Capítulo 1

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Advertencia: Si no tienes prejuicios y estás abierto(a) a cualquier tema, bienvenido(a), si no es así, lo mejor sería que no continuaras adelante.

Esta novela es para personas (+18), no apta para personas sensibles.

Una vez hecha esta advertencia, disfruta la novela...
















Oliver y Lucio, siempre han sido amigos, aunque las personalidades de ambos contrastan demasiado.

Oliver es demasiado extrovertido y parece que nada en la vida le importa. Dice lo que piensa sin ningún filtro, y es demasiado descarado.

Por otra parte, Lucio suele ser algo reservado y callado. Si bien defiende sus ideales, prefiere mantenerse al margen de cualquier situación o problema. El termina siendo la conciencia de Oliver, y siempre ha sido así.

Pero las cosas tomarían un rumbo diferente en los últimos meses...

—Oye, pasame la tarea.— Dijo Oliver, mientras sacaba su cuaderno y lápiz.

—No puedo creer que no hayas hecho la tarea Oliver, me lo prometiste.— Le reclamó Lucio.

—Si bueno, yo  prometo muchas cosas, pero no puedo ser guapo y estudioso al mismo tiempo. Entonces... ¿Vas a pasarme la tarea o no?.

—Es la última vez Oliver. Espero que la próxima vez no vuelva a suceder.

—Si, lo que tu digas papá Lucio.

Durante todo el año era lo mismo. Lucio tenia que pasarle la tarea a Oliver, y siempre decía que era la ultima vez, aunque sabia que eso no era verdad

Saliendo de clases, ambos acostumbraban a perder el tiempo en el centro comercial que estaba cercano a la preparatoria.

—Quiero que vayamos a la tienda de videojuegos. Hoy sale mi juego favorito.

—Deberíamos estudiar Oliver. Los exámenes están por comenzar y siempre...

—Blah, blah, blah. Relajate, solo quiero pasar un buen momento antes de encadenarme a los libros.

—Espero que sea rápido. Mi madre es muy estricta con mi tiempo.

—Tranquilo, serán unas simples compras, mamá soldado no tendrá que llamar a la guardia civil.

—No te burles de mi madre.— Dijo ofendido Lucio.

—Cómo sea. Necesito ese maldito videojuego y lo voy a tener.

Ambos entraron a la tienda de discos, películas y videojuegos.
Miraron algunos títulos, mientras los guardias merodeaban por ahí.

—Mete este a tu bolso. — Oliver tomó un videojuego y lo colocó dentro del bolso de Lucio. Pero este lo sacó nuevamente.

—No Oliver, no voy a robar un tonto videojuego. Sí no te alcanza, yo puedo prestarte algo de dinero, pero no quiero participar en esto.

—No seas una maldita perra llorona y mete ese estúpido juego dentro de tu estúpida bolsa. Además, pagar es para tontos.

—Nos van a descubrir.

—No, no lo harán. Yo distraeré al guardia y tu sales de aquí. ¿Entendido?.

—Oliver, no es correcto. Además me muero de miedo al pensar ser descubierto. Yo no quiero...

—Gallina, eso eres, una gallina llorona y miedosa. Dame ese maldito videojuego.— Oliver tomó el videojuego, y lo metió a su bolsa.

Pero al intentar salir, uno de los guardias los detuvo.

—¿Encontraron lo que buscaban?.— Preguntó el hombre de bigote y uniforme.

—De hecho no. Hay un título que me encanta y no lo vi por ningún lado.— Dijo Oliver, mientras sonreía.

—Vaya, que lástima. Aunque supongo que podría tener la decencia de pagar el que lleva en su bolso.

—Señor guardia, usted me ofende de una manera increíble. Yo no soy ningún ladrón y de ninguna manera me llevaría algo sin pagar.— Oliver fingió indignación.

—¿Entonces no le importará si reviso su bolso?.

—Claro que no, sólo espere un... ¡Corre!.— Oliver tomó de la mano a Lucio, y corrieron por toda la plaza, mientras el guardia los seguia.

—¡Estas demente!. — Gritó Lucio, una ve que lograron perder al guardia.

—Dios, eso fue adrenalina pura. Quiero volver a intentarlo, pero en otro centro comercial obviamente. — Sonreía Oliver.

—Pues para mi, es la ultima vez que te acompaño. No quiero meterme en problemas.

—Eres un cobarde. Pero bueno, eres mi mariquita preferido.

—¡Callate Oliver!.— Gritó Lucio, mientras empujaba al aludido.

—Bu, bu, bu. Lucio, tienes que aprender a ser astuto. Creí que juntandote conmigo cambiarías.

—Pues ya ves que no. No soy cómo tu Oliver, y creeme, no quiero serlo.

—Se que ves muchos documentales de Discovery y todas esas cosas aburridas, ¿Cierto?.

—Si, y te puedo asegurar que no tienen nada de aburridos.

—Si, si, si, como sea. Te habrás dado cuenta, que entre los animales, siempre sobreviven los mas fuerte, ¿No es así?.

—Si... ¿Cual es tu punto?.

—Mi punto es, que la ciudad es como la selva, y nosotros seriamos los animales, y como en la selva, solo sobreviven los fuertes. Es por eso que yo hago todo esto.

—Pero no es correcto.

—Dios creo todo para que lo aprovecháramos, pero unos mas listos que nosotros, se apoderaron de ello y le pusieron precio a todo, para vendérnoslo como si fuese de ellos. ¿Crees que es justo?.

—Pero... Pero eso...

—Pero nada. Además, como dicen, ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón.

—Aun así, no creo que sea buena idea robar.

—Lo es, siempre y cuando lo mires del lado indicado. Por cierto, pasame la tarea de ciencias.

—¡Oliver!.

Después de discutir, ambos se fueron de ahí, rumbo a sus casas.

Continuará...

Pecado MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora