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Habían pasado quince años desde que la guerra contra Voldemort terminó, el mago tenebroso más cruel, despiadado y extraordinario en décadas.

La vida en el mundo mágico transcurría pacífica e imperturbable, sin magos tenebrosos ni amenazas contra la integridad de ningún inocente.

Fueron ciento ochenta meses deslizados en el tiempo, más de cinco mil días que Draco contó mientras enorgullecía a su apellido con la grandeza característica de los Malfoy.

Su último recuerdo del mundo al que solía pertenecer, le había arrancado brutal y certero, la mayoría de la bondad en su interior.

El temeroso adolescente de diecisiete años incapaz de arrebatarle la vida algún conocido (En especial al ex Director de Hogwarts, Dumbledore) se desvaneció sobre pesadillas y la realidad entre lo bueno y lo malo.

Por sus venas corría el infrenable deseo de justicia.
Justicia por lo arrebatado, el sufrimiento innecesario, el desprecio y la humillación.


Con el paso del tiempo la guerra se convirtió en olvido forzado e inestable, en un "vendaje de ojos" donde no había porque regresar; enterrar los cadáveres, velar su luto y castigar a los culpables fue el sistema para mantener la cordura.

Una lastima que el unigénito de los Malfoy fuese un Slytherin puro. Demasiado fiel a su casa y a su sangre.

Incapaz de permitir doblar su espina dorsal sin emitir daño alguno, de recibir mierda en grandes cantidades sin devolverla como ácido.

Porque cualquier idiota podría ser como una bomba, capaz de destruir violentamente lo que toque a gran velocidad, dejando un final apocalíptico, pero Draco Malfoy no es un idiota ni un cualquiera, él es peor, magníficamente peor.

Él se encargaría de corroer en la vida de aquellos bastardos, penetrar hasta sus células y aniquilarlas una por una con la misma compasión que recibió hace tanto.

Draco Malfoy sería el cáncer en su forma física más pura.

En 15 años había construido una vida nueva en un mundo en el que nunca sería un igual, (Porque es un Malfoy y, ¿Es necesario recordar la superioridad de esa familia?). Hombre joven de 32 años, casado desde hacía siete y con un maravilloso infante de cuatro años, de clase aristocrática, influencer más seguido en Europa e internacionalmente, no pasaba nada desapercibido gracias a sus propios méritos y también, había que reconocer, a Jade Olivia, (Hija del antiguo Primer Ministro que llevó a su nación al realce Europeo, famosa actriz y diplomática internacional, cercana a la realeza.), y, faltaba decirlo, era El Primer Ministro actual de Gran Bretaña más joven en la historia.

En su última reunión del día, Catherine Nott, su asistente personal y mano derecha, le había prometido que después de la cita diplomática con el presidente de Rusia ambos irían a su lugar "secreto".

Y si no fuese un Malfoy, Draco no podría contener siquiera las ganas de marcharse de una vez para recibir aquello de la sangre pura, que se encontraba a unos metros de distancia.

Cuando el trabajo y los protocolos terminaron, los grandes personajes políticos se despidieron corteses, y el rubio sintió el agradable asiento del Cadillac que le pertenecía junto al sutil perfume de la última de los Nott, se permitió relajarse un poco.

The Malfoy |Drarry/Harco| (EN HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora