Mártir Hereje #2-Justicia Divina

MARCAS

La piel me ardía como si pusieran pedazos de hierro hirviendo en llamas infernales. Habían pasado tres días y las marcas ya habían cubierto ambos brazos. Solo los generales nihilium y mis hermanos sabían sobre la existencia de las nuevas marcas pero las mantenía ocultas del resto, pues podría generar cierto choque de incomodidad para las masas. Nadie tenía idea de lo que significaba.

Me encontraba sentado en la cama de mi tienda poniéndome la cota de malla que cubría mis brazos cuando Armen entró con paso veloz y alarmado. Se detuvo en frente de mí y lanzó una rápida mirada a mis brazos.

- Si vas a usar eso será mejor que consigas una mejor armadura.

- Estoy en eso - contesté mientras me incorporaba - ¿Tienes informes?

- El cielo tiene un tiempo trabajando con los escarlata y con Metatrón. Pero al parecer, aún no logran sacar a Demogorgón de su prisión. Los Clarividentes y sus demonios han mantenido a raya al cielo y Deus a penas ha tenido tiempo para reagruparse y reconstruir lo perdido. Pero los escarlata y los nothum han tomado gran ventaja. Esta mañana Armaros y Kushiel llegaron con las coordenadas de una nueva estación cerca de la atmósfera del planeta Tierra. Al parecer almacenan los planos de una especie de super arma, o algo por el estilo. Dicen que el mismo Asderel recogerá los planos dentro de dos semanas.

- Asderel es demasiado engañoso, puede que todo esto no sea mas que una trampa. Sin embargo, esto ya sería un espectáculo demasiado montado... incluso para él.

- Bueno, tú dices cual será nuestro siguiente movimiento.

- Tenemos tiempo suficiente para enviar a unas tropas de reconocimiento. Nos daremos cuenta si es otra trampa o no. Aunque en realidad los ángeles aún no saben de nuestra estancia en la tierra debido a que hemos eliminado a todos los testigos, pero no podemos arriesgarnos.

Armen me lanzó una mirada que podía interpretarse como un《vas a reunir a otro pelotón de tus preciosos nihilium》.

- Irán dos pequeños escuadrones. Uno dirigido por Kushiel y el otro quiero que tú lo encabeces, Armen.

Mi hermano me expresó su gratitud y sorpresa y luego lo envié a avisarle a Kushiel y a que prepararan a sus tropas para partir.

Salí de la tienda y me puse a caminar por el campamento para revisar que todos estuvieran en sus puestos. Me encontré con Armaros en su puesto de vigilancia y al mirarme se sobresaltó un poco.

- ¿Cómo sigues?

- Las marcas aún me arden, pero fuera de eso estoy bien.

- Escuché que enviaste a Armen a una misión - dijo con pocos ánimos.

- Necesito recuperar mi confianza en ustedes. Así que si regresa con noticias útiles, te necesitaré para dirigir un ataque a las instalaciones.

- Cuenta conmigo, Araquiel - respondió mientras me daba la espalda y volvía a su puesto.

Me dirigía de nuevo a mi tienda para descansar cuando Leliel me detuvo.

- Hasmed quiere verte.

- ¿Está aquí?

- No. Vamos con él.

- Eso nos tomará días, Leliel. Ahora no tengo tiempo...

La nihilium me tomó del hombro y sacó un cristal que nos teletransportó antes de que pudiera terminar de hablar. Sentí la sensación de mis moléculas dividirse poco a poco y después me sentí algo mareado, luego en un abrir y cerrar de ojos ya nos encontrábamos a las afueras de una ciudad en construcción en el limbo.