Lucio llegó temprano al colegio, cosa que nunca antes había hecho.
No quería encontrarse con Oliver, porque sentía que su "amigo", lo había traicionado.Pero por si su mala suerte no era suficiente, Oliver llegó a los pocos minutos.
—Hola Lucí, ¿Como amaneciste querido?.
—En primera, odio que me llames Lucí, soy Lucio. En segunda, no, no estoy bien, porque resulta que mi mejor amigo se quedó con mi cita. — Reclamó Lucio.
—Relajate cariño, no es para tanto, por dios. Es decir, tu noviecito y yo conectamos muy bien, pero a mi no me gusta, osea, no es mi tipo de chico. Además, tu te volviste estúpido y preferiste huir como la gallina cobarde que eres, eso no es mi culpa y lo sabes. Y no, Santiaguito no me atrae para nada, es muy equis para mi.
—Siento que haces todo esto, sólo para fastidiarme. Dime la verdad, ¿Tanto me odias?.— Preguntó, mientras Oliver soltó una carcajada.
—¿Odiarte?, no te creas tan importante.
No resultas una amenaza para mi, eres un... ¿Como decirlo si ofenderte?.
Oh bueno, eres un perdedor, ¿Asi o mas claro?.—Eres un imbécil.
—Mira, hagamos de cuenta que nada pasó. Fingiré que no dijiste nada importante.
—¿Que no dijiste nada?, claro, pero si...
—¡No pasó nada!, ¿Eres sordo o que?.
Antes de que pudiera responder, el profesor llegó e interrumpió la pláticas de los amigos.
—Bien, como saben, tendremos examen y espero que estudien jóvenes, la vez pasada este grupo tuvo el promedio mas bajo. Además, esta prueba es demasiado importante para su calificación. ¿Entendido?.— Todos asintieron.
Durante el descanso, Lucio decidió comer solo, pues no quería estar cerca de Oliver, ¿Desde cuando su amigo se había vuelto tan fastidioso?, ¿Acaso nunca había sido su amigo en realidad?. Muchas preguntas giraban en la cabeza de Lucio.
—Hola amiguito, que bueno que te encontré.— Oliver apareció con una bandeja de comida y se sentó a un lado de Lucio. Oliver le dio un beso en la mejilla y sonrió.
—Siento que fue el beso de Judas.— Ironizó Lucio.
—Tomalo como quieras cariño, yo soy un amor de persona y no puedes negarlo. Bueno, haciendo a un lado tus dramas de señora neurótica, no puedo creer que ese maldito hijo de perra nos vaya a poner prueba, justo antes de las vacaciones. Enserio quiero matarlo.
—Si vas a seguir con tus delirios psicópatas, prefiero que te vayas. Detesto que solo hables de matar gente.
—Uy, disculpe usted padre Tereso de Calcuta. Bien, ya que tanto te molestan mis sueños, mejor ayudame a planear, ¿Como vamos a entrar al colegio?.
—¿Entrar?, tu si que estas mal del cerebro, ya estamos adentro.— Lucio hizo una mueca demostrando molestia.
—Que burro, eso ya lo se. Me refiero a entrar por la noche, para obtener las respuestas de la prueba.— Sonrió Oliver.
—No lo creo. Como todos aquí, voy a estudiar y a esforzarme para sacar una buena calificación. Además, lo que planeas es casi sentencia de muerte.
—¿Sabes lo patético que sonó eso?, bueno, volveré a fingir que no dijiste nada. Quiero que vayas a mi casa, ¿O prefieres que pase por ti?.
—No Oliver, esta vez no. Siempre me manipulas para hacer cosas que no están bien, y las cosas no terminan de la mejor manera.
—Si me ayudas, prometo que te arreglaré una cita con tu galán, solo tu y el. ¿Es tentador cierto?.
—Yo... Maldita sea, no se... No quiero tener problemas.
