso.

-¿Cómo que, "Qué demonios"?-

-Sí, en que estabas pensando, pudiste haber muerto- dijo Dean

-No deben de alterarse, lo que hizo debe de tener una explicación lógica-cito Cas tomando a Dean de hombro.

-Me gustaría saber, ¿En dónde estaban ustedes dos?- dijo Sam un poco más calmado.

-Estábamos... En... Bueno, solo salimos para aclarar algunas cosas- dijo Dean nervioso, pero a la vez aliviado.

-¿Ah, sí?, ¿Qué clase de "Cosas"?- preguntó Sam de manera sarcástica.

-Cosas que debíamos de resolver, Sam. Me parece que si no te has dado cuenta, Castiel y yo tenemos una relación, estamos juntos- dijo Dean tomando la mano del ángel, pero siendo un tanto grosero, como una de esas peleas que solía tener con su hermano, unas peleas que parecían que solo eran con pensamientos, que una palabra decía más que muchas.

-Oh, tienen una relación... necesito un minuto para digerirlo- dijo Sam tomando un baso de agua que se encontraba en una mesita junto a la cama en la que estaba sentado.

-Sí, Dean y yo estamos... "Saliendo", eso íbamos a arreglar, esa era la "Cosa"- comentó Cas, mirando a Sam, pero aún sin soltar la mano de Dean.

-Sí, pues... Bienvenido a la familia Winchester, loca, rota, pero unida- comentó Sam de manera divertida provocando inmediatamente que Dean soltara una carcajada y Castiel lo acompañara.

-Bueno, ahora que las cosas están aclaradas, ¿Podemos comer algo de pie?- dijo Dean haciendo una cara adorable.

-Claro, solo si Castiel quiere- dijo Sam mirando al ángel, provocando que Dean lo mirara también.

-Por supuesto- dijo el ángel sintiendo las dos miradas que los hermanos Winchester le enviaban.

Los tres salieron rápidamente y se subieron a el auto, solo que está vez Sam se sintió raro al observar el auto, sabia que Dean no había conducido, podía notar que estaba más limpio que de costumbre y que estaba puesto un casete de música que podría ser clasificada como "romántica" así que pudo deducir que ocurrió algo en el auto, aunque no fuera verdad.

-Entonces... ¿En donde no debo de tocar?- preguntó Sam fingiendo estar confundido.

-¿A qué te refieres?- dijo Dean confundido, sin entender a su hermano.

-Ya sabes... Tu y él... Auto- dijo Sam señalando el asiento trasero del famoso Impala.

-¡Que asco Sam!, claro que no hicimos nada en el auto, ni en ninguna parte- dijo Dean un poco exaltado.

-Tranquilo tigre, solo bromeaba- dijo Sam entrando en el auto.

Los tres comenzaron a disfrutar del camino, de la ciudad y de las pocas personas que había. Llegaron a una pequeña cafetería que estaba cerca del motel. Entraron y encontraron una mensa disponible, Sam se sentó solo y por lo tanto Dean y Castiel se sentaron juntos; las mesas eran muy pequeñas, por lo tanto el espacio entre el ángel y el mayor de los Winchester era muy reducido, Sam pudo notar la incomodidad en la cara de su hermano, ya que el se encontraba de cierta forma "atrapado" entre la pared y el ángel.

-¿Qué van a pedir?- preguntó un hombre, que sólo miraba al menor de los hermanos.
-Ahh, pues yo quiero... Una hamburguesa doble y un café negro- dijo Dean.
-Yo quiero un café negro- dijo el ángel
-¿Y usted qué va a querer?- preguntó el camarero dirigiéndose hacia Sam.
-Ah... Yo... Una ensalada y agua por favor- respondió Sam un poco nervioso, no sabía la razón por la que estaba actuando de esa manera, lo único que sabía en ese momento es que el camarero se llamaba Gabriel, o eso decía su ropa.
-Muy bien, traeré enseguida su orden- dijo Gabriel retirándose de la mesa.
-Alguien se puso nervioso- dijo Dean burlándose de Sam.
-Claro que no, ¿por qué me pondría nervioso?- dijo Sam con una voz firme, intentando ocultar sus nervios.
-Muy bien, como tú digas, pero Cas también piensa eso, ¿Verdad, Cas?- dijo Dean intentando incluir al ángel en su conversación.
-Ahh, yo no quiero meterme en sus peleas de hermanos- dijo el ángel
-Pero ya eres parte de la familia- dijo Dean abrazándolo.
-Demonios- susurro Sam levantándose de la mesa, el mesero se estaba acercando a la mesa con su orden, así que fue al baño para evitar los comentarios incómodos de su hermano.
-Muy bien, aquí están dos cafés negros, una hamburguesa y una ensalada, espero que disfruten su comida- dijo Gabriel.
-Oye, espera- dijo Dean tomándolo por el brazo -Mi hermano, el tipo alto que estaba sentado aquí, quiere tu numero-
-¿¡Qué!?-
-Si, me lo darías y yo se lo haré llegar-
-Heh... Y-yo no lo sé, ¿Es enserio?- dijo Gabriel muy nervioso y sonrojado
-Por Supuesto- respondió Dean dedicándole una sonrisa.
-Bueno, creo que... Está bien- dijo Gabriel sacando de su bolsillo una libreta y una pluma. Después le dio la pequeña hija con su numero. -Gracias, yo sé lo daré Gab- dijo Dean sin poder terminar ya que Sam llegó.
-Hey... Hola- dijo nervioso
-Hola, bueno, voy a seguir trabajando, disfruten su comida- dijo Gabriel caminando rápidamente hacia la cocina de la cafetería.
-Te dejo su numero- dijo Cas
-¿Qué?, ¿Porque me dio su numero?- dijo Sam nervioso.
-Pues porque yo le dije, me pareció que algunas veces eres muy lento para las citas- dijo Dean estirando su mando con el pequeño papel.
-Ah...Pues... No tenías que hacer eso, No soy Gay- dijo Sam dejando el papel en la mesa y levantándose rápido.
-Demonios- dijo Dean
-Creo que se enfadó- dijo Cas
-Si, yo pensé que... Ah solo olvídalo y tomate tu café- dijo Dean dandole un mordisco a su hamburguesa.

Sammy

-No tienes que enfadarte conmigo Sam, mi intención no era molestarte, ven para que comamos los tres juntos.

-Dean, no es enojo, solo que me gustaría que me dejaras hacer las cosas por mí mismo.

-Esta bien, lo siento en verdad, ¿Podrías perdonar a tu hermano?

-Esta bien, te perdono, ya voy para comer con ustedes. :)

-Ok :v

Los tres terminaron de comer y en ese momento se dieron cuenta de que a Sam le ponían nerviosos los hombres, ya había pasado una vez hace tiempo, pero Dean no le dio importancia, pero ahora las cosas son distintas, y Dean quiere prestarle más atención a su hermano, pero también darle espacio para que pueda ser quien es.

Libres para ser Tu y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora