2 de Marzo de 2014
| Sofía,
República de Bulgaria.|
El secretario de la Ministra de Bulgaria, se encontraba en medio de una reunión importante junto al parlamento en su representación puesto que la Jefa de Gobierno llevaba días encerrada a causa de una enfermedad terrible, así que por recomendación médica se le indicó reposo total y todas las responsabilidades recayeron en él.No iban por media reunión cuando un hombre grande con musculatura marcada, cabello al ras de la cabeza entró a la sala juntas con un rostro de circunstancias, se acercó hacia su lugar con una rigidez propia de malas noticias y sin más dejó caer una bomba que provocó desconcierto total.
—"Lamento la interrupción señor Alekseev, pero el Comandante Kliment necesita de su presencia de forma urgente. Me ha encomendado escoltarle hasta la Alta Oficina de inmediato."
Mirando al soldado con el temple serio asintió a seguirlo, no sin antes dar aviso de su ausencia y posponer la audiencia. Mientras atravesaban los pasillos podía escuchar que fuera del Palacio la gente comenzaba a armar jaleo con motivos que desconocía. Había gritos, bocinas de autos resonando con violencia e inclusive el ruido de cristales rompiéndose cerca, como si una revuelta llevada por el pánico estuviese tomando las calles de Sofía.
Al entrar a la oficina, el ambiente que residía en ella era tan pesado que podía sentir una especie de calor abrumador a pesar de estar a grados bajo cero. No pasó mucho, es más, ni siquiera tuvo la oportunidad de saludar al Comandante Supremo porque el hombre fue directo, tanto que Lazar temió problemas serios.
—"Secretario Alekseev, lo que voy a decirle no va gustarle nada pero debe mantener la compostura como lo ha ido haciendo hasta ahora."
—"¿Sucede algo, Comandante?"
—"La Ministra Iliana Yotova apareció en la sección secreta del Hospital Reina Juana en la habitación de una paciente inglesa legada hace dos días, teniendo el mismo estado deplorable de salud."
—"¿Pero qué es lo que está diciendo? Hace un par de horas que pasé a visitarle a su casa en el centro de la ciudad. No entiendo lo que trata de lograr."
El Jefe de las Fuerzas Armadas contuvo un momento el aliento, pensando lo complicado que sería poner al tanto de la situación a Lazar cuando no tenían el tiempo para desperdiciar explicando el mundo secreto que los muggles nunca conocerían -a excepción de este tipo de casos- mientras en el exterior el pánico se propagaba entre la población búlgara fuese mágica o no.
—"Lo que voy a decirle es ultra confidencial, no debería hacerlo sin embargo nuestro país está expuesto a peligros y se necesita la disposición de todos los altos funcionarios para evitar que la tragedia de una guerra nos lleve a la miseria."
—"Entiendo, Kliment. Escucharé lo que tiene para decir."—"La magia existe, Lazar. Hay brujas y magos dispersos en el mundo de forma secreta, quienes tienen sus comunidades y gobiernos. Yo pertenezco a una escasa minoría que conoce la existencia de la magia gracias a que mi familia tiene tal don, por lo que me fue posible enterarme que hace unos meses un mago poderoso escapó de la mejor prisión en Gran Bretaña. Me reuní con Iliana y la gente del gobierno mágico para tratar tal asunto, se dio paso para dejarles hacer búsquedas en el país con libertad." —hizo una pausa para darle tiempo de entender, el otro asintió y continuo—. "...Sin embargo, después del atentado que Londres sufrió hace días, donde una guerra se declaró oficial al mundo, los comandos especiales detectaron una pequeña serie de desapariciones de magos búlgaros. Hoy descubrimos que Yotova estaba entre ellos al encontrarla transformada en la bruja inglesa. Ella era una bruja y la mujer que se hizo pasar por la Ministra fue encontrada muerta en su casa hace no más de veinte minutos."
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The Malfoy |Drarry/Harco| (EN HIATUS)
FanfictionCuando El-que-no-debía-ser-nombrado cayó los Mortífagos fueron condenados con el mismo peso de sus delitos. El Mundo Mágico se corrompió entre las esperanzas nacidas después de la guerra, no hubo Señor Tenebroso que temer, pero sí, hombres y mujeres...