Desperté al lado de Harry. La noche anterior había llegado a mi casa preguntando sobre Niall. Le conté todo, excepto que me iba.
Él me dijo que había hablado con Niall en la escuela, yo no pude hacerlo, ya que había llamado a mamá, y ella había llamado al director para dejarme salir a esa misma hora. El caso era que Niall había estado normal, bromeaba, reía y sonreía como siempre, solo andaba algo perdido. Harry no sabía la razón, pero yo sí.
Quité su brazo de mi cintura y me levanté de la cama. No piensen mal, ayer habíamos quedado en ver películas, y luego de un maratón, nos quedamos dormidos.
Fuí al baño ya con mi ropa en la mano y entré a la ducha. Normalmente la tomaba en la noche, pero hoy sentía que debía ser a esta hora.
Comenzé a pensar en la propuesta. Esto había sido obra de mamá. Claro, ella no me había contratado, pero sí nos había tomado miles de fotos a Finn y a mí, que como había dicho, aparecieron en revistas de todo el mundo. Una cadena de modelaje de California llamó unos días después de que se publicaran, diciéndole a mamá que estaban interesados en mí. Claro que ella se dignó a contármelo hace tres días.
Cuando ella me llamó para decírmelo, pareció aburrido. Lo pensé mejor, y sentí la posibilidad de presentarme, ya que lo empezé a considerar interesante. Pero luego me arrepentí y volví a la primera idea. Muy bipolar, lo sé.
No quería dejar a mis amigos. Los quería demasiado como para dejarlos, y eso me perseguía. Iba a hacerlo, iba a dejarlos.
Según mamá, si aceptaba, debería viajar a California por un año -que era un año de prueba-; y que, si me consideraban "buena" en ese trabajo, si yo estaba de acuerdo, podía quedarme.
Unos golpes en la puerta me regresaron a la realidad.
El agua caliente quemaba mi piel, así que rápidamente aumenté la cantidad de agua fría.
-¿Sí? -grité para que el agua no opacara mi voz. Escuché la puerta abrirse y eso por alguna razón -aunque supiera que era Harry- me puso nerviosa. Involuntariamente mis manos empujaron hacia afuera la puerta de la ducha, para que nadie más que yo pudiera abrirla.
-Haré desayuno, ¿quieres? -preguntó Harry.
-Ehm...claro. -respondí. La puerta se cerró y mis brazos cayeron.
No supe porqué había hecho eso, y menos porqué me había puesto nerviosa, pero eso me confundía y no quería dar vueltas al asunto.
Minutos después cerré la llave de la ducha. Envolví mi cuerpo en una toalla y me puse una chompa de lana larga hasta mi rodilla y unos shorts. No hacía ni frío ni calor, y eso fue lo que había encontrado antes de entrar al baño.
Harry se encontraba sentado en la mesa de la cocina comiendo unos huevos revueltos. A su lado, frente a otra silla, se encontraba mi plato. Me senté y sonreí cuando él pasó su brazo por mis hombros y besó mi mejilla.
Comimos mientras Harry hablaba y yo en silencio lo contemplaba. Estaba nerviosa. Iba a dejarlo en unos pocos días y él no lo sabía. Probablemente -sí volvía- él me odiaría. Y yo no quería eso.
Él me hizo una pregunta, y yo, sin prestar atención, asentí.
-Acabas de decir que te gustan las verduras. -me dijo él confundido. -¿Pasa algo?
Negué con la cabeza aguantando las lágrimas. Me sentía como cuando rompí con Niall. Dolida y traicionera. Tal vez ese no sea el término correcto, pero ya que.
Harry me cogió del mentón y buscó mis ojos. Nuestras caras estaban muy cerca y nuestras respiraciones se mezclaban. Había pasado tantas veces y era la primera vez que prestaba atención.
Lo miré. Sus ojos verdes se veían preocupados.
Mis sentimientos de pena y culpa se habían mezclado. Por haber roto con Niall, por haberme engañado a mí misma, y también por estar dejando a la gente que quiero.
Remprimí las lágrimas lo más que pude, pero no aguanté y me eché a llorar en sus brazos.
Luego de por lo menos media hora de llanto, estuve más calmada. Aún estábamos abrazados, pero en ese momento nos encontrábamos acurrucados en el sillón. Como cuando besé a Niall.
Un sollozo salió de mi boca, recordándolo. Recordando su mueca torcida cuando intentó sonreír.
-¿Me dirás qué pasa? -preguntó después de unos minutos.
-Es solo...Niall. -él suspiró/bufó. Ya lo había hecho tiempo antes, cuando lo había mencionado, y nunca le había preguntado porqué.
Sabía que Niall era su amigo y ambos se querían de esa manera, pero no entendía porqué del bufido.
-Sabía que no debía dejarte estar con él. -susurró, pero no le respondí. -¿Qué pasa con Niall?
-Aún me siento culpable. -me acurruqué en sus brazos tratándo de que mi actuación parezca creíble. Caí en la cuenta de que había engañado bastantes veces a Harry de esa forma.
Más culpa.
Esta vez, él suspiró, y acto seguido me abrazó.
(...)
-Maaaaaaaaamá. -la saludé.
-Hiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiijaaaaaa. -gritó ella. Tuve que apartarme el celular del oído para no quedarme sorda.
-Mamá. -dije más seriamente.
-Hija. -dijo, y un segundo después, estalló en carcajadas. Negué con la cabeza. Mamá estaba loca. Al ver que yo no hablaba, ella lo hizo. -Bien, bien. ¿Qué pasó?
No sabía bien que decir. -Ehm...¿recuerdas el trabajo que me ofrecieron en California?
-Claro que sí. -exclamó ella como si fuera algo ovbio. -¿Ya lo pensaste bien? Mañana es el último día de inscripción.
Tomé aire. Lo boté. Suspiré.
-Iré.
••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Holaaaaa
Perdon por no subir, bueno, ya les habia dicho que no iba a subir muy seguido entonces...
Ahora no tengo mucho tiempo porque voy a salir con mis papas a ver una pelicula y a comer:)
Saben estaba en mi casa asi normal y como que alguien llama y yo contesto y fue como:
-hola
-oye imbecil de mierda que haces
lol
Supongo que era numero equivocado, idk.
Ok, ya me tengo que ir, ojala les haya gustado el capitulo, y como les he estado diciendo falta pooooco para terminar la primera temporada, y obviamente va a haber segunda:)
Voten y comenten.
Mil gracias por leer, las amo
Byeee
-Ana:)
