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Noche del 20 de Febrero del 2014.

|Londres, Inglaterra.|

Harry Potter miraba la danza violenta de las olas bajo el precipicio en el que se encontraba sentado en calma. La brisa le envolvía el rostro como una caricia suave haciendo entrar en paz a sus alborotados pensamientos.

Inspiró la ventisca con profundidad y lo retuvo dentro hasta que sentía a sus pulmones saciarse de aquella bocanada de oxígeno, lo hizo una y otra vez, hasta que el ruido del mar no fue lo único que sus oídos pudieron apreciar.

Unos pasos firmes y silenciosos sonaron casi invisibles detrás de su espalda. Al principio creyó que sería Viktor, más, al sentir aquella energía llena de desdén pudo averiguar correctamente que su viejo amigo no era.

—"Señor." La peculiar voz del rizado le provocó repelús.

Su mirada se desvió un segundo del oscuro horizonte, de aquel azul intenso que difuminaba un negro insondable.
Su acompañante le miraba desde arriba enfundado en su típica máscara de ave, la oscuridad honda en el iris hacía fundir las pupilas de sus ojos en uno solo. El negro era tan profundo que lograba opacar la atención de cualquier otra parte de su cuerpo que no fueran aquellas cuencas abismales y el largo de las espesas pestañas.

Harry aceptaba que la mano derecha de su libertador lograba poner sus alarmas constantemente atentas, Halcón siempre era como una sombra siniestra, apareciendo en momentos aleatorios y desapareciendo al instante que se perdía la vista de él.
El morocho era un espectro en constante vigilancia, un depredador astuto y sigiloso.

Un hábil halcón en total esplendor.

—"Serf ya está preparado y Bear ha partido a su misión."

El moreno dejó de verle, sabía porque estaba él allí. Apretó las manos en puños secretamente, la rabia amenazaba con filtrar la neutralidad en su ser.
Aún podía sentir aquella escena, ese instante que hacía temblar la naturaleza Gryffindor en su sangre.

El enmascarado quiso suspirar como cualquier persona normal haría ante tal situación.

Deseó lanzar un suspiro de hastío y empujar al abismo sin consideración al mago. Ansió lastimar y curtir a la nueva pieza del juego, hacerlo hasta saciarse para dejarle tal como debería ser de verdadera utilidad.

"Seth, Potter es necesario para lograr mis metas."

Escuchó la melódica voz de Draco en su cabeza. Tan impasible, distante y gélida.

Tomó asiento a lado del prófugo, con indiferencia sobre el notable rechazo que el morocho mostraba en su presencia.

"Me encargaré de cortarlo en piezas y armarle correctamente, perpetrar su alma a fin de volverlo apto.
Vigílalo. Acéchale y guía su camino hacia mí como te plazca."

Miró el impetuoso vaivén de las olas dejando llevar parte de sí mismo en aquel movimiento y la refrescante ventisca.

"Rompe su moralidad para mí."

—"Harry Potter; Mago de alta categoría, hábil en el arte de la magia, hombre de coraje, valor, espíritu y honor. Un vencedor la mayoría del tiempo, figura insuperable. Fiel y digno. Padre y esposo de una familia ejemplar, buen amigo y amante pasional."

El mencionado observó con cautela al otro, no le gustaba era obvio, y cada que Halcón demostraba su agilidad para hacer un grandioso trabajo como el adepto preferido (y más cercano de Fawkes), Harry se preguntaba constantemente qué tanta devoción incondicional poseía el extraño con aquella serpiente.

The Malfoy |Drarry/Harco| (EN HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora