Wooseok
Su pelo...estaba distinto a la última vez que lo ví. Ahora lucía de un tono más naranja.
Se veía lindo, como siempre por supuesto.
Sus ojos...estaban levemente delineados y pude notar que estaba utilizando base y corrector. Sin embargo sus ojeras aún eres muy notorias.
Su sonrisa...
Ya no estaba.
–Wooseok..–El tono de su voz se fue quebrando, pude notar que estaba completamente tenso, sus manos comenzaban a temblar mientras daba pequeños pasos hasta mi.
Y luego estaba yo, sin aún poder articular alguna palabra, sin poder ejecutar algún movimiento, sin hacer nada. Cómo siempre.
Termino por quedar frente a mi.
Su mirada estaba aún más rota y vacía de lo que solía estar.Me pregunto si aún cree que es feliz.
–Wooseok..yo...–Comenzó a hablar sin embargo ninguno de mis sentidos estaba funcionando con tranquilidad en ese momento.–Puedo explicarlo.–Finalizo.
Le asentí con un gesto de mi cabeza y lo guíe para que entrara a el lugar que tanto había deseado llegar.
Nos sentamos en el sillón más grande que se hallaba en mi morada, no estábamos precisamente cerca pero eso en ese momento era lo de menos.
El silencio reino como si se tratara de alguna misión especial ultrasecreta del FBI.
–¿Cómo has estado?–Pregunto con un toque nervioso en su voz.
¿Realmente quieres saber cómo estoy?
–Como la mierda.–El alivio comenzó a recorrer en mi cuerpo por fin había soltado algo.
–Ya veo.
Y otra vez ese silencio. Era realmente enfermante.
–Bueno ¿Vas a hablar o no?–El enojo y la frustración que había acumulado estaba saliendo a la luz.
–Claro.–Bufo y luego comenzó a jugar con sus manos. Traía un suéter de color azul que posiblemente era dos tallas más grandes que la de él.–Perdón.
¿PERDÓN?
Todo este tiempo solo para eso ¿De verdad?
–¿Eso era?–Quería gritarle en su cara que no quería verlo, que me dejará, que ya nada valía la pena.
Pero una parte de mi..una gran parte de mi sabía que nunca podría hacer eso.
El corazón es ciego. Y fue ahí, cuando me di cuenta de que, no importa que tan enojado podía estar, el amor que sentía por él era más fuerte que nada, más fuerte que todo.
–Lo lamento–Los ojos de Shinwon estaban cristalizados y su labio inferior comenzó a temblar.–Wooseok lo lamento tanto...y-yo no quería–Shinwon se encontraba ahora mas cerca mío, tenía su cuerpo levemente girado, por lo cual solo podía apreciar la mitad de su rostro. Aún así podía notar lo triste de su mirada.–T-te quiero, por favor no me dejes.–Me pidió.
Giro su cuerpo totalmente a lo que ahora estábamos cara a cara.
–Wooseok por favor no me dejes.–Repitió– Él me llevó sin mi consentimiento.
–¿Quién es él?–Pregunte, para saber a quién tenía que matar. Por supuesto.
–Mi padre.
Me quedé pensando porqué bueno nunca creí que tendría que matar a mi suegro. Tenía tantas dudas, de verdad que no entendía nada. Soy consciente de que Shinwon no tenía una buena relación familiar, siempre evite que él hablará de temas que le afectarán, pero maldicion el haberle dado ambigüedad me dejaba a la deriva a mi.
–¿A dónde te llevó?
–Eso no importa, lo únic–No deje que terminara la frase, oh no esta vez no evitaría el tema.
–¿Shinwon donde mierda te llevó?
Por la mirada que me entregaba el contrario supe que no me sería fácil sacarle esa información.
–Estoy hablando enserio. Responde.
–De verdad que no es relevante.
–¡MALDITA SEA, CÓMO NO ENTIENDES QUE TODO LO QUE TENGA QUE VER CONTIGO ES IMPORTANTE PARA MI! ¿EN QUE IDIOMA DEBO DECÍRTELO PARA QUE LO SEPAS?
Los ojos de Shinwon se cristalizaron, nuevamente. No quería ser tan brusco pero la desesperación del momento no me dejó otra opción.
–E-esta bien, te lo diré.–Suspiro.–Pero prométeme algo.
–Lo que sea Shinwon, lo que sea.
–No me dejes solo.–Pidió
Reí ante su petición, no porqué fuera tonta y repetitiva sino qué ¿Cómo podría dejarlo?
–Shinwon mírame.–Con mi mano lentamente hice que dejara de mirar un punto que el mismo había creado en el suelo para que pasara a mis ojos.–Te prometo que nunca te dejare solo, pero necesito saber lo que te ocurrió sino no sabré como ayudarte.
Shinwon colocó sus manos en mi cuello provocando que nuestras frentes chocarán y nuestras narices se rozarán. Deje escapar un largo supieron mientras gozaba del momento en el que nos encontrábamos.
–No sabes cuánto había extrañado esto.– Solté ya sin preambulos.–¿Pero sabes que he extrañado más?–Pregunte a lo que el nego.
–Tus labios.–Shinwon esbozo una sonrisa traviesa y fue acercándose hasta poder sentir aquella calidez que tanto amaba.
Mis reacciones eran torpes en ese momento pero supongo que no importó, solo quería volver a sentirlo.
Fue un beso tierno el que tuvo que terminar debido a que si continuamos así me distraería de lo que debía decirme Shinwon.
–Bueno, ahora es momento de que me digas.
El mayor bufo e hizo un pequeño puchero que lo hacía lucir demasiado comible, pero no. No caería hasta que me dijera.
–Bueno mi amor.–El apodo que utilizo me sorprendió pero sabía que solo lo estaba haciendo para provocar distracción en mi.–La última vez que nos vimos estábamos en el parque ¿Lo recuerdas?–Sonreí al recordar aquella escena y le asentí.–Luego de eso me fuiste a dejar a casa.
–Ajá–Asegure.
–Bueno realmente debimos ser más precavidos.
En el próximo capítulo se aclaran todas las dudas, lo prometo.