-Hola, Niall. -sonreí. Demasiado. Me dolían las mejillas, pero el amor es bonito.
-Hola princesa. -me dió un beso en la mejilla.
Habían pasado tres días desde que era la novia de Niall. No, aún después de tres días de relación nos saludábamos con besos...besos.
Así estaba muy feliz.
Bueno, sin contar el odio que recibía del 99% de las chicas de la escuela -sin contar que también lo recibía por ser la mejor amiga de Harry-, estoy bien.
No era de esas chicas que le dan apodos a sus novios, y bueno...yo seguiría llamándolo Niall. Él había comenzado a llamarme "princesa", y para mí, era la cosa más linda del mundo.
Si se lo preguntan, sí, Harry ya sabe de esto. Estaba molesto, pero se juntaba conmigo. Me saludaba, me acompañaba, se sentaba conmigo, me abrazaba, y todo lo que siempre hacía; excepto hablar. No estaba preocupada porque sabía que lo haría. Hoy. Ser amiga de Harry desde siempre te enseña muchas cosas. Y una de ellas es que no soporta estar peleado con nadie, y menos con su mejor amiga.
Aún no había podido hablar con Caroline. La veía en los recreos, siempre con su hermano. No parecía deprimida, pero nunca interactuaba conmigo. Empezaba a ser cada vez más duro para mí.
Ed había hablado sobre eso conmigo. Me dijo que Caroline no me odiaba, solo está algo deprimida.
"Yá se le pasará." decía él. No lo sé.
Estuve pasando más tiempo con Nina en estos días, ya que Harry estaba distante con ella, también. Cuando está molesto, no habla mucho. Con cualquiera. Como dije, ya volverá a ser normal hoy. Lo máximo que soporta son tres días. Lo digo por experiencia propia.
Finn había comenzado a traer a sus amigos a casa, y siempre están en el cuarto de juegos. Y siempre debía decirles que bajen su volumen, ya que, como estudiante, debía hacer tareas y estudiar. Aunque no quiera.
Mamá pasaba mucho más tiempo con nosotros. Hacía nuestros almuerzos y veíamos películas juntos. Hablando de ella, dijo la respuesta a mis preguntas.
Se iba de viaje. Otra vez. Pero es diferente. Ella se iba a África, ya saben, el lugar donde hay muchos animales. Y jirafas. Era un viaje de un nuevo trabajo que consiguió: fotógrafa. Nunca imaginé a mamá en ese trabajo, y no era tán divertido para nosotros.
Mamá tomaba fotos nuestras cada día, y debíamos hacer poses raras. En especial Finn. Salíamos en revistas extranjeras. Eso no parecía muy bueno. Digamos que no me agradaba la idea de ser conocida. Mundialmente.
Bueno, mamá se iba a África, pero se iba por un mes completo. Era mucho, pero como ella decía, es trabajo. Nos explicó que si iba allá, la ascenderían de puesto, y ya no necesitaría viajar más. Era algo irónico que la habían contratado una semana atrás y ya iban a subirla de puesto, pero ella era una de las mejores fotógrafas.
Finalmente, lo habíamos aceptado. Finn se quedaría conmigo, y mamá nos dejó mucho dinero para emergencias.
Bueno, creo haberlos puesto al día en todo.
Entré al salón de clases, me senté en una de las mesas de atrás y saqué mis libros y cuadernos. Unos segundos después, ¿adivinen quién estaba a mi lado?
Harry me sonrió y me abrazó. Me extrañé, pero él siempre lo hacía.
Lo miré y me miró.
Tres...dos...uno...
-Nunca voy a aceptar a Niall. -me dijo. Sonreí, pero luego hice una mueca. -Es un buen chico, pero tú eres mía. -me dió un sonoro beso en la mejilla y reí. -Dime...¿ya lo besaste?
