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20 de Febrero del 2014
|Londres, Inglaterra.|

La ciudad de Londres nunca tuvo sinónimos de paz y tranquilidad en su descripción, a decir verdad fueron pocas veces las veces que se mantuvo en calma, y ese día fue uno de ellos. La paz nunca estuvo tan cerca y cálida.
Aunque, pasando el medio día los habitantes fueron testigos de lo que sería el principio de una nueva era.

El sol salió presuntuoso a las siete de la mañana. Los rayos se extendieron galantes y pintaron cada rincón con su claro brillo.
Inglaterra se movió con normalidad, pero la City y los alrededores fueron presas de un ritmo mucho más lento de lo habitual.

Los presurosos trabajadores que solían ir veloces a cumplir sus deberes caminaron pacientes por las calles, los estudiantes y demás personas que corrían por las avenidas para llegar a tiempo a sus destinos, bajaron el ritmo en sus pasos, víctimas de un extraño suceso que les atrapaba en una necesidad por admirar la belleza de la capital inglesa.

El tráfico fue el peor del año pero no hubo gritos ni bocinas de coches armando disturbio, se movieron como si desfilaran a una orquesta.

El guardián de Gran Bretaña llevaba rato despierto, vestido elegante y pulcro descansaba sobre la cama de su ungénito, acariciando con una parsimonia llena de delicadeza el pacífico rostro y los suaves cabellos rubios.

La serenidad que emanaba el pequeño inundaba su ser, completaba las fisuras de su agónico corazón.
Scorpius le devolvía los buenos sentimientos, hacía sentir su alma más humana.

—"..¿Papá..?"

Draco Malfoy intentó hacerle volver al sueño con un suave vaivén y susurros tranquilizantes.

—"...Papá...Recuestate conmigo.."

Sin poder evitar su debilidad, se recostó a lado de su hijo dejando al infante abrazarle el pecho y ocultar su rostro entre el cuello del adulto.

.

Habría un evento a medio día, uno de índole pública-diplomática a favor de la paz y en honor a las nuevas relaciones entre Gran Bretaña y demás países.
Evento del cual el gobierno británico había puesto al mejor equipo y las esperanzas de limpiar posibles rastros de asperezas entre su país y los demás paises con los que Reino Unido se haya vinculado antes.

Irían representantes de embajadas extranjeras, incluso algunos Presidentes estarían presentes; La Corona, el Primer Ministro y familia estarían allí para hacer del evento más cercano que protocolos fríos y monótonos.

El lugar dónde se llevaría a cabo sería el Hyde Park. En medio del campo verde y lleno de vida que enorgullecía a Europa la brigada especial de Gran Bretaña se encargaba de monitorear que todo saliese a la perfección, pues habían nacido rumores de un posible ataque al Primer Ministro y La Corona, más todos fueron difundidos por una revista amarillista llena de falacias.

Por eso desde antes que el sol salió por el horizonte Catherine Nott se paseaba de lugar en lugar dando indicaciones, organizando a la gente y lidiando con cadenas televisivas para las transmisiones que darían en vivo cuando el evento comenzara.

Por las siete treinta de la mañana mujer de hebras doradas mantenía un semblante severo pero la belleza que desprendía por naturaleza lograba equilibrar armoniosamente aquel ceño fruncido y rostro de dictarora indolente.

-—"Lady Catherine, el equipo de sonido acaba de llegar, están descargando el camión y el personal encargado de la estética aún no aparece."

Con los ojos ardiendo en enojo la mencionada apartó la vista de su compañero de equipo e hizo una seña a los cargadores para que se apresuraran con la tarima de ébano y los pilares para el techo de los representantes.

The Malfoy |Drarry/Harco| (EN HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora