Su corazón latió escéptico al verla ahí de pie, detallando el cómo ella lo observaba como si suplicara su invitación, a lo cual él cedió sin titubear.
—Sakura —ella dudosa caminó hasta él, aferrándose a su torso en un abrazo que fue correspondido poco a poco.
El Uchiha aún estaba incrédulo de que aquella mujer se osara a aparecer en la casa de sus padres después de tanto tiempo sin dar señal de vida. Los orbes esmeraldas se cristalizaron al sentir un agarre firme en su cintura por parte de su amado, y así permanecieron unos minutos.
—Lo lamento —susurró la frágil voz, acariciando las mejillas ajenas—. ¿Me extrañaste?
—Como un maldito demonio, Sakura.
Sasuke rompió el abrazo y la sujetó de la mano, presentándola como su novia a Itachi y a sus padres, los cuales quedaron sorprendidos en demasía ante la declaración pública.
—Hijo, ¿y Ino?
—Madre, vamos a divorciarnos —Sakura sintió como su corazón latió ambivalente ante la cantidad de emociones que se desbordaban por esas palabras, apretando la mano del Uchiha; el cual continuó con su habla—. Estaré con Sakura de hoy en adelante.
Itachi sonrió y colocó su mano en el hombro de su hermano menor, apoyándolo públicamente para después acariciar la cabeza de la Haruno.
—Bienvenida a la familia, señorita.
Las mejillas de la jovencita ardieron furiosamente ante la vergüenza de la situación, ante la emoción de un deseo cumplido, de uno que no fue sublimado y mucho menos olvidado.
El padre de Sasuke la saludó cortante y se adentró a la casa nuevamente, la madre de Sasuke le ofreció una bebida y pastelitos mientras Itachi la invitaba a entrar a la piscina con la mujer que parecía su esposa. Los orbes esmeraldas se encontraron con los azabaches.
—No dudes Sakura —la voz gruesa la hizo tragar pesado, y ella, se sintió primeriza en algo nuevamente.
El cielo estaba perfectamente despejado, las estrellas despabilaban un brillo hermoso y el ambiente era completamente cálido. Protegida, así se sentía al ser presa de aquel par de brazos fuertes. Tranquilidad, al ver a Itachi jugar con su pareja en el agua. Calma, al escuchar la respiración de Sasuke en su espalda. Amnesia, deseaba padecerla.
—Quiero estar contigo, Sasuke.
—Ya lo estamos, Sakura.
Las horas pasaron y llegó la media noche, al quedar ambos solos subieron a la recamara de Sasuke. Sakura relamió sus labios.
—¿Por qué estás nerviosa? —su respiración se posó rápidamente en la nuca de ella al cerrar la puerta y abrazarla por atrás, respirando suavemente contra su piel que no demoró en erizarse, provocando una sonrisa ladina de parte del Uchiha.
—Porque ahora no eres mi amante, si no mi pareja —susurró mordiendo su labio inferior al obtener una de las cosas que tanto quiso al conocerlo.
Le pertenecía, Sasuke Uchiha le pertenecía completamente.
Sakura dio vuelta sobre sus talones y se posicionó frente a él, acariciando sus facciones como si fuera un tesoro que debía proteger. Ese gesto enojó al hombre un poco, pues debía ser él el que la protegiera a ella, y no ella mirarlo con esos orbes llenos de compasión.
—¿Y tú Sakura? —susurró acorralándola contra el escritorio—, ¿me perteneces?
Maravillosamente tóxicos.
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LIAR [Terminada]
Fiksi PenggemarEl amor, la obsesión, el desprecio, la humillación, la infidelidad. ¿Qué tanto te pueden dañar? Créditos de la portada a Annette-san.