LIAR [Terminada]

Cap 2-Confluencia.

Ino al recibir la llamada de su hermano informándole que Sasuke estaba bien y solo tenía heridas superficiales respiró aliviada, esperando ansiosa para que él cruzara esa puerta y poder ir a darle todo el amor y tiempo que perdieron los tres días desafortunados que pasaron. Hinata la abrazó contenta y ella correspondió, ya que por fin se respiraba calma en su hogar.

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Naruto salió del hospital para buscar algo de comer con el propósito de compartirlo con los hermanos Uchiha y Kiba, pues Sasuke aún seguiría retenido por las pruebas de sangre para cerciorar que no hubiera droga en su cuerpo, además de la investigación policial.

Metió sus manos en los bolsillos y entró a una cafetería, mirando la estantería para elegir qué llevar. Luego de meditarlo por varios minutos empezó a señalar entre dulces, bebidas y panes; según él, para calmar el hambre.

Pagó y salió con las bolsas en mano, chocando con un cuerpo mucho más pequeño que el suyo; por instinto soltó las compras y tomó de la muñeca a la mujer que iba a caer a causa del choque de sus cuerpos.

—Discúlpeme.

Los orbes azules descendieron hasta encontrarse con un color jade brillante. Continuó su recorrido hasta sus pequeñas caderas y bien formas piernas, sonriendo levemente al toparse con una mujer tan cautivadora.

Sakura se ruborizó y negó con las manos.

—Discúlpame tú a mí, no me fijé —y ahora era ella la que observaba al rubio, dirigiendo sus orbes a sus hombros, su torso y el resto de su anatomía. No podía negarlo, tenía a un hombre deslumbrante frente a ella.

—¿Me dirías tu nombre? —Sakura sonrió y pensó por unos instantes, pues su cabeza le decía que lo había visto antes pero no recordaba con exactitud. Tal vez era solo producto de su imaginación.

—Lo lamento, permaneceré anónima.

Al Uzumaki lo recorrió un escalofrío en su espina dorsal por el tono suave y seductor de la chica de hebras rosadas; tendría una palabra exacta para describirla. Exótica.

No podía simplemente dejarla ir, debía al menos volverla a ver.

—¿Qué harás esta noche?

—Depende — murmuró acomodando su cabello, sin perder el contacto visual —¿qué sugieres?Naruto se erizó ante ella. Dios, jamás había conocido una mujer que le pusiera la piel de gallina en los primeros minutos cruzando palabra, ya que de por sí era él quién las ponía así con solo mirarlas.

—¿Te recojo y vamos a una discoteca? O ¿Prefieres ir a cenar?

La joven soltó una risilla y asintió, sonrojándose levemente al notar la fogosidad que desprendían los azulinos ojos.

—Veámonos en la discoteca de la calle 44 a las 12:00 de la noche.

El rubio notó como la mujer se agachó y le pasó las bolsas que él soltó a causa de lo imprevisto para luego seguir con su camino y entrar a la cafetería, dejándolo ahí de pie riendo solo ante tal cruce de palabras, pues ya no sabía si él la había invitado a ella o ella a él.

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Sasuke observó la puerta por la que entraba su mejor amigo con compras en las manos, esparciéndolas encima de la camilla, o más bien, encima de él sin importancia alguna.

Kiba no demoró en tomar algunas cosas, destaparlas y comerlas sin pudor; estaba muerto de hambre desde la noche llena de adrenalina que había pasado. Itachi tan solo cogió una bebida y Sasuke ignoró la situación.