Sasuke tiró todos los objetos del escritorio de su oficina sin importarle el ruido provocado al caer las cosas delicadas al suelo, quebrándose una tras otra. Llevó sus manos a su cabello en señal de estrés, frunciendo el ceño mientras dejaba caer su cuerpo en la cómoda silla de cuero, notando como se abría la puerta de su oficina.
—¿Por qué tanto alboroto?
Sus ojos ónix chocaron con los carmín de su hermano mayor.
—No es de tu incumbencia.
Itachi suspiró y dejó algunos papeles sobre la madera mientras llamaba a la señora de la limpieza para que arreglara todo ese desastre, ya que no entendía los ataques de ira que sufría Sasuke, pues cuando discutía con Ino no se ponía tan de mal humor como para voltear la oficina sin importarle qué se dañaba en el acto. Cuando Itachi cruzó la puerta para marcharse Sasuke marcó nuevamente a Sakura la cual continuaba con el celular apagado desde hace dos días desde que se encontró a Naruto en el centro comercial, y por lo que Ino le comentó Naruto no había vuelto a la casa de su prometida hace también, dos putos días.
Esa maldita mujer lo estaba volviendo loco.
♥♥♥ ♥♥♥
Sakura prendió el celular y divisó las mil y una llamadas perdidas de Sasuke, provocando que mordiera su labio inferior al recordar los dos días que estuvo con Naruto, y es que no se arrepentía en lo más mínimo, es más, por ella tendría al rubio bajo su cuerpo todo el día, y no solo por sexo si no porque era extremadamente divertido y complaciente, recordando cuando le preparó el desayuno, almuerzo, comida y hasta postre, además de los chistes y cosquillas que provisionó para hacerla pasar días inolvidables. Su calor no se comparaba con nadie pero el frío de Sasuke tampoco lo encontraba en otra persona. Suspiró y se dejó caer en la colcha que rápidamente desprendió el olor a cítricos perteneciente al Uzumaki, haciendo salir a flote el cosquilleo en su estómago.
Se quedó un par de minutos con la nariz en las sábanas y el celular en sus manos. ¿Qué debería hacer? ¿Llamar a Sasuke o esperar a que Naruto volviera a dedicar su tiempo en ella?
—Sakura.
Sus orbes verdes se posicionaron en el dueño de la voz.
—Sasori, ¿qué tal te fue en los días de vigilancia?
El hombre esparció varias fotos en la cama, estando entre ellas una mujer de cabello largo y ojos blanquecinos con un pequeño perro, en otras comiendo helado y en las últimas de la mano con uno de sus amados, evocando una sensación que ella conocía muy bien; celos.
—¿Cómo se llama?
—Hinata Hyüga, tiene 24 años.
—¿Ella es su prometida?
—Sí.
♥♥♥ ♥♥♥
Deidara expulsó el humo retenido en sus pulmones para volver a fumar el cigarrillo que traía en sus dedos, subiendo los vidrios polarizados. Se quitó las oscuras gafas y observó a Sasuke salir del edificio, girando las llaves para encender el auto y seguirlo hasta el apartamento, pues su trabajo en el momento era mantener informada a Sakura sobre el Uchiha y su esposa, mientras que a Sasori le correspondía su otro amor. Frunció levemente el ceño al recordar por un fugaz momento el pasado, y es que antes en su vida no eran Naruto y Sasuke, al contrario, ella llegó a pertenecer a él y Sasori, pero pasado pisado, o al menos eso se decía.
Contestó el móvil que comenzó a sonar con ímpetu de un momento a otro.
<<¿Pein?>>
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LIAR [Terminada]
Fiksi PenggemarEl amor, la obsesión, el desprecio, la humillación, la infidelidad. ¿Qué tanto te pueden dañar? Créditos de la portada a Annette-san.