—No vas a tener problemas. Solo entramos a la escuela, copiamos las respuestas, salimos, todos felices y contentos, y tu con novio nuevo, ¿Como ves?.
—Esta bien.— Suspiró Lucio. — Supongo que no me queda de otra.
—¡Yes!, creeme que será mas fácil de lo que piensas. Pasaré esta noche por tu casa, así que quiero que estés listo. ¿Escuchaste?.
—Aja, bueno. Ahora dejame comer.
El día transcurrió con toda normalidad, sin imaginar que esa tranquilidad seria rota por la noche, con acontecimientos que cambiarían las cosas para siempre...
En la noche...
Lucio descansaba plácidamente, hasta que sintió algo tremendamente frío por su cara.... Estaba... ¿Mojado?.
—¡¿Que diablos?!.— Lucio despertó empapado, sólo para ver ahí de pie a Oliver, riendo descaradamente. — ¡Maldito imbécil, me mojaste!.
—Me gusta despertar a la gente... Digamos que, de una forma original.
—Eres un maldito, pero eso no es lo importante, lo que quiero saber ahora es, ¿Como demonios entraste?.
—Un mago jamas revela sus secretos. Pero ya que alabas mi manera de escabullirme, solo te diré que así es como entraremos al colegio.
—Estas enfermo.
—Lo se, y me siento orgulloso por ello.
Ambos salieron de la casa de Lucio y se dirigieron a la escuela.
Era tarde, pero no lo suficiente, así que lograron tomar el autobús que los dejaría cerca de la escuela.—No estoy seguro de esto Oliver, tengo miedo de que alguien nos vaya a descubrir.
—¿Vas a comenzar a ser una puta gallina otra vez?, ya casi pones un huevo, cobarde.— Lucio lo miró indignado.
—Si me sigues insultando, me bajo en la siguiente parada.
—Ya, no te enojes, solo me gusta fastidiarte.
—Como sea.
Unos minutos después, el autobús los dejó cerca del colegio, por lo cual, ambos tuvieron que caminar solo un par de cuadras, algo que no fue muy difícil.
A ambos les esperaba una larga noche.—Bien, aquí está nuestro pase de entrada.— Dijo Oliver, mientras sacaba de su bolsillo, un juego de llaves dorado.
—¿De... De donde sacaste eso?.
—Sabes perfectamente que tengo mis trucos. El caso es que tengo las llaves de todo el edificio, puedo ir y venir a mi antojo.
—Me das miedo... Sinceramente... No quiero saber de que manera obtuviste esas llaves
—Mejor entremos, la noche es larga y hay mucho por hacer. — Sonrió Oliver mientras metía la llave al cerrojo de la enrome reja trasera, la cual abrió sin ningún problema.— Primero las damas. — Se burló Oliver, aludiendo a Lucio para que entrara primero.
—¿Entrar yo primero?, ni loco.
—¿Te da miedo?. — Sonrió Oliver.
—No, claro que no... Bueno, si... Un poco...
—Gallina, te voy a mostrar como entra un hombre de verdad.
Oliver se apresuró y entró a la escuela, seguido de un temeroso Lucio.
Los chicos llevaban un lámpara, con la cual se guiaban a través de la oscuridad. Cruzaron la cancha de fútbol, para después seguir a su amigo.
El ambiente se sentía algo tenso, como si fuese el presagio para algo malo. Pero eso no detuvo a los infortunados, quienes siguieron hasta el edificio donde se encontraba la dirección.
—Demonios Lucio, enfoca bien la luz para que vea las llaves.
—Eso hago pedazo de idiota.
De pronto, escucharon unos pasos detrás de ellos.
Ambos se quedaron congelados.Continuará...
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Pecado Mortal
Teen FictionOliver y Lucio, uno de ellos llevará la locura mas allá de los límites... ADVERTENCIA: Esta novela no es apta para menores de edad. Contiene escenas y temas no aptos para personas sensibles, se recomienda discreción. (+18). OBRA PROTEGIDA EN FAVOR D...