II.

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04 de Enero del 2014


|Londres, Inglaterra.|

"Serpiente, La Rata ha entrado en tu terreno de juego. "
- Halcón.

Draco Malfoy por experiencia propia, sabía bien que sí, podrían existir los días de mierda.
Sin embargo, después de recibir un exilio total sobre su vida anterior y perderlo todo, se había dado cuenta que los días de mierda podían manipularse para volverlos grandes armas íntimas.

Y su teoría se volvía a comprobar una vez más después de que, a medio día Halcón le envió ese mensaje de texto.

"La maldita Rata ha salido de su jodida ratonera y ha entrado hacia su propia condena. Al fin la función comienza a hacer acto de presencia, Padre."

Pensaba Malfoy mientras escuchaba sin mucha atención a su asistente personal hablar sobre el Commercial Treaty Dragonis con China, Rusia y Estados Unidos.

Sin poder evitarlo sus dedos viajaron distraidamente hacia su nuca, brindando suaves caricias a la marca que estaba pintada sobre su piel. Un símbolo muy raro que obtenía cierto parecido con una S bajo una L.
La S era similar a un rayo con puntas de flecha y la L se mantenía sobre ella con las puntas de una flecha más grande.
La textura en las diminutas cicatrices que eran parte de aquella marca, le llenaban de confort.
El largo suficiente de su platinado cabello la cubria con una coleta de caballo baja correctamente peinada, y sin poder resistir más aquel ambiente lleno de protocolos y cordialidad, interrumpió educadamente a la Nott para dejar claro cual era el verdadero objetivo en aquel tratado y brindar a aquellos hombres sentados frente a él lo querían oír pero no imaginarian obtener sin usar sus afilados dientes.

-"Caballeros, la presentación del Treaty Dragonis se ha extendido bastante, por lo que considero conveniente empezar de una vez por todas con la verdadera reunión." Dijó el Primer Ministro de Londres con una sonrisa amplia y un tono de voz inflexiblemente confiado.

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"Te espero a las 5 en el sitio donde tuvimos nuestra primera cita. Te extraño. "
-Draco.

Por mera diversión, el rubio decidió hacer esperar al roedor que le esperaba en su despacho en el 10 de Downing Street, y, que mejor manera de mantener una buena fachada que salir con su encantadora esposa en una cita relajante.

"Manda al equipo de Beavers al bosque, necesito una pequeña fiesta."
-Serpiente.

Sí, Draco Malfoy se merecía un respiro ahora que el espectáculo estaba por comenzar.

Una flamante sonrisa hiso acto de presencia justo en el momento en que la última firma de sus socios se impregnó en el papel. Aquellos líderes eran astutos, pero también eran unos ambiciosos idiotas.

Muggles tenían que ser.

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La idea principal en cuanto a la cita que había programado con Jade era de mostrar la normalidad en su vida actual, exihibir ante los aurores que le espiaban a lo lejos, la tranquilidad y desconcierto que deseaban pero no esperarían realmente encontrar.

Brindarles un mago exiliado sin magia ni recuerdos del Mundo Mágico. Un Malfoy convertido en lo que más aborrecian: un asqueroso humano muggle.

Y eso recibieron todos ellos, un espectáculo dichoso que alimentaba como un delicioso néctar a sus culpas y dolores causados por la guerra. Como un orgasmo sucio y satisfactorio.

The Malfoy |Drarry/Harco| (EN HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora