Narra Dalia
Cuando cumplí 9 años mi padre me regaló un amuleto.
—Cuando creas que estés en un peligro extremo, sin salida, úsalo, mamá y papá llegaremos a ayudarte— fueron las palabras de mi padre aquella vez, con un beso y abrazo, que con mucho cariño recuerdo.
Siempre lo llevaba conmigo y hoy que saldría a cazar no sería la excepción, pero hubo un pequeño problema.
¡Roguers!
De todos lados empezaron a salir, no tenía otra opción, luchar. Era fuerte y podía contra ellos, pero eran demasiados y andaba sola.
!Transformate!
Nah no podía, mis padres lo prohibieron porque mi loba Calía podía llamar la atención del "maldito demonio". Empuñando la espada y pensando que hacer ante aquel inconveniente momentáneo eran dos cosas que tenían el mismo nombre, opciones de salida. ¡Maldita sea! Ninguna. Si algo aprendí bien de mi padre es calcular lo que va a pasar y.....¡diablos! Ninguna salida ante aquella tediosa situación.
— ¡Valla muñeca! ¿te cansaste?— me dijo uno de los idiotas que se acercaban— ¿Quieres descansar?— pregunto el muy maldito de forma burlona.
De lo que estaba segura es que no iba a morir, no así, sin dar pelea, morirían ellos, como que me llamo Dalia Gallardo.
***—¡Sopla el amuleto!— me dijo en un gruñido mi loba— ¡¿ o prefieres que lo mate yo?!
Decidí hacerle caso porque no quería empeorar las cosas más de lo que ya estaban.
¡Pero no!
No podía quedarme callada, no cuando aquel idiota creía que me tenía acoralada, que estaba acabada. Ja! En sus sueños pizotearme como hoja seca. Él se acercaba y yo estaba quieta esperando su primer ataque, paciencia era una de la cosas que me sobraba a veces, solo a veces y aquí podía estar esperando un solo paso más del pulgoso este. Los otros se encontraban a una distancia prudente esperando a que este idiota acabará con la "misión", pero estaban pendientes, al asecho de mi muerte, cuando el pulgoso me atacó yo giré y empuñé mi espada en su cuello.
— Él que necesita descansar es otro— y sin más corté su cuello y sople el amuleto.
¡¿Opciones?!
Atacar a los que se acercarán porque me tenían rodeada. Sentía que no podía más, cuando de un perfecto giro aparecieron mis padres a mi lado.
—Princesa— dijo en un susurro dulce mi madre, con su tono calmado de siempre— Me alegra que estes bien.
— Gracias Ma— le dije con amor, pero atenta a los enemigos que nos rodeaban.
Mi padre solo me dedicó una hermosa sonrisa de alivio y se enfocó en el enemigo. En un dos por tres se lanzaron contra nosotros a peliar. Peliabamos como fieras por nuestra vida, salvajes, sin piedad, porque ellos no la iban a tener de nosotros y eran seres tramposos y crueles que querían algo predecible, matarme. Pero eran demasiados...¿cientos?,nose, pero de algo estaba segura, nosotros éramos tres y odio admitirlo pero...¡Eran demasiados!
¡No podemos más!
Había matado como a 15 de ellos y cometí un pequeño error, uno que costó mi ventaja y que bien atribuido lo tiene mi hermosa torpeza, me caí. No tenía salida y estaba asustada, pero no lo demostraría, ni aunque mi vida dependiera de ello, moriría en alto o eso creí.
Un hermoso lobo de pelaje blanco mezclado con gris oscuro, mató al roguer que estaba a punto de empuñar su espada en mi cuello. Se me quedó mirando fijo y yo no podía apartar la vista.
!¿Qué demonios?!
***—¡Mío!—gruñó mi estúpida loba, tan fuerte que sentía que el estruendo saldría por mis cuerdas vocales.
¡Ah, no!¡Eso, no!¡Menos ahora!
***—¡Estas loca!— le grité ,¿que le pasaba?
***—¡Es nuestro!¡El lo sabe!¡Su lobo lo sabe!¡Tú lo sabes! y lo más importante querida ¡YO LO SÉ! Muajaja— me dijo con un tono de victoria y esa risa burlona que tanto la caracteriza.
***— No es el momento— le dije en un tono seco que hasta a mi me sorprendió— y nunca lo será.
***— Eso lo veremos— me dijo en un tono más tranquilo, ese tono a mi no me gusta— Sabes bien que lo que quiero lo tengo, él te sigue mirando— me dijo burlona, rodé los ojos y subí mis paredes mentales.
Y con eso volví, seguía parado al frente mío, pude ver que mis padres seguían peliando y otros lobos...¿los ayudaban?
***— Tranquila bonita— me dijo con dulcura alguien que no conocía, espera...¡El lobo!— Venimos a ayudar.
¡Y este! Ignoré lo que dijo.
***—Gracias— le dije sería y me levanté del suelo, mi padre acababa con el último roguer que había y luego se acercó.
—Bebé, ¿Estás bien?— dijo mi padre abrazándome con dulcura— Te he dicho que no...
— ...subestimes al suelo— terminó mi madre mirándome con cariño.
— Lo siento pa— nos abrazamos los tres, aunque debo admitir que ellos me abrazaban a mi, no había mucho contacto entre ellos y eso me parece un poco raro, era algo de momento y tenía una explicación, yo la encontraría o de cierta manera la sabía.
Mi padre se acercó al gran lobo blanco y gris, que se encontraba...¿esperando?,con los otros lobos. Papá habló con él, algo que no escuché y luego se acercó a nosotras.
—Nos vamos con él— señaló al gran lobo y nos sonrió.
¡¿Qué!? ¡Ay, no!
Hola💞💞💞
He aquí un capítulo más, Ojalá estén bien, espero que les guste, sin más se despide,BlaiddXVI
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Gallarda Luna
VlkodlaciUna leyenda.... Que podría ser la llave ante un abismo de dolor. Un amor.... Inocente y egoísta, que podría cambiar y condenar la vida de muchos. Una chica que nació de un arreglo y que tuvo como herencia ser la última de su linaje. ¿Podrá ser la s...